Conocemos a los +Hermanos que fueron hasta Rabanal para defender si hubiera sido preciso a los monjes benedictinos, y les felicitamos por su acción. Si la Guardia Civil hubiera hecho en su momento con los vecinos lo mismo que aconsejó a los +Hermanos del Temple, que se marcharan a su casa para evitar problemas, seguramente nada hubiera llegado tan lejos, y si a la vez hubieran custodiado el monaserio nadie hubiera puesto silicona en sus cerraduras. Los problemas no los trajeron los Templarios, precisamente su presencia allí fué para evitar problemas a los monjes. Desde nuestro punto de vista hicieron lo correcto. Felicidades.
La reunión entre la Diócesis y los vecinos no concluye con acuerdos
Por primera vez desde el pasado 16 de agosto los vecinos de Rabanal del Camino han podido disfrutar de la eucaristía con motivo de la celebración de la fiesta del Cristo. Dos de los monjes benedictinos de San Salvador del Monte Irago regresaban también ayer a la localidad arropados por el Obispo de la Diócesis, Camilo Lorenzo.
Casi un mes después de que la tensión se apoderara de Rabanal del Camino dando paso a un enfrentamiento entre los vecinos y los monjes de esta congregación, los ánimos siguen “alterados” en este pueblo símbolo del Camino de Santiago, como afirmó el presidente de la Asociación de Amigos de Rabanal del Camino, Agustín Rodríguez, al término del encuentro que algunos habitantes pudieron mantener con las autoridades religiosas que acudieron al lugar.
Sin embargo, el resultado de esta breve reunión no tuvo el resultado esperado ya que el tono entre los presentes fue elevado y las conclusiones inexistentes. Como explicó Rodríguez, “no ha quedado nada zanjado” a la espera de recibir una notificación por parte de la Diócesis en la que se fije una fecha para mantener una reunión formal con el obispo en un breve periodo de tiempo. En caso de que esa llamada por parte de la institución religiosa no llegue antes del domingo, “habrá nuevas movilizaciones”.
En dicho encuentro, los vecinos presentes aseguraron que los monjes se mantuvieron en silencio en todo momento sin hacer ningún tipo de intervención. Esta actitud es otra de las críticas realizadas desde el pueblo, que pide que “se dediquen a su vida monacal” y que “devuelvan las imágenes” que desde el principio han denunciado que fueron retiradas de la iglesia de la Asunción en el año 2000 sin conocerse aún su paradero.
Sin embargo, no fueron los vecinos los únicos en hacer balance de los hechos acaecidos en la localidad ya que monseñor Camilo Lorenzo se refirió a ellos durante la homilía. Así, expresó que “las familias auténticas no dilucidan sus problemas en la plaza del pueblo”, a la vez que defendió como “una comunidad cristiana no reúne a los enemigos de la iglesia”. Del mismo modo, se dirigió directamente a los vecinos de Rabanal indicándoles que “la iglesia no va a gobernar juntas vecinales o ayuntamientos, y tampoco éstos deben intentar gobernar la Iglesia”, concluyendo con el recuerdo de que “los monjes han pedido perdón públicamente”.
Palabras que no causaron ninguna reacción negativa entre los presentes y que fueron aplaudidas por un grupo de personas llegadas desde Astorga como apoyo a los monjes, quienes protagonizaron uno de los momentos de mayor alteración al leer en el púlpito un comunicado en el que tildaban de “injusto” el trato recibido por los monjes de manos del pueblo. En ese momento fueron varias las personas que abandonaron el templo, denunciando al término de la Eucaristía que el obispo hubiera permitido esta intervención, que según la máxima autoridad diocesana “no estaba preparada”.
Las discrepancias, que siguieron a la salida de la ermita entre unos pocos vecinos y los religiosos, tuvieron su primera representación antes del comienzo de la procesión ante la llegada de un grupo de personas pertenecientes a la Orden del Temple resurgido, que mostraron su apoyo a los benedictinos con una pancarta. Los allí reunidos, definieron esta muestra como “una auténtica provocación” que tuvo su fin cuando los agentes de la Guardia Civil les aconsejaron que abandonaran el lugar para evitar problemas.
@Laura A. Oria/Crónica de León