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FRATERTEMPLI - ORDEN DEL TEMPLE, el blog: enero 2021
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LA RELIQUIA

LA RELIQUIA
LA CASA FOX, EN PODER DE LA RELIQUIA DESDE EL 191 AL 902 AÑO DEL TEMPLE

“AÑO 191 DEL TEMPLE, (1309), UNOS 40 CABALLEROS TEMPLARIOS PROCEDENTES DE LOS CASTILLOS DE MONZÓN Y CHALAMERA DIRIGIDOS POR SU COMENDADOR FR.++BERENGUER DE BELVIS RESISTEN A DURAS PENAS EN EL CASTILLO DE MONZÓN EL ASEDIO DE LAS TROPAS DE JAIME II DIRIGIDAS POR EL PROCURADOR GENERAL ARTAL DE LUNA. RENDIDO EL CASTILLO, EL COMENDADOR TEMPLARIO HACE ENTREGA DE SU CRUZ PECTORAL AL CONQUISTADOR DE LA FORTALEZA ARTAL DE LUNA, CON LA ÚNICA CONDICIÓN DE QUE NO LA DEJARA CAER EN MALAS MANOS, MANOS SACRÍLEGAS, ES DECIR, EN LAS MANOS DE LA IGLESIA, PARA QUE NO DESAPARECIERA. ARTAL DE LUNA CUMPLE SU PALABRA Y ENTREGA LA CRUZ A LA MADRE DE UN TEMPLARIO, DEFENSOR DEL CASTILLO. LA RELIQUIA LLEGA POR ESTA VÍA A LA TEMPLARIA CASA FOX, QUE LA CUSTODIA HASTA NUESTROS DÍAS. DONDE ESTÉ LA CRUZ ESTÁ LA ORDEN. ASI HA SIDO Y ASI SERÁ, PESE A LOS INTENTOS DE APROPIACIÓN POR PARTE DE ELEMENTOS AJENOS A LA MISMA AUNQUE EN ALGUNOS CASOS VISTIERAN NUESTRO BLANCO MANTO. ROGUEMOS A LA CRUZ PARA QUE CON LOS DELINCUENTES QUE PROTAGONIZARON LOS DESHONROSOS Y DELICTIVOS HECHOS OCURRIDOS EN EL SIGLO XX EN BELVER DE CINCA CON LOS RESTOS DE LOS DEFENSORES DE LOS CASTILLOS DE MONZÓN Y CHALAMERA Y VECINOS TAMBIÉN ALLÍ ABANDONADOS SE HAGA JUSTICIA Y LOS RESTOS DE LOS CABALLEROS TEMPLARIOS Y DE LOS VECINOS PROFANADOS Y EXPOLIADOS JUNTO A ELLOS ABANDONEN EL VERTEDERO Y EL OSARIO PARA QUE, UNA VEZ ENTREGADOS A QUIEN DESDE EL PRIMER MOMENTO DEL EXPOLIO Y LA PROFANACIÓN NO CESA EN ESTA LUCHA DE DAVID CONTRA GOLIATH, RETORNEN DE SU MANO A LA SEPULTURA DIGNA DE LA QUE NO DEBIERON SER PRIVADOS EN DONDE DISPONGA EL HEREDERO DE LA CASA FOX, TEMPLARIO INCANSABLE Y LUCHADOR INAGOTABLE AL QUE TODAS LAS RAMAS DE LA ORDEN Y DEMÁS GENTE DE BIEN DEBIERAMOS AYUDAR EN SU BÚSQUEDA DE JUSTICIA Y REPARACIÓN DE LOS DAÑOS CAUSADOS. ES NUESTRA OBLIGACIÓN."

¿CONTINUAREMOS MIRANDO PARA OTRO LADO MIENTRAS LOS RESTOS DE LOS +HERMANOS SIGUEN EN EL VERTEDERO?

