La necrópolis de Bab al Hanax se cerró en el siglo XIII y ha surgido en la parcela donde se construirá el retén de Bomberos de Ciutat Vella
Hace calor, mucho, en el solar de la calle Alta donde trabajan desde unas semanas los arqueólogos y que albergará el retén de Bomberos del Carmen. Entre las carretillas de tierra y los cimientos de viviendas cristianas bajomedievales que han aparecido surge la sorpresa. De momento, ya se han localizado 25 enterramientos musulmanas datados en un periodo que acaba con la Reconquista de la ciudad en 1238.
Hace calor, mucho, en el solar de la calle Alta donde trabajan desde unas semanas los arqueólogos y que albergará el retén de Bomberos del Carmen. Entre las carretillas de tierra y los cimientos de viviendas cristianas bajomedievales que han aparecido surge la sorpresa. De momento, ya se han localizado 25 enterramientos musulmanas datados en un periodo que acaba con la Reconquista de la ciudad en 1238.
Algunos están muy destrozados, apenas restos, indica la directora de la excavación, la arqueóloga Tina Herreros, quien indica que pertenecen a la necrópolis de Bab al Hanax, una de las más extensas de la ciudad musulmana y que surgió cerca del arrabal de Roteros.
El desnivel del solar es muy elevado, unos 80 centímetros, entre las calles Alta y San Miguel. Las tumbas han aparecido de momento en la parte alta, junto a la segunda vía. Justo debajo de pozos y cimientos de viviendas posteriores, cuyos moradores no tuvieron ningún reparo en destrozar las tumbas casi por completo.
Hace tres años, en la cercana calle Corona, Herreros y su equipo hicieron una cata para la Conselleria de Infraestructuras. La petición fue saber qué se encontrarán las obras del metro cuando se excave la estación del Carmen.
Un esqueleto completo y otros destrozados fue el resultado de aquella cata. No obstante, la arqueóloga comenta que no esperaba más tumbas tan al sur. Los enterramientos están dispuestos en varios niveles (de momento han salido dos) y carecen de cualquier tipo de ajuar. Eso, unido a que están orientados hacia la Meca, despeja ya cualquier duda sobre su origen. Entre los siglos XII y XIII, comenta, se amplió el perímetro de la necrópolis, lo que puede explicar el hallazgo.
A falta de un mes para que acabe la excavación, éste es el descubrimiento más interesante. La retirada de tierra, compacta y dura, apunta también a lo que fue una calle medieval, sin vinculación alguna con el cementerio. La intervención es fruto de un concurso que ganó la empresa Disbauxes y Naumaquies, previa a la construcción del propio retén.
Con tres plantas de altura y dotado con vehículos de tamaño reducido para mejorar los servicios en el centro histórico, el nuevo retén pretende dar una respuesta más rápida a las emergencias que se produzcan en estos barrios.
Las tumbas son retiradas después de su estudio y ser fotografiadas. Lo mismo sucederá con los cimientos de los edificios posteriores. Herreros apunta la posibilidad de que fuera una vivienda, aunque todavía está en las primeras fases de la excavación.
En la misma zona y tras la Reconquista se asentó la Morería. La calle San Miguel era el eje de este barrio de musulmanes desplazados por gobernantes cristianos.
«Falta encontrar su necrópolis», aseguró, para descartar cualquier relación con la que ahora ha salido a la luz. «Los musulmanes no enterraban a sus muertos cerca de las viviendas; esa práctica era sólo de los cristianos». La ciudad extramuros árabe hasta que se construyó la muralla cristiana tuvo por lo tanto esa opción.
@Paco Moreno/Las Provincias.es