ASIA/INDIA - Ataque vandálico a un Santuario Mariano
El Santuario Mariano de Nuestra Señora de la Salud en Guntkal, en la Diócesis de Kurnool, en Andhra Pradesh, ha sido atacado por vándalos que han destruido las imágenes y pinturas sagradas. Es lo información que la Agencia Fides ha obtenido de la Conferencia Episcopal de la India, que ha expresado su "preocupación y dolor por los episodios de violencia contra las estructuras, lugares y personas cristianas, que todavía se producen con frecuencia en la India”.
Las imágenes de la Madre de Dios, de San Juan y de María Magdalena han sido desfiguradas y decapitadas. El párroco, el p. Rachumala Prakash Reddy, ha informado de que el pasado 12 de diciembre los fieles que han ido a la iglesia para la misa del domingo han podido comprobar los daños causados por estos vándalos desconocidos. Mons. Anthony Poola, Obispo de Kurnool, deplorando el incidente y confortando al párroco, ha pedido a la comunidad cristiana local - que estaba planeando una manifestación pública de protesta – que no reaccionen y que mantengan la calma para evitar el riesgo de desencadenar una espiral de reacciones violentas por parte de los provocadores que buscan el enfrentamiento interreligioso.
El Obispo ha anunciado que la comunidad se reunirá en oración y celebrará una misa, rezando por la paz y en reparación por los actos de profanación cometidos.
Según los cristianos locales, el ataque se puede atribuir a miembros de grupos extremistas hindúes que no ven con buenos ojos la labor de los cristianos en la zona, un hecho común en muchos otros estados de la India.
La Iglesia india, ha reiterado a la Agencia Fides que "a pesar de los episodios de violencia y el sufrimiento, los cristianos continuarán rezando y trabajando por la paz y la armonía en el país".
La Iglesia de Nuestra Señora de la Salud fue elevada a la categoría de Santuario en 1999. Es un lugar de peregrinación y es visitada cada año por miles de personas, católicas y no católicas.
(PA) (Agencia Fides)
ASIA/INDIA - La historia de una parroquia que ha "desaparecido" después de las masacres contra los cristianos en Orissa
Bhubaneshwar– Se trata de una parroquia que se ha desvanecido en la nada. La historia de la parroquia católica de Betticalla, en la archidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar, escena de masacres contra los cristianos en agosto de 2008, es una historia trágica que la iglesia local narra a la Agencia Fides.
La parroquia abarcaba el territorio de la aldea de Nandigiri, donde vivían una centena de familias cristianas, junto con otras familias hindúes. Se trata de familias campesinas pobres, muy devotas y comprometidas con la iglesia local, donde trabajaban dos sacerdotes y tres religiosas, que residían en la parroquia.
Uno de los dos sacerdotes, el P. Mrityunjay Digal, es el actual secretario del Arzobispo Raphael Cheenath. Su madre y sus dos hermanos, que residen en la aldea han sido testigos y han sufrido algunos de los episodios más terribles de la violencia, en el período de las masacres.
Los militantes hindúes han afeitado la cabeza a uno de los dos hermanos, y exponiéndolo en público al ridículo lo obligaron a comer excrementos de vaca y beber orina, realizando un ritual de conversión forzosa al hinduismo.
Cada casa de los cristianos fue asaltada y quemada. Los fieles huyeron al bosque y luego se refugiaron en campamentos instalados por el gobierno. Pero son personas que no podrán regresar jamás a sus hogares porque los extremistas aún requieren la condición previa de una conversión en masa al hinduismo.
Las autoridades anunciaron "que no pueden hacer nada" frente a las amenazas de grupos radicales y que no pueden garantizar la seguridad de los cristianos, si regresan a la zona. La solución fue, la de fundar un nuevo pueblo, a una gran distancia de Nandigiri en las laderas de las montañas. El pueblo se llama - paradojalmente - "Shantinagar", es decir, "Lugar de paz".
De este modo, las autoridades locales han asignado a cada familia un pequeño pedazo de tierra para construir una nueva casa. Las familias cristianas (51 son católicas) se han puesto manos a la obra, han allanado el terreno, construido canales y caminos para que la zona sea habitable. Sin embargo, para construir cada casa se necesitan 80 mil rupias y se ha iniciado una colecta de fondos. Los jesuitas y las Hermanas de la Madre Teresa, han ayudado también, enviando mantas, cocinas y ropa.
Pero, a pesar de todos los esfuerzos, la supervivencia es muy difícil y se tiene la sensación de vivir en un "ghetto". No hay trabajo en "Shantinagar" y no existe terreno agrícola. La mayoría de los jóvenes viajan a diario a la vecina ciudad de Udayagiri, en busca de trabajo como jornaleros. "Pero la gente se sienta privada de su dignidad. Y la Iglesia en Orissa ha perdido una parroquia", dice a Fides una fuente de la iglesia local. Actualmente el párroco vive en la lejana Bhubaneswar, la capital del estado. Otro sacerdote viene a celebrar la misa del domingo. Los aldeanos quieren construir una nueva iglesia, con la ayuda de la Congregación de San Gabriel, pero aún se espera la autorización de las autoridades para la construcción. La vida en la nueva colonia es muy dura. El deseo oculto de los fieles, encomendados a las intenciones de Navidad, sería volver a Nandigiri. Pero es muy probable que esto siga siendo sólo un sueño.
(PA) (Agencia Fides)