Valderredible
Cultura subvenciona la primera fase de consolidación de esta estructura
La Consejería de Cultura financia, con un presupuesto de 59.000 euros, los trabajos de consolidación en la torre medieval de Ruerrero, también conocida como el 'Castillo', declarada Bien de Interés Cultural en 1992. Esta actuación, según ha podido saber eldiariomontanes.es, es el inicio de un proceso de rehabilitación de esta torre defensiva que conserva el alzado de tres de sus muros, que a pesar de su estado ruinoso, conserva todavía su carácter señorial.
El objetivo de esta actuación, según palabras del regidor municipal, Fernando Fernández, es obtener un espacio singular y representativo para ser ofrecido como visita de interés turístico y cultural, añadiendo, de esta forma, un nuevo activo a la oferta turística y cultural del municipio.
Cultura subvenciona la primera fase de consolidación de esta estructura
La Consejería de Cultura financia, con un presupuesto de 59.000 euros, los trabajos de consolidación en la torre medieval de Ruerrero, también conocida como el 'Castillo', declarada Bien de Interés Cultural en 1992. Esta actuación, según ha podido saber eldiariomontanes.es, es el inicio de un proceso de rehabilitación de esta torre defensiva que conserva el alzado de tres de sus muros, que a pesar de su estado ruinoso, conserva todavía su carácter señorial.
El objetivo de esta actuación, según palabras del regidor municipal, Fernando Fernández, es obtener un espacio singular y representativo para ser ofrecido como visita de interés turístico y cultural, añadiendo, de esta forma, un nuevo activo a la oferta turística y cultural del municipio.
La Torre
Encima del pueblo de Ruerrero, localidad del municipio de Valderredible, se conservan las ruinas de una torre medieval del siglo XIV. Su planta es cuadrada de 10,5 metros de lado y su altura supera los 12 metros. Los muros están construidos a base de dos paramentos externos de sillería y un relleno interno de piedras y cascajo, unidos con argamasa. Destaca una ventana geminada de arcos de medio punto, abierta a la altura de la segunda planta. Hacia el interior esta ventana se convierte en vano único, rematado por arco de medio punto.
La fachada oriental carece por completo de aperturas. En el lado norte, encontramos dos troneras rectangulares. Elemento característico, que otorga singularidad al edificio militar, es el cuerpo adosado a la construcción que, con forma de cubo troncocónico, de unos 3 metros de diámetro y 5 de altura, actúa de contrafuerte del ángulo noroeste de la atalaya.
En el interior del edificio se observan restos de las estructuras de madera que conformaban el suelo de los diversos pisos. Las vigas que sostenían la primera planta se embutían en los huecos abiertos en la sillería del muro; mientras las del segundo piso, el más alto, lo hacían sobre un reborde de la pared, que se aprecia en todo el perímetro interno de la torre. Existen también los restos de un foso o trinchera de una anchura superior a 3 metros.
@J.L.SARDINA/eldiariomontañés.es