Los feligreses no fueron a la misa del párroco, al que culpan de la falta de las joyas de la Virgen
Un momento de la subasta de productos de cerdo. // Hernández
Más de 200 personas asistieron ayer a la misa de Santo Antonio Abade en la capilla de As Cortellas, en la parroquia de Padróns,que es propiedad de los vecinos de este barrio. Esta tradicional celebración contó este año con una misa televisada ante la negativa de los vecinos a asistir a la eucaristía oficiada por el cura actual, Jesús Carrera. Los vecinos pretenden que se le envie otro cura porque responsabilizan al actual de la falta de custodia de las joyas de las vírgenes de la parroquia.
Lo que no cambió fue la subasta de tajadas y chorizos característica de esta festividad en honra el patrón de los animales domésticos, que realizaron los propios vecinos.
Según explicó Diego Troncoso, presidente de la Asociación de Vecinos, ante un amplio número de asistentes, la organización se vio obligada a celebrar la misa en el exterior ya que la capacidad de la capilla no permitiría albergar la más de 70 personas. No, obstante dentro de la capilla estaban las imágenes de San Francisco y Sano Antonio, a las que los fieles dieron sus donativos.
Después de la celebración religiosa, 140 fegreses previamente inscritos desfrutaron de un lacón con grelos servido por una empresa de catering a 9 euros el plato. Una comida habitual todos los años aunque nunca tan multitudinaria.
La asociación de vecinos lamenta la postura "inflexible" del Obispado al enviar al párroco a la parroquia para no oficiar misa y se muestra sorprendida "ante las escasa voluntad de negociación", ya que que únicamente se dirige a los feligreses mediante su página web.
@GABINO PORTO, (Vigo)/Faro de Vigo