UN YACIMIENTO ROMANO SUFRE EL EXPOLIO DE SUS VESTIGIOS EN EXTREMADURA

Pablo Esteban, donde se ubicó la población de Manliana. F. BARROSO

Los comentarios apuntan a que gente residente más allá de las fronteras de la comarca, e incluso de la región, sin vinculación alguna con la demarcación de Tierras de Granadilla, vienen paseándose por las hectáreas de terreno donde se asientan los restos de lo que posiblemente sea la mansio romana de Manliana, cuyos estratos más antiguos parecen ser de origen vettón. Estudios serios del investigador en lides arqueológicas Jaime Río-Miranda Alcón parece que así lo confirman.
A lomos de potentes todoterrenos y provistos de detectores de metales, estos forasteros inspeccionan detenidamente todo el área arqueológica y luego hacen de las suyas. Se ha sabido que han sacado lotes de monedas de diferentes épocas romanas y han comercializado con ellas, corriéndose la voz que muchas de estas monedas y otros objetos van a parar a un lugar de Portugal donde se celebra clandestinamente un mercado de piezas arqueológicas.
Aparte de estos atentados contra el patrimonio cultural de la comarca, también se han ejecutado por los mandatarios locales pistas forestales que han quebrantado los estratos fértiles de esta vieja población. Hace unos años, incluso se envió por parte de la autoridad municipal a sacar piedra de este importante yacimiento a unos obreros que se dedicaban a adecentar los caminos rurales. En estas incomprensibles excavaciones, apareció una pieza de laboreado granito, que presentaba cierto símbolo lunar y otros esgrafiados y que parece ser que era parte de un monumento funerario de época vettona. La pieza fue troceada y se llevó para reafirmar las alcantarillas de uno de estos caminos rurales.
Uno de los principales manantiales que surtía de agua a esta población, sobre el que se alza un brocal granítico de factura muy antigua, con muchas cazoletas y símbolos cruciformes, corre el serio peligro de venirse abajo, debido al desmembramiento de la base que lo sustenta. Otro de los manantiales, que los ancianos del lugar conocían como 'Pozo de la Pizarrilla' o 'Pozo de la Malllana', nombre este último de gran parecido con el vocablo 'Manliana', del tipo de los pozos romanos en rampa, abovedados y escalonados, sigue anegado por completo.

Estudiosos consideran que la mejor forma de preservar los vestigios de esta señera población, ya citada por el geógrafo Ptolomeo, sería el proceder a su excavación, levantando el correspondiente centro de interpretación de la misma.


@ FÉLIX BARROSO GUTIÉRREZ/Hoy.es