SI QUIERE CONOCER LOS HECHOS, EL LUGAR DONDE SE PROFANARON LAS TUMBAS DE ANTIGUOS CABALLEROS TEMPLARIOS. SABER QUIENES SON LOS PROTAGONISTAS Y CULPABLES DE LA SACRÍLEGA PROFANACIÓN Y POSTERIOR ABANDONO DE LOS RESTOS HUMANOS EN EL VERTEDERO DE BELVER, ENTRE EN EL BLOG DE BELVER DE LOS HORRORES

Burofax enviado por D. Miguel Fox a Fernando Elboj Broto

Burofax enviado por D. Miguel Fox a Fernando Elboj Broto
Belver de los Horrores

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DESDE HOY, 1 DE MARZO DE 2012, EL BLOG DE BELVER DE LOS HORRORES SE UNE AL BLOG DE FRATERTEMPLI, PASANDO A SER PARTE DEL GRUPO FRATERTEMPLI, ORDEN DEL TEMPLE.

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NO DESCANSAREMOS HASTA QUE SE HAYA HECHO JUSTICIA CON "LOS MUERTOS DEL VERTEDERO Y LA CASA FOX"


NNDNNSNTDG

POR SI HAY ALGÚN DESPISTADO.

Para que si alguien, despistado o intencionado, cree o dice que nos ha escrito no siendo verdad, y aunque desde la creación del blog está en la parte inferior del mismo nuestra dirección de correo electrónico, nuestro email es fratertempli@yahoo.es , siendo el máximo responsable de lo que aquí se dice, Fr.+++ Anselmo de Crespi.


SI TARDA UNOS MOMENTOS EN CARGAR LA SIDEBAR, (PARTE DERECHA), LES PEDIMOS DISCULPAS, PERO SERÁN SOLO UNOS BREVES MOMENTOS LO QUE TARDE.




NADA DE LO QUE APARECE EN FRATERTEMPLI ES MENTIRA

JURO QUE TODOS LOS COMUNICADOS QUE APARECEN EN EL BLOG DE FRATERTEMPLI SON CIERTOS, QUE EN ESTE BLOG NADA ES MENTIRA SALVO LAS BROMAS E INOCENTADAS DEL DÍA DE LOS INOCENTES.

TODO AQUEL QUE POR LOS MOTIVOS QUE FUERAN, SOBRE TODO POR INTERESES ECONÓMICOS PERSONALES, DIGA O PUBLIQUE QUE ALGUNO ES MENTIRA, QUE LO DEMUESTRE Y VAYA A LOS TRIBUNALES DE JUSTICIA. MIENTRAS NO HAGAN ESO, EL RESTO DE DESMENTIDOS POR PARTE DE LOS QUE SE ALIMENTAN DE ESTAFAS Y DE SACAR DINERO A COSTA DE LA ORDEN DEL TEMPLE, NOS DAN IGUAL, PUES POR SUS HECHOS LOS CONOCEREIS, Y FRATERTEMPLI NUNCA HA MENTIDO SABIÉNDOLO QUIEN NOS SIGUE, Y ESTAMOS ACOSTUMBRADOS A AMENAZAS DE DENUNCIAS QUE NUNCA LLEGAN POR SER SIEMPRE CIERTO LO QUE PUBLICAMOS.

FTAT, NND. Fr. +++Anselmo de Crespi,

que por cierto, y para algún ignorante, es mi nombre iniciático, no es un alias, ni un nick tras el que esconderme, ni por supuesto mi nombre de pila. Y no soy conde, ni marqués, ni tengo ningún título de esos que como en Illescas, (Toledo), compran algunos y que son más falsos que ellos mismos.

sábado, 30 de enero de 2021

Un anónimo destapa el drama del Covid en la vieja Fe: "Hay pacientes atados. Me pedían que los matara"

 

Una decena de sanitarios confirma a EL ESPAÑOL el duro escenario en Valencia: "Nos encontramos fallecidos al ir a verlos por las mañanas".


