Vista de Jerusalén
Una parte considerable de los monumentos históricos musulmanes que existen en el recinto de la ciudad antigua de Jerusalén se están echando a perder rápidamente sin que Israel permita a los palestinos realizar las tareas de mantenimiento y conservación imprescindibles. El inexorable deterioro se observa por todas partes en el barrio musulmán. Un buen ejemplo es el hammam Al-Ayn, un selecto baño público cuya construcción se remonta al siglo XIII y que funcionó con normalidad en la ciudad hasta finales de los años setenta. Los palestinos han tratado de arreglarlo recientemente sin éxito ya que las autoridadesisraelíes les impiden llevar a cabo la rehabilitación.
El control israelí sobre Jerusalén es tal que existen 400 cámaras de video repartidas por las callejuelas de la ciudad amurallada que ayudan a la policía a saber lo que ocurre en el recinto en tiempo real. Este control es más exhaustivo en el barrio musulmán, y todavía más estricto en la joya de la corona: la Explanada de las Mezquitas, con la noble Mezquita Al-Aqsa y el áureo Domo de la Roca.
Los israelíes llevan años excavando túneles en el barrio musulmán
"Aproximadamente, el 70% de los monumentos históricos de la ciudad antigua son musulmanes", comentaHuda Imam, directora del Centro para Estudios de Jerusalén de la Universidad al-Quds. "Israel siempre ha tratado de limitar en todo lo posible el control del patrimonio musulmán y cristiano. La UNESCO debería jugar un papel central en la preservación de los monumentos, pero su oficina ni siquiera está en Jerusalén, sino en Ramala, y no cuenta con un mandato específico para encargarse de la preservación histórica de Jerusalén porque Israel se opone".
Esta situación permite a Israel actuar por libre y según sus propios criterios e intereses. Desde hace años, los israelíes están excavando túneles por todas partes en el barrio musulmán. La red de túneles, que parte del Muro de las Lamentaciones, es muy amplia y su alcance nadie lo conoce con exactitud. Algunos arqueólogos independientes dicen que Israel busca ávidamente restos del primer templo judío, que según la Biblia lo construyó el rey Salomón en el siglo X antes de Cristo, aunque hay historiadores que cuestionan la narración bíblica.
Cierta "coordinación"
El punto caliente es el Domo de la Roca, con su cúpula dorada
"Los israelíes abren los túneles sin consultar con nadie, de manera unilateral, aunque sea bajo pleno barrio musulmán, y nunca informan al Waqf islámico (el ente que administra el patrimonio musulmán) de las excavaciones", explica Imam.
Durante el anterior mandato del primer ministroBinyamin Netanyahu, en los años noventa, los israelíes decidieron abrir al público un túnel desde la Vía Dolorosa, y esto condujo a unarevuelta que se saldó con la muerte de unos 80 palestinos. Poco después, en el año 2000, una visita de ArielSharon a la Explanada de las Mezquitas dio origen a la Segunda Intifada. Estos dos sucesos recientes muestran lo sensibles que son los lugares santos que las tres religiones monoteístas poseen en Jerusalén.
El punto más caliente, sin embargo, es el Domo de la Roca, con su característica cúpula dorada, donde según la tradición judía Abraham se dispuso a sacrificar a su hijo Isaac, y desde donde según la tradición musulmana Mahoma emprendió un misterioso viaje nocturno al más allá. Ahora se supone que bajo el Domo de la Roca hay varios túneles que Israel haexcavado en busca de aquel primer templo.
Israel podría buscar los restos del primer templo judío
El Waqf palestino cuenta con unas oficinas junto a la Explanada de las Mezquitas, pero todos los empleados que trabajan allí dependen del ministerio jordano correspondiente. Esto se debe a que Israel y Jordania mantienen unas templadas relaciones y a que los reyes Abdallah, y su padre, el difunto Husein, siempre han mostrado gran interés por los santos lugares. Esta curiosa situación implica que al menos existe cierta"coordinación" entre Israel y Jordania, aunque ninguna de las dos partes lo anuncie públicamente.
Pero la situación de los santos lugares y los monumentos no judíos de Jerusalén es todavía más compleja, puesto que en Ramala también existe un ministerio palestino que se encarga del Waqf. No obstante, los acuerdos de Oslo de 1993, que al menos en teoría siguen vigentes, excluyen que los palestinos puedan realizarcualquier tipo de actividad en Jerusalén.
Donaciones y prohibiciones
La UNESCO tendría que jugar un papel central en la preservación de los monumentos
"La realidad es que cuando quieres ir a la Explanada de las Mezquitas, lo primero que te encuentras, en la parte de fuera, son entre tres y cinco policías israelíes que determinan si eres musulmán o no. Luego, una vez que ya has entrado en el recinto de la Explanada, hay guardas que dependen del Waqf, que aunque son palestinos están a sueldo del correspondiente ministerio jordano", explica Imam.
Huda Imam consiguió una donación del Banco Islámico para rehabilitar el hammam Al-Ayn. La idea era reconstruir las cavidades subterráneas que hacían posible el funcionamiento de los baños, pero las autoridades israelíes le han prohibido hacer obras alegando que necesitan permisos especiales del Departamento de Antigüedades de Israel. Los palestinos se niegan a pedir los permisos porque equivaldría a reconocer la ocupación y sentar un precedente.
"Cuando íbamos a iniciar las obras en el hammam vino un empleado del ayuntamiento y nos presentó cuatro citaciones judiciales. Las obras se paralizaron. Quiero destacar que el funcionario era un colono judío de Cisjordania. Los israelíes ponen a colonos, que son más radicales que los israelíes ordinarios, a que traten con nosotros, y lo hacen para que la vida nos resulte más difícil. Los colonos son muy agresivos con los palestinos. Para colmo, hace dos años los colonos inauguraron una gran sinagoga sobre el tejado del hammam Al-Ayn",concluye Imam.
@EUGENIO GARCÍA GASCÓN/Público.es