Cesar Vidal
Cuando cualquier persona con dos dedos de frente escucha hablar de Cesar Vidal, se lleva las manos a la cabeza y posiblemente zanje la converssación con "estupideces no, por favor".
Salvo algún sevillano de baja estatura, tanto física como moral, conozco a pocas personas con una capacidad de odio y rencor tan alta como la que tiene Cesar Vidal. No habla, vomita afirmaciones sin base alguna y tan solo respaldadas por aquellos que, por sus negocios e intereses, piensan como él y a los que le viene muy bién tener a uno que exprese ese sentimiento anti todo que emana de las palabras de tan lamentable censor, porque no es otra cosa que un censor en potencia, un crítico destructivo, sin dar alternativa alguna a lo que él critica e insulta sin miramiento alguno, en ocasiones ni respeto a las ideas de algún familiar que forma parte de lo que tan demagógicamente denomina imperio del mal.
Parece un capillita protestante pero realmente creo y pienso que es un capillita de si mismo. Un personaje que solo podía abrirse camino a través de la copia de grandes periodistas, críticos pero con base, y con una talla bastante más alta que la de este lamentable personaje público.
Se puede ser idiota, y no pasa nada; se pueder estar equivocado y no pasa nada; se puede ser de cualquier tendencia política y no pasa nada; se puede ser de cualquier religión y no pasa nada, pero lo que no se puede ser es un cínico rencoroso, destruir por destruir, sin aportar nada más que veneno por su boca sin que la comunidad te pase factura, y eso es lo que le pasa hoy a Cesar Vidal, que aunque se crea un entendido en algo, es muy difícil encontrar quien le considere como fuente fiable y responsable de alguno de los temas qeu toca este individuo que dificlimente creará escuela.
Ni sus libros, que la gente compra por lo estratégicamente comercial de sus títulos y no por su lamentable contenido, ni sus intervenciones en radio o TV, ni sus artículos escritos dicen más de él que es un entendido en nada y aspirante a censor de todo, aspirante sin base ni nada en lo que apoyar sus increíbles y demagogos pensamientos, que a buén seguro producirán sueños húmedos en añoradores de otros tiempos pero poco más.
Lean el artículo que este personaje escribe en el diario La Razón y piensen en lo que les he dicho, intenten sacar algo más que no sea el convencimiento de que este individuo intenta manipular la opinión pública a base de frases hechas y conceptos más propios de simplones jovencitos de rancios prejuicios que de un articulista serio e imparcial en sus comentarios.
Lean el artículo ahora, nada más que aportar:
Del Edén a Bilderberg pasando por Lautaro, por César VIDAL
5 Junio 10 - César Vidal
Los hay que afirman que el primer Gobierno secreto fue el formado por Satanás con sus ángeles caídos. Disfrazado de serpiente su cabeza, lo primero que logró fue sacar del Edén a los primeros humanos y desarreglar el mundo de manera, hasta ahora, permanente. A decir verdad, no encontramos algo parecido hasta el s. VI a. de C., cuando Pitágoras de Samos, el filósofo del teorema, logró convencer a sus discípulos para que fueran ocupando de manera secreta los gobiernos de algunas polis griegas.
Lo consiguieron por breve tiempo, porque los ciudadanos acabaron descubriendo todo y el mismo Pitágoras pagó con la vida su peregrino proyecto. No sorprende que los emperadores romanos se ocuparan de que no existieran sociedades secretas que pudieran conspirar contra ellos a veces mediante el curioso expediente de convertirlas en organizaciones subvencionadas. Ni los templarios –auténticos banqueros de su época disueltos por la Santa Sede– ni los gremios medievales fueron sociedades secretas a pesar de lo que afirman las leyendas.
Hubo que esperar hasta la fundación de la masonería a finales del s. XVIII para que existiera una verdadera sociedad secreta empeñada en gobernar desde la sombra. En más de dos siglos de existencia, los Hijos de la viuda han hundido reinos e imperios, pero luego siempre han demostrado una deplorable incapacidad para levantar algo que mereciera la pena. Bolívar y San Martín, Aguinaldo y Martí pudieron derribar junto a otros padres de las repúblicas hispanoamericanas el imperio español, pero dejaron servido un desaguisado que todavía provoca las pesadillas de millones de personas. No sorprende que uno de los últimos actos de gobierno de Bolívar, antiguo miembro de la logia Lautaro, fuera prohibir la masonería y las sociedades secretas.
