La futura galería acogerá el cáliz y la cruz procesional de Benedicto XIII, así como el Lignum Crucis de Clemente VIII .El proyecto se ubicará en la iglesia Santa María tras solventar las humedades.La Conselleria de Cultura anunció ayer que el proyecto de adecuación de la cripta de la Iglesia de Santa María de Peñíscola como futuro Museo del Papa Luna cuenta con el beneplácito administrativo. Sin embargo, para ello el primer paso será «solventar la problemática de las humedades», según admitió ayer el alcalde de la población, Andrés Martínez.
Esta cripta de la iglesia ya fue utilizada en la Llum de les Imatges. Con el nombre de cripta se entiende, en Peñíscola, unos arcos que hacen funciones de base y que han arrojado un espacio con dos bóvedas que en la actualidad se hallan cerradas al público.
El proyecto ha avanzado lentamente durante la presente legislatura, ya que, en 2008 el edil de Urbanismo, Romualdo Forner, explicó que se estudiaba mejorar la ventilación de la zona para mitigar la condensación. El siguiente paso, una vez obtenido el visto bueno de la Conselleria, será encargar del proyecto para el futuro museo, explicó el alcalde. Las obras podrían comenzar en breve, según la arquitecta Pepa Balaguer, quien se ha encargado de las obras de conservación y puesta en valor del patrimonio del casco antiguo.
El futuro museo albergará como piezas de mayor valor, el cáliz del Papa Luna, que data del siglo XV, el Lignum Crucis del Papa Clemente VIII y la Cruz Procesional del Papa Luna, «piezas de incalculable valor que finalmente podrán ser contempladas por peñiscolanos y turistas», destacó el primer edil.
Reposición de honores
La controvertida figura del Papa Luna está siendo reivindicada por parte de la Asociación de Amigos del Papa Luna, recientemente creada en Peñíscola y que quiere que Benedicto XIII deje de ser considerado por el Vaticano como un proscrito. El colectivo, que agrupa el mundo institucional, cívico y religioso de Peñíscola celebró recientemente una comunión con el cáliz de Benedicto XIII. Este es el cáliz gótico del siglo XV, una joya de orfebrería con el sello del Papa Luna, con el que daba la comunión Sant Vicent Ferrer.
Este año celebra el 587 aniversario de la muerte del Papa y una exposición ya reunió todas sus 'joyas pontificias', la Cruz Procesional de Benedicto XIII, el Cáliz del Papa Luna y Lignum Crucis de Clemente VIII. El cronista e historiador Juan Bautista Simó explicó que el Consell de Valencia regaló al Papa Luna una cruz procesional en 1414, trabajada en los talleres de orfebrería de Sant Mateu, y que cuenta junto con el Lignum Crucis, con un trozo de la reliquia de la vera cruz. Asimismo, existe documentación templaria de la presencia de trozos del leño de Cristo y que hablan que el Papa Luna fue enterrado junto con esas reliquias que fueron traídas por los templarios cuando, en el siglo XIV quisieron establecer en la localidad de Peñíscola un centro de culto.
@ J. MAURA, (PEÑÍSCOLA) / LAS PROVINCIAS.ES