'El arte leonés fuera de León', de la astorgana y directora de la sección medieval del Museo Arqueológico Nacional Ángela Franco, repasa en esta publicación las piezas leonesas exiliadas de la provincia
Ángela Franco, autora del libro, junto a Vicente Pastor, editor. (Foto: leonoticias.com).
"El devenir de algunas piezas artísticas leonesas está condicionado por una descorazonadora secuencia de donaciones, incautaciones, fraudes, destrucción, ventas, confiscaciones, robos o el simple desdén de sus propietarios". La leonesa Ángela Franco Mata, directora de la sección medieval del Museo Arqueológico Nacional, ha presentado el libro 'Arte leonés (siglos IV-XVI) fuera de Leon', donde realiza un repaso por todas las piezas artísticas que a lo largo de doce centurias salieron de la provincia leonesa para no regresar nunca a su origen.
Aproximadamente 160 piezas abandonaron, cada una de ellas por distintos motivos (aunque el trueque, la venta o los robos suelen ser los protagonistas), su localización leonesa de los siglos IV al XVI, a las que se suman "unas 15 medallas". En relación al "50 ó 60 por ciento de ellas se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional", tal y como señala Franco.
El crucifijo de Fernando y doña Sancha, un regalo de ambos incluido dentro del ajuar con el que obsequiaron a la colegiata de San Isidoro es sólo un ejemplo de los muchos tesoros artísticos que se conservan en el Museo Arqueológico de Madrid y de los que la investigadora astorgana desgrana su historia y su traslado fuera de la provincia en la que nacieron.
"Peor que una guerra mundial"
Muchas otras piezas de origen leonés se conservan en diversas instituciones y colecciones españolas, tales como las arquetas-relicario medievales, procedentes del monasterio de San Esteban de Nogales y que descansan en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, o el Cristo crucificado, del primer cuarto del siglo XIII, procedente de la iglesia de San Bartolomé de Astorga, y cobijado ahora en el Museo Frederic Marés, de Barcelona. El arte leonés ha traspasado también las fronteras del país, como sucede con la placa de marfil con la Traditio Legis, originaria de San Isidoro y localizada hoy en día en el Museo del Louvre.
Cada una de estas piezas encierra una historia, una razón por la que han sido exiliadas, piezas que, como indica Franco se encuentran, "en el mejor de los casos, en museos, fundaciones o colecciones españolas y extranjeras, y perdidas, en el peor, para siempre, en recopilaciones privadas, opacas a la actividad de los investigadores". Asimismo, la astorgana recuerda que "no hay posibilidad de recuperar todas estas piezas, aunque sí de que visiten León en exposiciones temporales" y advierte de que "si cada comunidad pretendiese recuperar los objetos que tiene desperdigados por el mundo, sería peor que una guerra mundial".
"Es complicado hacer atribuciones en el mundo medieval"
La investigadora repasa también el éxodo del arte de Sahagún y alrededores. No hay que olvidar, tal y como señala, que "el monasterio de San Benito el Real, es el más importante de los cluniacenses y siempre contó con un amplio apoyo del rey Alfonso VI", y a pesar de ello "fue un auténtico despojo como consecuencia de las amortizaciones en España". Además, recuerda que "no dejan excavar en la zona, pero si dejaran seguirían saliendo esculturas", lo que da una idea aproximada del valor que tuvo en su momento.
El arte medieval leonés, los scriptoria, o la desparición o filiación dudosa de diversos objetos, "en el mundo medieval, es complicado hacer atribuciones: a veces se nombra como autor de una obra al que la encargó, y no al que la hizo", se repasan también en este publicación, editada por Edilesa. Con un precio de venta de 55 euros, una presentación en gran formato (205x355mm) y 400 páginas de contenidos intensamente trabajados acercan, aunque sea en papel, detalles artísticos que duermen fuera de la provincia pero que conservan su sello leonés.
@Ana Puente/leonoticias.com