“El paciente ha acabado en el suelo muerto y ni nosotros sabíamos cuánto tiempo había estado así”. “Tengo pacientes que me han pedido que los matara, porque no podían soportar estar en esas condiciones”. “Una gran parte de ellos están atados. La justificación es que están desorientados, se quitan la vía y no damos abasto. Pero ¿Hay algo más inhumano y desolador que sujetar a una persona de las muñecas?”.


Estas son algunas de las frases del desgarrador escrito de una enfermera anónima sobre la situación en la Escuela de Enfermería del viejo Hospital La Fede Valencia, reconvertida en el Espai Sanitari Ernest Lluch para la atención de pacientes de la Covid-19.


EL ESPAÑOL acudió este viernes a las instalaciones para contrastar este testimonio, y una decena de sanitarios confirmaron las dramáticas escenas que viven en el centro, con algunas matizaciones. Pocas.


No se hablaba de otra cosa en las pausas para almorzar o fumar un cigarro junto al edificio. El escrito ha corrido como la pólvora entre los propios trabajadores. "Reenviado muchas veces", advierte WhatsApp al difundir el PDF de autor anónimo. “No sabemos quién es, pero tiene que ser de aquí. Da detalles muy precisos”, indicaban.


“Lo que describe sobre cómo está muriendo la gente aquí se ajusta a lo que está pasando. Pero no solo aquí, en muchísimos lugares de España o del mundo ¿O es que pensabas que la pandemia era una broma?”, espetó una de las sanitarias que atendió a este periódico.


Los profesionales describen sus experiencias en el lugar con una estremecedora entereza. “Desde luego que nos encontramos fallecidos al ir a verlos por las mañanas. Y por las tardes y a cualquier hora”, afirma uno de ellos. “Claro que inmovilizamos a pacientes. Es durísimo, pero a veces es la única solución cuando están fuera de sí y se arrancan las vías”, justifica una experimentada enfermera.


La carta la firma una “enfermera con corazón” que dice esconder su identidad “por las consecuencias que pueda tener” al difundir su mensaje.


“Desde abril de 2020 tengo el famoso contrato de Acúmulo de Tareas por Covid-19”, explica. “He ido pasando por diferentes puestos de trabajo hasta que, en noviembre del mismo año, me sacaron del servicio en el que estaba cubriendo una baja para irme a trabajar a la antigua escuela de enfermería ubicada en la antigua Fe de Valencia”, agrega.


Asegura haber pasado “por muchas salas Covid”. “En todas ellas el ratio enfermera-paciente es de 1/6, además de la persona que está en el control de enfermería para atender el teléfono y pasar material, ya que la carga de trabajo debido al protocolo de vestimenta con EPI es bastante duro”, detalla.


“En el suelo muerto”

“Los pacientes están solos en sus habitaciones y si necesitan algo tienen el telefonillo para comunicarse con el personal sanitario. Por norma general, entras a las habitaciones tres veces si tu turno es de 12 horas diurnas, a no ser que ocurra alguna urgencia y el paciente sea capaz de tocar el timbre para avisarnos”, expone sobre su día a día.


Aquí comienza la parte más desgarradora de su relato: “Digo lo de ser capaz, porque ha sucedido más de una vez que al paciente le ha pasado algo grave, y por no poder avisarnos no nos hemos enterado. El paciente ha acabado en el suelo muerto y ni nosotros sabíamos cuánto tiempo había estado así. También ha ocurrido que si acabamos de quitarnos el EPI después de 3 horas seguidas con él puesto y llama alguien para pedir algo, se le hace caso dependiendo de cómo se valore de urgente esa necesidad, es decir, según la subjetividad del profesional que en ese momento esté”.


Según su testimonio, este funcionamiento provoca “sorpresas muy desagradables”. “Si su edad se encuentra en torno a los 70 años en adelante, la mayoría de pacientes ni son reanimables ni intensivables, por lo que si por la noche tienen una saturación baja, sabiendo cual va a ser su destino (la muerte), no se vuelve a entrar a esa habitación hasta las 7 de la mañana. Así, se confirma lo que al inicio del turno se pensaba y se deja morir sola a una persona que ha tenido una vida tan completa como la de cualquier ser humano”, lamenta.


