Las conferencias tendrán lugar en el salón de actos de la Casa de Cultura de la capital berciana
La Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, en colaboración con el Ayuntamiento de Ponferrada organizan el VI Ciclo de Literatura Templaria, bajo el título ‘Literatura y música en tiempos de los templarios, siglos XII al XIV’, que se desarrollará los próximos días 27 y 28 de enero en el salón de actos de la Casa de Cultura de la capital berciana.
‘Literatura y música en tiempos de los templarios, silos XII al XIV’ pretende abordar nuevas perspectivas para una temática, la de los templarios, a la que tradicionalmente se dedican estas jornadas, que sigue acaparando el interés público. En esta ocasión, la literatura, tanto la directamente relacionada con aquella orden militar, como con los textos de san Bernardo, como la que se produce en la sociedad laica de la época, cantares de gesta y cantigas, se llenan con los sones de los cantos gregorianos y la música profana de trovadores y juglares. Por eso, como novedad, se añade la música directa que ilustrará y acompañará las conferencias.
La orden del Temple nació en las primeras décadas del siglo XII en Francia, en un contexto profundamente religioso. No es extraño que influyeran en ella órdenes religiosas, como la de los cistercienses, y que fuera san Bernardo, a petición de su primer maestre, Hugo de Payens, el que escribiera para ella el texto de alabanza de la nueva milicia.
En ella justifica la vocación de los templarios y defiende su modo de vida, pero al mismo tiempo es un itinerario espiritual para los caballeros, por medio del cual alcanzarán el ideal evangélico. Como los monjes, los templarios también cumplen sus obligaciones religiosas, la leccio divina, en la que el canto juega un importante papel. Tal canto es el gregoriano de música armoniosa y equilibrada, monódico y a capella.
Los templarios surgen, al mismo tiempo, en un periodo de cambios, cuya manifestación más evidente es el resurgimiento de la vida urbana y el comercio. La literatura religiosa deja paso a una literatura profana, en la que junto a los cantares de gesta, propios de una sociedad aún muy imbuida de los ideales guerreros, se disfruta del amor cortés, de la literatura trovadoresca.
Tales trovadores son a un tiempo poetas y músicos. La lírica provenzal y las cantigas de amigo en el noroeste de España son un buen ejemplo de esa literatura, que se canta en las cortes y castillos, en las plazas y caminos de peregrinación por trovadores y juglares acompañados de instrumentos musicales.
@Ical / Leonoticias.com