Se trata de la edificación que levantó BCN por la guerra de los Segadors
El hallazgo podrá ser visitado por el público a partir de la próxima primavera
Conocido era que el castillo de Montjuïc se levantó sobre lo que había sido un fortín para defender la ciudad de las tropas castellanas en 1640, con motivo de la guerra de los Segadors. Pero la duda de los arqueólogos era si quedaban restos de esa construcción bajo la actual fortaleza. Durante los últimos meses se han buscado a conciencia en el marco de restauración de este espacio histórico y se han hallado diversas partes de esa primitiva edificación, que el público podrá visitar a partir de la próxima primavera, una vez acaben los trabajos de prospección y la adecuación de la sala donde se han descubierto.
Los restos del fortín hallado en una de las salas del castillo de Montjuïc, el jueves. Ricard Cugat
El delegado de presidencia del Ayuntamiento de Barcelona, Ignasi Cardelús, y diferentes técnicos del ámbito arqueológico, dieron a conocer el jueves a los medios de comunicación estos restos, que fueron en parte derribados con la construcción del actual castillo, entre 1753 y 1779. El jefe de arqueología del consistorio barcelonés, Ferran Puig, reconoció que el hallazgo no ha sido casual, ya que tenían indicios de la existencia de este fortín, por lo que en una de las salas previstas para el centro por la paz se rebajó el suelo a conciencia con la esperanza de encontrar restos, como así ocurrió el pasado noviembre.
CUATRO BALUARTES / Las ruinas descubiertas forman parte de uno de los cuatro baluartes defensivos que tenía la construcción, edificada con piedra de la montaña de Montjuïc, ligada con mortero. El elemento mejor conservado es una de las partes exteriores del baluarte de la zona sur (la más cercana al mar, con una altura de metro y medio), junto a una pequeña cisterna.
Estos restos datan de 1640, cuando los barceloneses construyeron un fortín para detener a las tropas castellanas de Felipe IV, que pretendían invadir la ciudad. «Es una construcción muy sencilla y levantada, según explican las crónicas de la época, en solo 30 días», destacó Puig, quien resaltó la paradoja de que «el castillo naciera con un papel estratégico de defensa y con los años se convirtiera en una amenaza para Barcelona», en referencia al papel de tuvo durante la guerra civil y el franquismo.
PARTE DEL RECORRIDO / Una vez acabados los trabajos en esta sala, el nuevo espacio arqueológico se incluirá en las visitas del público, que podrán seguir a una explicación sobre su importancia histórica y su significación gracias a unos paneles informativos. La previsión es que esté a punto en primavera.
En paralelo a estos trabajos, también se llevan cabo otras obras en el castillo, según recordó la directora del equipamiento, Carme Segura. En los últimos meses se está realizando la rehabilitación total del tejado, desde el que se pueden observar unas vistas únicas de la ciudad, a la vez que se ha restaurado la torre de vigilancia, donde se han recuperado dos relojes de sol de 1777. También se está interviniendo en el patio de armas y en la residencia de oficiales, con el objetivo de dejar la muralla del recinto al descubierto.
@ROSA MARI SANZ/El Periódico.com