Le costó un atentado que a punto estuvo de costarle la vida y que le llevó a retirarse prudentemente. A finales del s. XIX e inicios del s. XX, los masones lograron imponer en Francia una batería de medidas laicistas que pretendían borrar a los creyentes de la faz de la tierra y que fueron copiadas con entusiasmo por los que proclamaron la Segunda República en España en 1931. Sabido es cómo terminó el experimento. Durante la posguerra, la masonería, fuertemente incrustada en la Internacional Socialista, logró crear un sistema neo-colonial en el área de la «francophonie», pero no era rival para una URSS pujante ni tampoco tenía posibilidad de controlar Estados Unidos.
A lo sumo, podía ayudar a Mitterrand a ser presidente o a Felipe González a mantenerse encaramado en la cima del PSOE. A mediados de los setenta, la Logia P-2 estuvo a punto de apoderarse de Italia. Sin embargo, lo que se desencadenó fue un escándalo que afectó a la Banca Vaticana, que metió en prisión a docenas de políticos de todos los colores y que abrió, siquiera indirectamente, el camino a Berlusconi, por cierto, antiguo iniciado de la P-2… En paralelo, se han ido multiplicando las referencias a distintas instancias que, supuestamente, no serían tan patosas como los masones y que sí controlarían el mundo. Si hace 30 años las referencias obligadas eran a la Trilateral –que tenía una visión ideológica más o menos perfilada– hoy se habla del Club Bilderberg.
No se puede negar que merece la pena escuchar lo que se dice en sus reuniones; que los invitados suelen ser gente notable –con excepción del presidente del Gobierno de la nación que acoge la reunión, que siempre es invitado y puede ser tonto perdido– y que los temas abordados son de actualidad. Ir más allá no pasa de ser un ejercicio de imaginación y es que si verdaderamente existe un Gobierno secreto del planeta siga siendo el mismo que logró arrojar a la primera pareja del Edén.
ALGUNAS NOTAS SACADAS DE LA WIKIPEDIA SOBRE CESAR VIDAL
POSTURAS POLÉMICAS
Su presencia mediática exitosa como director del programa La Linterna de la cadena COPE, lo ha situado como uno de los intelectuales de referencia para algunos sectores de la derecha, mientras que concentra las críticas de la izquierda española.[cita requerida]
Vidal es, sobre todo en los últimos años, un escritor extraordinariamente prolífico: entre 2004 y 2007 ha editado más de sesenta publicaciones. Sus libros tratan temas muy variados: ha escrito volúmenes de curiosidades y anécdotas históricas, como la serie Nuevos enigmas históricos al descubierto, ensayos como España frente al Islam, libros infantiles o incluso alguna traducción. Esta capacidad de producción bibliográfica la explica en su soledad y en su capacidad organizativa:[11] [12
Es una cuestión de organización. Hay precedentes aún más brillantes, como Lutero, que en sus últimos años escribió un libro cada 15 días. La clave está en el aprovechamiento del tiempo, el conocimiento de los asuntos sobre los que trabajas y el saber rentabilizar aspectos que van surgiendo en la investigación.
Sin embargo, existen numerosas críticas sobre su trabajo. Se le ha reprochado un manejo poco riguroso de la bibliografía: por un lado, las referencias no siempre serían precisas, y, por otro, citaría obras que no ha consultado, se inventaría fuentes o su contenido y realizaría traducciones erróneas. También se le ha acusado de plagios. En tal sentido, el historiador Eduardo González Calleja describe el método de Vidal de la siguiente forma:[13]
[...] una porción de páginas de relleno que envuelve la inanidad total a la hora de tratar el tema que es presunto objeto de análisis [...]; un aparato «crítico» repleto de notas improcedentes o de relleno, con siglas que quizá pertenezcan a fuentes ignotas, con una bibliografía contextual que se exhibe pero que no se emplea, trufada de títulos deliberadamente poco accesibles al lector español, que se citan de forma incompleta o que no aparecen en la relación final.
Las críticas abarcan desde la invención de fuentes a la tergiversación de traducciones, pasando por hacer pasar fuentes secundarias por investigación primaria por su parte. Por ejemplo, los historiadores Ian Gibson[14] y Ángel Viñas[15] han señalado que una cita que incluye en Paracuellos-Katyn. Un ensayo sobre el genocidio de la izquierda, atribuida a la edición del 3 de noviembre de 1936 del diario madrileño La Voz, usada como muestra de que, en los periódicos madrileños, el "exterminio no sólo no se ocultaba como objetivo fundamental, sino que incluso se pregonaba y originaba comentarios jactanciosos",[16] no existe. La cita es la siguiente:[17]
Hay que fusilar en Madrid a cien mil fascistas camuflados, unos en la retaguardia, otros en las cárceles. Que ni un quinta columna (sic) quede vivo para impedir que nos ataquen por la espalda. Hay que darles el tiro de gracia antes de que nos lo den ellos a nosotros.