La enfermera tilda de “miseria” las condiciones en las que se encuentran los enfermos: “No tienen agua caliente para ducharse, los telefonillos no funcionan y suenan en el control de enfermería pero no puedes comunicarte con ellos, por lo que tienes que imaginarte lo que les pasa (y como he comentado antes, se entra a las salas Covid según la valoración subjetiva y el cansancio de cada profesional)”.


Según denuncia, “la gran mayoría de habitaciones son minúsculas, pero dentro hay dos pacientes en camas de no se sabe qué año, una basura donde se tiran los pañales y empapadores, y no hay ventilación”. “No os podéis imaginar el olor que hay ahí dentro y lo cargado que está el ambiente. No tienen televisión para hacerles las horas algo amenas”, agrega.


Los profesionales que atendieron a EL ESPAÑOL a la puerta de este hospital confirmaron que se está haciendo uso de camas muy antiguas y que los pacientes no tienen televisión. Por contra, consideran que la enfermera se excede en la carta “cuando habla de las condiciones de higiene”.


“Creo que nos deja mal a las auxiliares. Nosotras también sufrimos la falta de personal de la que habla, pero, por lo que dice, parece que no hagamos nuestro trabajo. Yo muchos días termino sudando del esfuerzo, y no me puedo ni duchar porque en mi planta no hay agua caliente”, replica una de ellas, que sí coincide en este último asunto. “En nuestra planta sí teníamos hoy agua caliente por fin”, apunta otra.


La carta incide en la soledad de los pacientes. “No hay nadie allí que vaya a darles conversación, no tienen visitas de sus seres queridos. Muchos de ellos no saben ni usar un móvil. Te piden ayuda y la grandísima mayoría de veces no puedes dársela porque tienes diez pacientes más a tu cargo y no llegas a todo”, lamenta al respecto.


Según la autora, “las personas ingresadas lloran por el desconsuelo de estar allí, se revuelven en las camas, muchas de ellas pierden el norte, acaban desorientadas y con la fuerza muscular de una lechuga”, lo que atribuye a un mal servicio de fisioterapia.


“No hay nadie que vaya a hacerles rehabilitación en condiciones. Solo se contrata a una fisioterapeuta para todo el hospital" por lo que "aunque haya personas que ingresen siendo capaces de andar con libertad, la mayoría de ellos acaban o muriendo allí o volviendo a sus casas en sillas de ruedas por no poder moverse”, expone.


“Me piden morir”


La enfermera considera que lo que ocurre en la vieja Fe no se ha convertido en un escándalo por la imposibilidad de acceder al edificio. “¿Qué tiene de bueno el que no puedan tener visitas? Que a Conselleria no se le cae el pelo, porque si los familiares vieran las condiciones que hay ahí estarían llenos de denuncias por maltrato”, asegura.


“El trauma psicológico que se nos está creando al personal sanitario que estamos trabajando allí es importante, yo misma he pedido ayuda psicológica por ansiedad. Pero, ¿y los pacientes?, ¿y esas personas que ingresamos allí y tienen que vivir todo esto? Tengo pacientes que me han pedido que los matara, porque no podían soportar estar en esas condiciones”, afirma.


“Me piden que los desate, que los dejemos irse a sus casas. ¿La solución que se da? Al que da más problemas se le droga con Haloperidol para que no estorbe tanto. Los que aún mantienen cierta cordura te gritan que no hay derecho a tenerlos así, y yo no puedo hacer otra cosa que darles la mano y la razón”, lamenta.


