Los autores de la silla gigante de Moaña esperan miles de visitantes
Los dos artistas autores de una silla de cuatro metros de altura instalada sobre las ruinas de la torre medieval de Meira, en Moaña (Pontevedra), esperan que este fin de semana se produzca un colapso de visitantes en la zona, gracias a la repercusión mediática de esta iniciativa.
Xulio Lago y Roberto Brañas, los autores de este trabajo, aseguran que en ningún momento han querido lucrarse de la idea, y que únicamente les movió un interés artístico y social.
"Hemos conseguido nuestro objetivo. La colocación de la pieza provocó que durante estos cinco días en Moaña no se hablase de la crisis, de accidentes en el corredor del Morrazo ni de cosas tristes. El tema de conversación ha sido el arte como expresión y la gente ha sonreído", explicó a EFE Xulio Lago.
Añadió que otro de los motivos que les llevó a realizar esta obra fue colaborar en el "descubrimiento" del bello paraje en el que se colocó la silla.
El artista, que forma parte del grupo cultural "Labra", aseguró que lo que pretendían era mantener el misterio y el anonimato, aunque finalmente tuvieron que desvelar la autoría al tener constancia de que una empresa promotora pretendía adjudicarse la idea y el trabajo.
Ahora no descartan emprender acciones legales contra esa empresa que ha intentado lucrarse de su idea, y que posteriormente quiso comprarles la silla, lo que todavía les resultó "más indignante", ya que no han creado la pieza para venderla.
Lago destacó que el coste de la gigantesca silla la sido mínimo, "apenas 20 euros en tornillos", aunque el impacto sociocultural y la repercusión mediática están siendo "espectaculares".
A estas alturas no descartan poder realizar un trabajo similar pero más duradero y estable para que se convierta en icono en Moaña.
Por el momento no han recibido ninguna llamada del Ayuntamiento interesándose por el tema, pero Lago asegura que en estos cinco días -la silla la montaron en la madrugada del viernes para el sábado- ya han sido muchos miles de personas los que acudieron al lugar.
© EFE