El museo Wallraf-Richartz de Colonia (oeste de Alemania) exhibirá el próximo mes de marzo, y durante sólo 17 días, la mayor colección de instrumentos Stradivarius mostrada nunca al público.
Cincuenta piezas, entre violines, violas y violoncelos procedentes de colecciones privadas se expondrán bajo el lema "Stradivari-Mito y Música", en un homenaje a la figura del fabricante italiano Antonio Stradivari (1644-1737).
El comisario de la muestra, Jost Thöne, destacó hoy al presentar la exhibición que los cincuenta instrumentos suponen la décima parte de las piezas creadas por Stradivari que aún se conservan y que se calcula que son entre 550 y 580.
En las escasas ocasiones en que se subasta una de esas legendarias piezas, las pujas superan rápidamente el millón de euros, mientras que en las transacciones privadas se estima que los precios rozan los seis millones de euros, según datos facilitados por el museo.
"Para la exposición, se van a separar de sus tesoros algunos de los músicos más famosos", explicó el director del museo Wallraf-Richartz, Andreas Blühm.
Entre los músicos actuales que poseen una de esas piezas de coleccionista figuran Gidon Kremer y Anne Sophie Mutter.
La muestra será acompañada por conciertos vespertinos y talleres en los que se estudiarán las características que hacen inconfundible el sonido de un Stradivarius y, al mismo tiempo, los rasgos que identifican a cada uno de ellos individualmente.
Desde el museo destacaron que físicos, químicos, musicólogos y fabricantes de violines estudian todavía qué es lo que hace tan especial el sonido de uno de esos instrumentos.
Entre las diversas hipótesis figuran la calidad de su madera, procedente de la zona sur del Tirol, o ciertas sustancias que el maestro italiano incorporaba al barniz.
Para sumergir al espectador en la leyenda de Stradivari cada pieza se exhibirá por separado, dentro una urna de cristal.
El fabricante, que dotaba a sus creaciones de nombres como "Aurea", "Rothschild", "Vatelot" y "Gibson", contó entre sus principales clientes al Vaticano, a la Casa Real española y al astrónomo Galileo Galilei.