La enfermera llega a afirmar que la muerte es a veces un alivio para pacientes y profesionales. “Lloro en mi casa, antes de entrar a mi trabajo, a la salida y me muerdo la lengua para no llorar delante de ellos. Las muertes se normalizan y, sobre todo, aquí internamente se agradecen, porque la vida que les damos en el ‘hospital’ no es vida”, defiende.


La Generalitat Valenciana, además de habilitar un hospital de campaña en cada provincia, anunció durante la primera ola la recuperación de espacios en desuso como esta antigua Escuela de Enfermería.


Cuenta con 166 camas y 173 profesionales -13 facultativos, 75 enfermeras, 75 auxiliares (TCAE), 10 celadores y personal administrativo-, según precisó la Conselleria de Sanidad en noviembre, cuando habilitó el espacio debido a la saturación hospitalaria.


Su objetivo era “descongestionar los hospitales de enfermos leves o que no muestran un cuadro clínico complejo”. Pero los profesionales que allí trabajan describen un escenario distinto. “Es al contrario. Esto es un hospital creado solo para casos de Covid, por eso aquí es todo tan duro y muere tanta gente”, asegura una auxiliar a las puertas del centro.


“Sí hay pacientes más jóvenes en las plantas de abajo que vienen a ‘negativizarse’, que están hasta que dan negativo en las pruebas del virus” -expone una enfermera de la primera planta- “pero en las de arriba sí hay muchos mayores que no se recuperan”. 


La carta denuncia que las instalaciones carecen de “material, espacio para trabajar y, sobre todo, recursos humanos”. Preguntadas al respecto, fuentes de la Conselleria de Sanidad responden a este diario que no van a entrar a valorar un escrito anónimo. A su vez, subrayan que no tienen constancia de ninguna denuncia formal por parte de particulares ni sindicatos sobre anomalías en las instalaciones.


Mari Luz Gascó, secretaria general del Sindicato de Enfermería SATSEen la Comunidad Valenciana, manifiesta que los hechos descritos por esta enfermera “reflejan los graves problemas a los que se están enfrentando los sanitarios”. 


“Se está haciendo una sanidad de guerra. Los pacientes están muriendo solos y mal atendidos, porque el ratio de profesionales es bajísimo. Los sanitarios están haciendo todo lo que pueden, pero cuando son tantos los pacientes, que encima tienen que estar solos, ocurre esto”, detalla.


El sindicato ha consultado entre sus afiliados para conocer con mayor detalle la situación en la que se trabaja en la antigua Escuela de Enfermería de la vieja Fe.


La denuncia del PP


El diputado autonómico del Partido Popular José Juan Zaplana ha puesto este sábado en conocimiento del Juzgado de Guardia de Valencia las “condiciones inhumanas” y las “graves situaciones de desatención de los pacientes” en el hospital.


En concreto, Zaplana ha trasladado a la Justicia la carta a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. Según ha explicado, “tras las consultas con distintas fuentes del ámbito del personal sanitario”, puede “otorgarle veracidad a la carta referida”. 


@El Español/Dani Valero.

viernes, 15 de enero de 2021

Llega la historia ‘definitiva’ de los templarios


El historiador Dan Jones publica ‘Auge y caída de los guerreros de Dios’


Dan Jones, uno de los principales representantes de la nueva generación de historiadores británicos y autor de obras de éxito, publica Los templarios. Auge y caída de los guerreros de Dios (Ático de los Libros). Un libro que se anuncia como la historia definitiva de la Orden del Temple:un relato épico de guerra, religión, dinero y poder.

Con su elegante prosa, Jones aborda la trepidante historia de la Orden del Temple, entrelazada con las cruzadas en Tierra Santa y en España, y crea un retrato fidedigno y vívido, desde sus combates ataviados con sus icónicas túnicas blancas con una gran cruz roja hasta la creación de la sofisticada red financiera que tejieron en toda Europa, donde gozaron de notables privilegios y del favor de reyes, nobles, papas y emperadores, y su caída en desgracia el famoso viernes 13 de 1312, uno de los momentos más importantes de la historia medieval. El autor bebe de fuentes primarias para ofrecer una narración de ritmo trepidante e intenso, y describe magistralmente las dimensiones geopolíticas, económicas, religiosas y culturales de las gestas que llevaron a cabo estos hombres en nombre de Dios y sus repercusiones en la actualidad.


