Carme Chacón
La ministra de Defensa, Carme Chacón, y la presidenta regional de Madrid, Esperanza Aguirre, visitaron hace unos días, el Hospital Militar Gómez Ulla. Durante la visita ha ocurrido un incidente que no ha difundido la crónica de la agencia Efe pero que sí ha comentado Intereconomía TV en su informativo de mediodía. Por lo visto, y como suele ocurrir en estas fechas navideñas, en el hospital había no pocos Belenes y eso molestó a la ministra, que reiteró su intención de erradicarlos en los edificios públicos, lo que ha provocado el enfado de buena parte de los empleados de ese hospital. El caso es que el año pasado el Ministerio de Defensa llegó a plantear la cesión de terrenos de La Legión para usos religiosos de los musulmanes en Melilla. El castillo militar de San Fernando, en Figueras (Gerona), que es propiedad de Defensa,fue cedido este verano para el rezo del ramadán.
Estos hechos me llevan a concluir que lo que le molesta a Chacón no es la religión en general, sino el Cristianismo. Desde luego, la ministra es muy libre de dirigir sus prejuicios contra lo que le apetezca, mientras no pretenda usar su cargo para imponérselos a otros a costa de sus derechos y tradiciones. Para desgracia de Carme Chacón, en España se cuentan los años desde el nacimiento de Cristo, las principales fiestas son católicas y los usos y costumbres son los propios de una nación encuadrada en la civilización occidental de tradición judeocristiana, que es la única en la que han florecido y se han consolidado la libertad y la democracia, a diferencia de lo que ocurre en las naciones de mayoría islámica. Nuestras Fuerzas Armadas no son algo ajeno a la sociedad, sus tradiciones son parecidas a las de la población civil. Sin ir más lejos, la Armada tiene como patrona a la Virgen del Carmen, que da nombre a la ministra, y el Ejército de Tierra luce en su escudo un símbolo tan ligado a nuestra historia como es la Cruz de Santiago, como veis sobre estas líneas.
Es posible que nada de esto le importe a una ministra a la que le cuesta cada vez más disimular su cristianofobia, que es lo que explica incidentes como la rabieta antibelenística que le dio hoy a Chacón en el Gómez Ulla. Esta mujer es miembro de un gobierno que no ha ocultado su fobia al Cristianismo y su desprecio por derechos tan elementales como la libertad religiosa, dejando tras de sí episodios tan bochornosos como el cierre al culto de una basílica católica por orden gubernativa, algo que no se ha visto en ningún país occidental. Lejos de respetar la realidad social, las libertades y tradiciones de nuestro pueblo, este ejecutivo pretende imponernos sus odios y manías a todos los españoles. A este paso no me extrañará que algún ministro nos venga un día de éstos con que urge cambiar el signo de sumar por coincidir en forma con la cruz de Cristo. Sin ir más lejos, la pasada primavera y tras la prohibición de Chacón de que se rindiesen honores militares en la procesión del Corpus en Toledo -una tradición vigente desde hace dos siglos-, me preguntaba yo aquí: “Qué será lo próximo? ¿Prohibirle al Ejército celebrar la Navidad?”En mala hora lo pregunté.
Fr.+Pedro Juan Ruiz