El arqueólogo Ramón Villa, miembro de un equipo investigador encabezado por Julio Navarro, de la Escuela de Estudios Árabes de Granada (CSIC), abrió el ciclo de conferencias de Tulaytula
El arqueólogo Ramón Villa, coordinador del ciclo de conferencias sobre palacios mudéjares toledanos organizado por la Asociación Tulaytula (antigua Asociación de Amigos del Toledo Islámico), abrió ayer en la Posada de la Hermandad el conjunto de sesiones dedicadas a este tipo de edificaciones medievales. Villa, miembro de un equipo de investigación pluridisciplinar encabezado por el profesor Julio Navarro, de la Escuela de Estudios Árabes de Granada (dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas), cuyo objetivo es investigar el mapa de influencias tipológicas desarrollado en los palacios castellanos y andalusíes entre los siglos XII y XIV, retomó durante la conferencia la sesión pronunciada el pasado año en el III Curso de Arquitectura y Urbanismo Medieval de la Universidad de Castilla-La Mancha.
«Los palacios castellanos de la Baja Edad Media, los que corresponden a los siglos XII y XIII y en menor medida al XIV, retomaron las formas constructivas islámicas de un primer momento -califales y taifas-, las absorbieron, reinterpretaron y después exportaron de nuevo al mundo andalusí, cuando éstas ya se habían perdido en algunas zonas de Al Andalus». Esta hipótesis inicial, corroborada por una amplia documentación y evidencias arqueológicas reunidas por el equipo en el que Villa participa -junto a otro investigador íntimamente relacionado con Toledo, como Jean Passini-, equivale a plantear que algunos elementos de la arquitectura nazarí en el conjunto de La Alhambra granadina, por ejemplo, procedan más de la reinterpretación castellana que de la propia herencia andalusí heredada por vía directa.
«Tenemos que sistematizar datos y presentar después nuestras conclusiones, pero en principio ya sería posible plantear que Toledo representó un papel fundamental en ese proceso de reinterpretación de las formas constructivas de los primitivos andalusíes al servicio de los palacios cristianos y su posterior exportación al mundo andalusí». Las características arquitectónicas y evolución de esta ciudad han permitido contar con edificios, especialmente conventos, en donde han quedado ‘fosilizadas’ las características constructivas de esos primitivos palacios, «construidos algunos de ellos a finales del siglo XII y comienzos del XIII, cuando aún no se había producido la reconquista cristiana de ciudades como Córdoba y Sevilla».
Ramón Villa contó durante su conferencia con diversas fotografías y reconstrucciones arquitectónicas digitales realizadas por Antonio Almagro, miembro también del equipo de investigación coordinado por Julio Navarro, el cual tuvo como punto de partida sus excavaciones en el antiguo alcázar de Guadalajara. Elementos como los patios y las qubba, las formas cupuladas que es posible apreciar en Toledo en espacios como el Salón Rico del Corral de Don Diego, permitieron a los asistentes apreciar el desarrollo de las construcciones palaciegas en el Toledo medieval y cómo su reinterpretación del Al Andalus primitivo fue asumida posteriormente en los propios territorios musulmanes.
@ADM/La Tribuna digital de Toledo