NUEVA YORK DECIDIRÁ EL FUTURO DE LA MEZQUITA DE LA ZONA CERO EN LA PRÓXIMA SEMANA
El futuro del edificio donde se pretende abrir una mezquita cerca de la zona cero de Manhattan, un proyecto que ha suscitado notable polémica en Nueva York, se decidirá la próxima semana, informó hoy la Comisión de Preservación de Monumentos Históricos de la ciudad.
Esa comisión votará el próximo martes si el inmueble donde se quiere abrir un centro islámico, que también incluiría una mezquita, tiene valor histórico, cultural o arquitectónico, en cuyo caso se daría al traste con los planes de los promotores del proyecto, que pretenden derribarlo para levantar un edificio nuevo.
La finca en cuestión corresponde al número 45-47 de Park Place, a tan sólo dos manzanas del lugar en el que hasta los ataques del 11 de septiembre de 2001 se levantaban las Torres Gemelas, cuenta con más de siglo y medio de antigüedad y su estilo se inspira en el Renacimiento italiano.
La Comisión de Preservación de Monumentos Históricos debe determinar si todas esas características, además de la de haber sido construido por Paul Spofford y Thomas Tileston, propietarios de una de las navieras más importantes de Nueva York en la época, lo hacen merecedor de un estatus especial que implicaría su preservación.
De ser así, los promotores no podrían seguir adelante con sus planes, que contemplan la construcción de un nuevo edifico de trece plantas, que tendría carácter de centro comunitario y albergaría, además de la mezquita, un teatro para quinientas personas, gimnasio, piscina, salón de oraciones, escuela de cocina y un restaurante.
La propuesta se ha llamado "Casa Córdoba" y parte de la asociación Córdoba Initiative en colaboración con la American Society for Muslim Advancement, que necesitarían una inversión de 100 millones de dólares para su construcción.
El objetivo del proyecto es "promover la integración, la tolerancia de la diferencia y la cohesión comunitaria a través de las artes y de la cultura", según sus promotores, quienes desde que lanzaron la idea se han enfrentado a multitud de críticas por parte de neoyorquinos, políticos y familiares de los fallecidos en el 11-S tras el ataque del grupo terrorista Al Qaeda.
La "Casa Córdoba" ha centrado el interés de un sinfín de figuras, como Sarah Palin, ex candidata republicana a la vicepresidencia de Estados Unidos, quien mostró la semana pasada su oposición al proyecto, tal y como lo hacen los representantes en Nueva York del movimiento conservador "tea party".
La última organización en sumarse a la polémica ha sido la asociación judía Liga Antidifamación (ADL), considerada el principal grupo judío de defensa de los derechos civiles, que este viernes aseguró que la construcción de una mezquita es "contraproducente para el proceso de curación de las heridas" abiertas el 11-S.
Además son muchos quienes, como el candidato republicano a gobernador del estado de Nueva York, Rick Lazio, han pedido una investigación para saber de dónde vendrán los fondos para esa construcción.
El alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, ha mostrado, sin embargo, su apoyo al proyecto en distintas ocasiones, ya que lo observa como un elemento que favorecerá la tolerancia en la ciudad.
Tampoco no son pocos quienes consideran que en la tragedia del 11-S murieron muchas personas de diferentes países y religiones y consideran que la oposición a esa iniciativa refleja fobia hacía al Islam y que, por tanto, apoyan el proyecto.
Una reciente encuesta reflejaba que el 52% de los neoyorquinos está en contra de erigir una mezquita en las inmediaciones de la zona cero, en tanto que para un 31% es favorable.
Las investigaciones para fechar el origen exacto del barco descubierto a mediados de julio en la zona cero de Manhattan indican que el navío jugó un papel importante en la construcción de Nueva York, informa hoy The New York Times.
"Fue uno de los barcos que ayudó a construir Nueva York", aseguró al diario neoyorquino el arqueólogo Warren Riess, experto en historia marítima de la Universidad de Maine, sobre el navío que hasta hace unas semanas se encontraba enterrado en la zona sur de Manhattan y que podría datar del siglo XVIII.
Tras más de dos semanas de investigaciones, expertos como Riess empiezan ahora a descubrir los secretos que rodean a la embarcación de más de diez metros de largo que ha fascinado desde su descubrimiento a los habitantes de la Gran Manzana.
Riess también anotó que las dimensiones del barco hacen pensar que se trataba de un bergantín, un buque de dos mástiles, que probablemente zarpó desde la región de Nueva Inglaterra transportando madera para la construcción de la que siglos más tarde se conocería como la ciudad de los rascacielos.
La embarcación, enterrada a una profundidad de seis a nueve metros en los terrenos donde se levantaban las Torres Gemelas, habría sido así destinada a tareas de carga, un aspecto que convierte el barco en un "ejemplo único" de un modelo utilitario, indicó el arqueólogo de la Universidad de Maine.
El presidente de la Lower Manhattan Development Corporation, Avi Schick, señaló al diario que es una "fantástica" coincidencia que uno de los artefactos que representa a quienes construyeron el Nueva York del siglo XVIII haya sido encontrado en una zona donde se está levantando uno de los edificios que representará la ciudad en el siglo XXI.
Las investigaciones sobre el barco parecen indicar que no habría sido fabricado para cruzar el océano, ya que los tablones más bajos no están ensamblados como cabría esperar en una embarcación destinada a soportar grandes travesías.
"Estos barcos fueron construidos por los mejores ingenieros de la época", señaló Riess acerca de la embarcación que, según se ha explicado, habría sido abandonada en el bajo Manhattan cuando la zona fue usada como basurero.
Entre los objetos hallados bajo los tablones de la embarcación se encuentra una pipa de arcilla cuyo estado evidencia que fue usada con frecuencia.
Se trata del mayor descubrimiento arqueológico realizado en esta ciudad desde 1982, cuando se encontraron los restos de un buque mercante del siglo XVIII en unas obras de la calle Water, en el sur de Manhattan.
La embarcación fue encontrada el pasado 13 de julio por los trabajadores que limpian los escombros de la zona cero, lugar en el que hasta los ataques del 11 de septiembre de 2001 estaba situado el complejo World Trade Center.
@EFE