Asesinan a gobernador de Punjab por oponerse a ley de blasfemia e interceder por la vida de la cristiana Asia Bibi
Salman Tasir, gobernador de Punjab (Pakistán)
El gobernador de Punjab (Pakistán), Salman Tasir, que intercedía por la vida de la cristiana Asia Bibi, condenada a muerte por una presunta ofensa contra Mahoma, fue asesinado de nueve tiros por uno de sus guardaespaldas debido a sus críticas a la ley de blasfemia.
El crimen fue perpetrado cuando Tasir bajaba de su automóvil cerca a un mercado en Islamabad. El asesino confesó tras su detención que actuó porque el gobernador estaba a favor de enmendar la ley de blasfemia. El Ministro del Interior, Rehman Malik, informó que se está investigando si hay alguien más detrás de este asesinato.
Tasir era blanco de las críticas de los islamistas por su oposición a la ley de blasfemia y por interceder por la vida de Asia Bibi, condenada a muerte bajo esta legislación.
En los últimos meses esta ley –que condena a todo el que ofenda a Mahoma-, fue criticada dentro y fuera de Pakistán, incluso por los propios musulmanes, pues se convirtió en herramienta de abusos y venganzas contra las minorías religiosas.
El caso más emblemático es el de Bibi, pero muchos musulmanes se ven también afectados por la ley. A mediados de diciembre pasado, el médico musulmán Naushad Valyani fue arrestado por arrojar a la basura la tarjeta de un representante de una farmacéutica llamado "Mohamed" (Mahoma), el nombre de mayor uso entre la población islámica.
La Ley de Blasfemia comprende varias normas contenidas en el Código Penal inspiradas en la Sharia –ley religiosa musulmana– para sancionar cualquier ofensa de palabra u obra contra Alá, Mahoma o el Corán.
La ofensa puede ser denunciada por un musulmán sin necesidad de testigos o pruebas adicionales y el castigo supone el juicio inmediato y la posterior condena a prisión o muerte del acusado.
La ley es usada con frecuencia para perseguir a la minoría cristiana, que suele ser explotada laboralmente y discriminada en el acceso a la educación y los puestos de función pública.
El caso de Asia Bibi
En junio de 2009, Asia Bibi trabajaba como obrera en Sheikhupura, cerca de Lahore, Pakistán. En una ocasión le pidieron que buscara agua potable para sus compañeras. Algunas de las trabajadoras –todas musulmanas– se negaron a beber el agua por considerarla "impura" debido a que fue provista por una cristiana.
Un día más tarde, Asia Bibi fue atacada por una turba y llevada a una comisaría "para su seguridad", donde fue acusada de blasfemia contra Mahoma. Desde su detención denunció ser perseguida en razón de su fe y negó haber proferido insulto alguno contra el Islam.
Elogios al asesino y amenazas de muerte
Más de medio millar de líderes religiosos, estudiosos del islam paquistaníes integrantes del grupo Jamaat-e-Ahl-e-Sunnat, amenazaron de muerte a cualquiera que lamente el asesinato del gobernador de la provincia de Punjab, Salman Taseer.
Una gran parte de la población de Pakistán, donde el 95% ciento son musulmanes, apoya la ley contra la blasfemia.
Jamaat-e-Ahl-e-Sunnat , perteneciente a la corriente moderada suní Barelvi y critico con los talibanes, apoya la ley contra la blasfemia y “aconseja” a los musulmanes que “no ofrezcan sus plegarias al gobernador de Punyab ni intenten liderar los rezos".
"Además no debería haber ninguna expresión de dolor o de simpatía por la muerte del gobernador, ya que aquellos que apoyan la blasfemia contra el profeta cometen blasfemia al hacerlo".
Jamaat-e-Ahl-e-Sunnat alaba “el coraje" y el fervor religioso del asesino de Taseer. Según los líderes religiosos, esta acción ha hecho que los musulmanes en el mundo se sientan orgullosos.
Este grupo advirtió a los intelectuales pakistaníes, políticos, ministros y presentadores de televisión que se oponen a la ley que aprendan la lección de la muerte de Taseer.+
@AICA