El nombre genérico Leyenda de la Encantada hace referencia a un conjunto de tradiciones orales y leyendas mitológicas narradas en numerosas localidades de España. A pesar de que existen múltiples variantes locales, una serie de elementos son comunes a todas ellas: la protagonista (una joven de larga cabellera), el momento temporal (Noche de San Juan), manifestación (peinándose) y otros elementos (espejo, peine - generalmente de oro -, boda).
La Encantada está íntimamente relacionada con seres mitológicos como las Lamias, Mouras (mitología gallega), Mari (mitología vasca) y las Xanas (mitología asturleonesa), de hecho una y otras, en esencia, son versiones diferentes de la misma narración pero adaptadas a entornos culturales particulares.Así mismo, su relación con la mexicana mujer Xtabay sugiere una presencia antiquísima y casi universal del mito o una posible difusión transatlántica, bien a través de los procesos de Conquista de América, en el proceso inverso mediante la importación de leyendas de los pueblos americanos originarios, o bien tratándose de una tradición de ida y vuelta.
DISTINTAS VERSIONES SOBRE EL MISMO MITO
Aketegui (Cegama)
Un pastor se acercó un día a la boca de la espantosa cueva que se abre en la parte oriental de la cresta de Aketegui. Había oído que Mari habitaba aquella oscura caverna y que sólo se dejaba ver cuando salía a la entrada a peinarse su hermosa cabellera.
Baza
En el río de Baza, a un kilómetro aproximadamente de la carretera de Murcia-Granada, hay una terrera con unas cuarenta o cincuenta cuevas con varias ventanas, llamada Terrera de los Argálvez, donde cuentan los más viejos del lugar, que todos los días de San Juan, al salir el sol se asomaba por las ventanas una mujer morena con el pelo muy largo y que año tras año aumentaba la curiosidad por verla, hasta que un día de San Juan, que nadie sabe la fecha exactamente al salir el sol se asomó por una de las ventanas de la cueva, con un peine en la mano derecha y una daga en la mano izquierda y dirigiéndose hacia un señor que esperaba, le dijo: ¿qué quieres: la dama, el peine o la daga?, a lo que el señor contestó: la daga. Ella entonces le dijo: ¡pues con ella te atraviesen el alma, porque me has encantado para otro tanto tiempo!.
Benamor (Moratalla)
En los tiempos visigóticos, aquellas tierras de Moratalla habían tejido otra historia de amor; estando la princesa Ordelina prometida en matrimonio con el noble Sigiberto, quebrantó instantes antes de la boda su palabra, para casarse con Hiliberto, rival de aquél. Contrajeron el vínculo vísperas de San Juan, pero el matrimonio no quedó consumado porque a media noche moría repentinamente Ordelina, quedando condenada su alma a vagar en pena eternamente, a causa del perjurio, cobrando figura humana sólo y en cada año, la noche de San Juan, cuando el destino le permitía salir de la tumba para peinarse sus largos cabellos en el arroyo de Benamor.
Las Camarillas (Hellín)
En la madrugada del día de San Juan (24 de junio), solía aparecer una dama muy blanca con el pelo muy largo y rubio al pie de la cueva de la Camareta, a orillas del camino de la Junta de los Ríos, muy próximo al río Mundo, sentada en una piedra y peinándose con un peine de oro, preguntándole, si alguien pasaba por allí, sobre qué le gustaba más, si el peine o ella. Dicen que en cierta ocasión pasó un pastor y al hacerle la pregunta éste respondió que el peine, exclamando ella: ¡maldito seas, que por tu culpa seguiré encantada!.
Paterna del Madera
Una cueva situada entre el Río Madera y Casa Rosa, conocida como la cueva de la Encantada, donde en las madrugadas de la noche de San Juan aparecía una dama vestida de blanco, con largas melenas, peinándose.
Puerto Lumbreras
Cuentan que en una cierta ocasión cuando anochecía, un pastor casi anciano encontró junto a un baladre a una hermosa dama. Ésta le llamó y le dio a elegir entre un peine de oro, que sostenía en una mano, o su persona. El anciano eligió el peine y la joven lamentándose espetó: ¡ay, que me has encantado por cien años más! y desapareció tras un resplandor.
Villarrobledo
En esta versión aparecen los elementos fundamentales: bellísima joven, la maldición (o encantamiento), el peine de oro o la Noche de San Juan. Sin embargo, lo peculiar es que une la leyenda con la realidad puesto que, efectivamente, en la zona hay un castillo y otros cercanos y crecen flores raras que no se pueden encontrar en otro lugar.
Resumen del texto recopilado por Elvira Menéndez y José María Álvarez: En la noche de los tiempos, una joven y bellísima princesa llamada Dulciades, hija del señor de un castillo, es raptada por Draskolín, un príncipe malvado y depravado hijo de Hastrano, señor de otro castillo vecino. El cruel príncipe da muerte al aya de la princesa que, antes de morir, pronuncia una maldición contra él. Con motivo de esa maldición el príncipe muere en una de sus frecuentes correrías y, como castigo, su padre encierra a la princesa en una mazmorra. Después ordena a la bruja Nasanta que prepare un veneno para matar a la princesa. Cuando se lo ha suministrado, se aparece el aya y empareda a la bruja, aunque no puede evitar que el bebedizo haga parte de su efecto. Sólo consigue que la princesa duerma en un estado letárgico hasta que, una vez al año cada Noche de San Juan, despierte. Esa noche aparece La Encantada, una delicada y bellísima joven de tez clara, peinando su larga y hermosa cabellera con un peine de oro, para regar y cuidar unas flores extrañas que sólo crecen allí. Otras versiones de leyenda añaden que, si la ves y te mira fijamente a los ojos, ocuparás su lugar.
SIGNIFICADO DE LA HISTORIA
La "historia" de la encantada, en sí misma, hunde sus raíces en un tiempo en que los conocimientos y la propia historia de las sociedades humanas se trasmitía de manera oral y reflejan manifestaciones del pasado de difícil explicación hoy en día. La Encantada recuerda a las ninfas de la mitología clásica (figuras femeninas jóvenes de gran belleza que se aparecen junto al agua). En muchas de ellas también se pueden intuir los precedentes de los cuentos infantiles (jóvenes de gran belleza física y espiritual son encantadas por algún poder maligno y quedan en espera de algún héroe valeroso que rompa su hechizo con una bella acción). Las similitudes entre los relatos sugieren un contacto cultural, quizá desde la prehistoria.
Los encuentros con Mari, las mouras y las encantadas, en general, no son positivos para el espectador; aunque existe una cierta graduación entre el terrible carácter de Mari y la posibilidad de quedar hechizado o hechizada de las encantadas. Muchas de estas últimas dan la posibilidad de la salvación para las personas que se encuentran con ellas eligiendo uno, entre varios objetos; si bien es reseñable el carácter de alguna de ellas, como la de Villarrobledo, cuya sóla mirada (en clara alusión a las Lamias y la Santa Compaña) le puede servir para liberarse y dejar al infeliz espectador ocupando su lugar.
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