Tanto Gibson como Viñas afirman haber consultado las hemerotecas y no haber encontrado ninguna frase similar en dicho periódico ni ese día ni los anteriores o posteriores. Sí se publicó, en cambio, un editorial (que Gibson reproduce prácticamente íntegro) en el que se puede leer:[14]
Madrid será diezmado. De su millón de habitantes perecerá la décima parte.
Gibson concluye afirmando que "Lo menos que se puede pedir a un investigador es que compruebe sus fuentes y las cite correctamente".[14] [18] El juicio de Viñas es más duro: "Vidal se ha basado en la tergiversación y distorsión de documentos a sabiendas que muy pocos de sus lectores estarán en condiciones de comprobar sus afirmaciones. Si falsifica datos que cualquiera puede encontrar fácilmente en hemerotecas, ¿qué no hará cuando alega basarse en archivos menos asequibles?".[15]
Un ejemplo de tergiversación de traducciones es el relativo a la obra de Felix Schlayer sobre las matanzas de Paracuellos, Diplomat im roten Madrid, también en Paracuellos-Katyn (el libro de Schlayer permaneció sin traducción al castellano hasta 2006, en que fue publicado por la editorial Áltera, bajo el título Matanzas en el Madrid republicano). De acuerdo a Vidal:[19]
Durante la entrevista con Carrillo, Schlayer y el delegado de la Cruz Roja recibieron todo tipo de seguridades. Sin embargo, el diplomático noruego percibió en Carrillo «inseguridad» y «falta de sinceridad», especialmente porque insistía en que no sabía nada del traslado de los presos lo que, cierto es, resultaba poco verosímil.
Sin embargo, tal traducción es negada por, al menos, tres historiadores. Gibson —que trabajó con una traducción del libro de Schlayer entre finales de los setenta y principios de los ochenta que le había hecho su esposa—, ya en 1983, describe la narración de Schlayer sobre su entrevista con Carrillo la tarde del 7 de noviembre de un modo radicalmente diferente:[20]
Schlayer, que, como hemos dicho, abandonó Madrid en julio de 1937 —según él bajo amenaza de muerte lanzada por el Gobierno rojo—, volvió a España al final de la guerra. El 7 de marzo de 1940 prestó declaración ante los jueces de la Causa General acerca de sus investigaciones sobre la matanza de presos. La declaración de Schlayer confirma el relato publicado en su libro en 1938, y no añade nada nuevo a éste. A pesar de ello, creemos oportuno citar su referencia a la conversación que sostuvo con Santiago Carrillo en el Ministerio de la Guerra aquella tarde del 7 de noviembre de 1936, cuando le contó a éste lo que había visto aquella mañana en la cárcel Modelo y le expresó su inquietud por la suerte de los presos políticos.
A continuación Gibson incluye la citada declaración de Schlayer en la Causa General acerca de la entrevista con Carrillo:
En su visita a Carillo, le denunció estos hechos y mantuvieron larga discusión porque Carrillo sostenía que había máxima seguridad. La situación en Madrid era tan anárquica que le consta que a pesar de haberse perpetrado ya a esa hora la mayor parte de los asesinatos, Carrillo no conocía los hechos.
Declaración de Schlayer ante la Causa General el 7 de marzo de 1940 (caja 1.527, «Embajadas», ff. 77-89, citado en (Gibson 2005: 138-139)[21]
Por otra parte, el historiador Miguel Ángel Molinero ha acusado a Vidal de que la traducción de Manetón que éste publicó en 1993 no lo es del original griego, sino de la traducción inglesa presentada en la edición bilingüe inglesa de Manetón en la serie Loeb[22]
Proclive a expresar públicamente sin prejuicios su condición de cristiano protestante,[23] son causa también de controversia algunas de sus opiniones sobre temas científicos y sociales, como, por ejemplo su afirmación[24] de que no existen pruebas de la macroevolución, es decir, que existe evolución dentro de las especies pero que no está probado que unas especies hayan evolucionado desde otras, lo que va en contra de la actual teoría de la evolución.
César Vidal ha calificado al euskera, en su programa de radio, de lengua "muy primitiva".[25] También ha calificado al catalán de "dialecto" del provenzal, afirmando que no concita "el menor interés" para aprenderlo porque "es una lengua pequeña".[26] Afirma, también, que el valenciano es una lengua distinta del catalán.
Asimismo, y también en contra del criterio establecido actualmente, ha negado la existencia del asturleonés como grupo lingüístico autónomo y con entidad propia, calificando el asturiano de "dialecto del castellano", caracterizado únicamente "por finalizar las palabras en u"...