Esta obra redefine lo que sabemos de la Orden del Temple y muestra, con un estilo potente y narrativo, que los hechos reales que protagonizaron estos guerreros de Dios fueron más extraordinarios todavía que los romances, las medias verdades y las historias de miedo que han circulado de ellos desde su caída. Su maestría al describir los cruentos enfrentamientos y persecuciones de las que los templarios fueron protagonistas, las históricas luchas o los majestuosos escenarios de batalla hacen de este libro una lectura apasionante. Los templarios han aparecido en numerosas obras de ficción, series de televisión y películas, donde se los ha retratado de forma variopinta: como héroes, mártires, matones, explotadores, víctimas, criminales, pervertidos, herejes, alborotadores, guardianes del Santo Grial, protectores del linaje secreto de Cristo y agentes de una conspiración mundial. La súbita disolución de la orden a principios del siglo XIV, que conllevó detenciones en masa, persecuciones, torturas, juicios espectáculo y quemas en la hoguera, constituyó un fin tan violeto y rápido que magnificó la leyenda templaria. Como consecuencia, hoy en día, más de setecientos años después de su desaparición, los templarios aún provocan fascinación.


Dan Jones es un historiador especializado en la Edad Media. Estudió en la Universidad de Cambridge, donde fue discípulo de David Starkey. Jones se ha convertido en uno de los historiadores más popularesdel Reino Unido.


@Diario de León

jueves, 7 de enero de 2021

La cofradía medieval que recoge cadáveres de la pandemia

La Hermandad de la Sangre de Cristo se encarga de recoger cuerpos en Zaragoza desde hace siglos. Con la pandemia tuvieron que ampliar sus servicios y equiparse por su cuenta.


Ignacio Giménez nunca olvidará la primera vez que recogió un cadáver. “La sensación de tocar esos tobillos fríos...”, rememora. Era el de una mujer atropellada, se dedicaba a limpiar casas y volvía de su jornada laboral cuando un coche se la llevó por delante. Giménez realiza esta labor como voluntario junto a otros 46 hermanos. Él es presidente de la Hermandad de la Sangre de Cristo, una cofradía dedicada desde la Edad Media a hacerse cargo de cadáveres y acompañar a las familias en Zaragoza. Ahora son los que reciben la llamada de la policía cuando hay un homicidio, un accidente de tráfico, un suicidio o una persona abandonada. Unos 500 fallecidos al año. En 2020 ampliaron sus servicios a los muertos por covid, porque las funerarias no daban abasto.


“No todo el mundo puede hacer este trabajo, hay un periodo de prueba y si vemos que la persona no está preparada a veces ni le dejamos entrar en la habitación donde está el fallecido”, explica Nacho Navarro, de 33 años, uno de los miembros más jóvenes de la hermandad. “Por ejemplo, cuando te toca ir al escenario de un crimen violento, tienes que tener mucho cuidado de no modificar nada que pueda afectar a la investigación”, indica. Los miembros son admitidos por votación secreta con una especie de canicas blancas y negras. El origen de esta cofradía se remonta a la Edad Media: las primeras referencias aparecen en algunos escritos del siglo XIII. “Está relacionada con la expansión de los franciscanos en la Corona de Aragón. Desde el siglo XVII tienen el privilegio de levantar cadáveres en desamparo. También llevaban la última cena a los ajusticiados y a veces se encargaban de desmembrar el cuerpo y colocar las partes en la zona donde hubiesen cometido el crimen”, apunta José Luis Gómez Urdáñez, catedrático de Historia de la Universidad de La Rioja y autor de un libro sobre esta hermandad.


