El ex prior Gibert pide a Roma que aclare el destino de los bienes de Valdediós
El religioso apela a la decisión del cardenal Rodé de que las propiedades y el dinero de la comunidad «sigan a los monjes en su nuevo destino»
El ex prior del monasterio de Valdediós (Villaviciosa), Jorge Gibert, ha solicitado a la Santa Sede aclaración sobre los bienes muebles y el dinero de su comunidad cisterciense, suprimida el pasado mes de enero por Roma. Estos bienes están siendo disputados entre dicha comunidad y el ex arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro, que sigue siendo delegado de la Santa Sede para Valdediós, aun después de haber sido trasladado a la diócesis de Valencia.
Los monjes, encabezados por Gibert, piden que los bienes se repartan entre los cuatro habitantes -tres monjes y un oblato- que formaban la comunidad en el momento de su disolución. En cambio, Osoro considera que han de quedar en el monasterio y ser destinados a la Comunidad de San Juan, la congregación que habita en el cenobio desde la partida de los monjes.
La aclaración que ahora solicita Jorge Gibert se basa en que el cardenal Franc Rodé -prefecto de la vaticana Congregación para los Institutos de Vida Consagrada- remitió un escrito el pasado marzo en el que disponía que «no será difícil destinar los bienes de la comunidad, de acuerdo con el delegado apostólico, de modo que puedan seguir a los monjes en su nuevo destino y, eventualmente, ser utilizados para otras obras de caridad». Pese a este dictamen, Gibert considera que está recibiendo «evasivas», ya que incluso el abad general del Císter, Mauro Esteva, ha terciado en la discusión al afirmar que los monjes tienen voto de pobreza.
Cuatro partes a repartir entre tres monasterios cistercienses y un oblato
Tras conocer la decisión de Roma de que los bienes de Valdediós «han de seguir a los monjes», Gibert propuso al Arzobispado que el dinero de la comunidad «se divida en cuatro partes y pase a las tres comunidades que han recibido a un monje, y la cuarta, a la familia del oblato». El ex prior aclara que «la comunidad tenía en el banco una cantidad de dinero fruto de su trabajo y de donativos, entre los cuales figura una herencia dejada nominalmente a mi persona y que puse a disposición de la comunidad».
Los monasterios de destino de ese dinero serían el de Cóbreces (Cantabria), que acogió a Gibert; el de Sobrado de los Monjes (La Coruña), que recibió a Lawrence Curran, y uno de los de la Congregación de Casamari (Italia), que recibirá a Massimo Marianella (Cóbreces y Sobrado son monasterios de los cistercienses trapenses). El oblato era también miembro de la comunidad al ser disuelta ésta.
Respecto a los «fondos de la biblioteca y máquinas existentes», Gibert propone que también sean «destinadas a las tres comunidades, para que estos bienes continúen en bien de la familia cisterciense». El ex prior evoca que cuando los monjes llegaron a refundar Valdediós, en 1992, «no había más que los muebles necesarios para que diez personas pudieran vivir de modo conveniente; todo lo demás es fruto del trabajo de los monjes o de donativos de personas que quisieron favorecer a la comunidad».
@J. MORÁN/La Nueva España