Dos muros se vinieron abajo el miércoles en las ruinas de Pompeya, el último de cuatro derrumbes en un mes en la ciudad arqueológica romana de 2.000 años de antigüedad, cuya decadencia se convirtió en motivo de vergüenza para el Gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi.
Un comunicado del departamento de supervisión arqueológica de Pompeya dijo que el derrumbe se produjo en una zona de dos metros de altura y tres metros de ancho del muro que se levanta junto a una de las principales calles de la ciudad, la Via Stabiana.
Una pequeña parte de una habitación lateral de la "Casa del pequeño lupanar", que no estaba abierta al público, también se cayó, dijo el comunicado, que añadió que ambos se derrumbaron probablemente por las intensas lluvias de los últimos días.
El martes, una sección de un muro de contención moderno en la "Casa del moralista" se desmoronó y el 6 de noviembre la "Casa de los gladiadores" se derrumbó, evidenciando la decadencia de una ciudad que quedó sepultada por la erupción del Vesubio en el año 79 de nuestra era.
Arqueólogos, comentaristas y políticos de la oposición han acusado al Gobierno de Berlusconi de negligencia y mala gestión del sitio declarado patrimonio mundial de la UNESCO, que se ha visto falto de fondos y con escasez de mantenimiento.
El ministro de Cultura, Sandro Bondi, que afronta un voto de censura sobre este asunto, dice que él no es el responsable.
"Entre septiembre del 2003 y febrero del 2010, han habido 16 derrumbes en Pompeya, así que comprobarán ustedes que no sólo ocurren cuando gobierna la centroderecha", dijo al Corriere della Sera el miércoles.
@Reuters