La Junta de Gobierno Municipal aprobó el viernes el nombramiento de Josep Tomás i Galea, presidente y Gran Maestre de la Asociación Templarios de Jumilla, como «velador-custodio» de la imagen yacente de la Virgen de la Asunción
Los templarios entraron a la Ermita. L. O.
REDACCIÓN Ocho intentos costó a la Asociación de Templarios de Jumilla que les abrieran las puertas de la Ermita de San Agustín, donde mora la Patrona Nuestra Señora de la Asunción. Pero «la constancia, el tesón y la formalidad ha dado sus frutos» decía el alcalde de Jumilla, el socialista Francisco Abellán, que acudía por primera vez a esta Guardia Templaria que desde 2003 se realiza la noche anterior a la subida de la Patrona a la Iglesia Mayor de Santiago con motivo de las fiestas patronales.
La Junta de Gobierno Municipal aprobó el viernes el nombramiento de Josep Tomás i Galea, presidente y Gran Maestre de la Asociación Templarios de Jumilla, como «velador-custodio» de la imagen yacente de la Virgen de la Asunción durante todo el día de ayer. Del acuerdo se deriva que, durante la VIII Guardia Templaria, las puertas de la ermita estén abiertas, por primera vez desde que comenzara esta actividad, incluida en el programa de la Feria. La aprobación venía acompañada de la prohibición del tradicional disparo de cohetes que realizaban los templarios en las horas en punto. De esta forma a las doce y treinta un agente de la Policía Local procedía a abrir las puertas de la Ermita donde los templarios y los fieles rezaron.
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