Eso es el pasado. Lo que les ha tocado vivir en el presente es una pandemia. En marzo se pusieron al servicio de los hospitales para realizar el traslado desde los centros sanitarios al anatómico forense o al cementerio, algo que en general no entra dentro de sus competencias. “En febrero, cuando vimos lo que se avecinaba, empezamos a abastecernos de equipos de protección”, indica Navarro. Adquirieron trajes NBQ (los de más alta protección) y mascarillas integrales con respiradores, que llevan con botas de agua y doble guante. También hicieron un curso con la Guardia Civil para aprender a quitarse el equipamiento sin contagiarse.


Su tarea es encargarse de los cadáveres en cuya recogida interviene el juez por algún motivo. Bien porque están abandonados, porque la causa del deceso no está clara, porque están envueltos en un crimen violento... Pero este año, el operativo que se estableció entre los hospitales, Gobierno autónomo y el Ayuntamiento les involucró en el transporte de cuerpos que normalmente no les corresponden: el de las morgues. Desde que se transfirió la competencia de recogida de cadáveres a los Gobiernos autónomos, la hermandad tiene un convenio con el de Aragón, y además recibe una subvención del Ayuntamiento para el gasto de su furgoneta, desinfección y el sueldo del chófer y el camillero. Además ingresa dinero de donativos. “Este año los gastos se han disparado. Los trajes de protección pasaron de costar de 1,80 a 49 euros”, indica Navarro.


A su minucioso protocolo se añadió este año un nuevo paso: poner una mascarilla al fallecido. “Lo que mata es el desconocimiento y aun así yo sigo yendo con miedo”, reconoce Navarro. Llegaron a transportar 10 cuerpos al día y recuerdan que el Instituto de Anatomía Legal de Aragón tuvo que habilitar una nueva cámara en abril. “Montamos nuestras propias guardias de ocho horas. Los sanitarios nos pusieron de ejemplo el desastre del camping de Biescas, nos dijeron que teníamos que descansar cada día porque si no, es imposible quitártelo de la cabeza”, señala Navarro.


Los cuerpos que recogen relatan la realidad. La de ahora es un virus. “En los ochenta y noventa rara era la semana que no recogías muertos por heroína. En los 2000 hemos visto mucha violencia de género. Con la crisis de 2008 recordamos muchos suicidios. En los últimos años, hemos sido testigos de mucha muerte en soledad. ¿Sabes quién es el primero que se da cuenta de la ausencia? El del bar”, relata Giménez. “Conoces la ciudad a través de la muerte. Puedes entrar en una casa enorme de la mejor calle de Zaragoza, y te encuentras dentro alguien que ha fallecido con síndrome de Diógenes. Te das cuenta de hasta dónde llega el ser humano”, añade Navarro. También han sido testigos de las tragedias de la ciudad, incluidos los atentados de ETA.


Sus muertos son los que ha dejado la historia, desde los carbonizados por la Inquisición, hasta los sentenciados a garrote vil. “La hermandad no dejó de actuar en periodos tan importantes como la Guerra Civil”, apunta el catedrático Gómez Urdáñez, que pasó varios meses buceando entre los documentos centenarios de esta cofradía. Lo hizo sentado al lado de la sala en la que hoy se reúnen. Una estancia adornada con azulejos con calaveras, pinturas barrocas y retratos de los antiguos hermanos mayores. “Levantaban a los cadáveres con un tiro en la cuneta o en la tapia del cementerio y los anotaban con descripciones muy detalladas. Por ejemplo: 22 años, pantalón blanco, en los bolsillos lleva tres pesetas y un paquete de tabaco”.


Tras el primer cadáver al hermano mayor, Ignacio Giménez, le han llegado más de 500 en 30 años de trabajo voluntario. Muchas noches en las que quedaba con sus amigos o con chicas y tenía que abandonar porque le llamaban para recoger un fallecido. “Yo se lo digo a mi mujer: el día que me acostumbre a esto, lo dejaré”.


@El Pais/Patricia Peiró.