Hoy hemos dado un paso más en una tarea solidaria que recién comienza, con el corazón humilde y agradecido, damos gracias a Dios por su infinita misericordia, quien nos mueve a reconocer en otros, al Hermano necesitado, así también ha aquel que lo entrega todo solo por amor a Dios, Bernardo de Claraval nos dice…
La caridad auténtica y verdadera, la que procede de un corazón puro, de una conciencia buena y de una fe sincera, es aquella por la que amamos el bien del prójimo como el nuestro propio. Porque quien sólo ama lo suyo, o lo ama más que a los demás, es evidente que no ama el bien por el bien, sino por su propio provecho… En cambio, la caridad convierte las almas y las hace también libres (AmD XII,34)
Esto hemos visto en quienes a diario trabajan en el Hogar de Ancianos José Agustín Gómez, así también lo hemos sentido por parte de quienes nos han cooperado, respondiendo a nuestro llamado de forma generosa y amorosa, acompañándonos en esta iniciativa de ir en ayuda de los adultos mayores.
Hacemos una invitación a todos a ayudar y aquellos ya lo hacen a dar un esfuerzo más grande por una mejor calidad de vida para nuestros Ancianos.
Fr. +Marcelo Rondanelli M.
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