Durante la Semana de la Dama se visita Cerro Santurario, pero está totalmente abandonado.Cuando el equipo del profesor Francisco Presedo Velo descubrió la escultura más importante del arte ibero, consiguió desvelar parte de la riqueza que guardaba la necrópolis de Cerro de Santuario, situada cerca de la antigua ciudad de Basti.
A las 10 de la mañana de aquel caluroso 20 de julio de 1971 se produjo un gran hallazgo, sin duda alguna uno de los mayores obtenidos en una necrópolis ibérica. Nunca hasta ese momento se había encontrado una escultura en el interior de una tumba sin que hubiera sido saqueada con anterioridad, y además se trataba de una mujer.
Más interés tenía que la escultura estaba policromada. Pero había más: la escultura tenía en su interior las cenizas y pequeños huesos de un ser humano. Gracias a estudios recientes, se ha podido determinar que se trataba de una mujer de unos 30 años. Además, la tumba tenía un rico ajuar, donde se incluían vasijas y armas. Lo que había en la tumba 155 fue y sigue siendo un hallazgo excepcional.
Desde entonces hasta ahora, han pasado 39 años y nadie ha vuelto a excavar legalmente en la necrópolis de Cerro del Santuario. Solo los expoliadores, que en este tiempo han tenido ocasión de esquilmar no solo Cerro Santuario, sino toda la zona arqueológica. El más destructivo de todos los expolios se produjo durante la construcción de la A-92, que pasa a escasos metros.
Cerro Largo es una zona arqueológica situada frente a Cerro del Santuario, conocida porque en el año 1.800 el maestre escuela de la Colegiata de Baza, Pedro Álvarez Gutiérrez, excavó y realizó un informe sobre sus hallazgos. Cuenta que los camioneros y palistas que trabajaron en desterrar el cerro durante la construcción de la autovía, se apoderaron de muchas piezas, que viajaron fuera de Baza. En este mismo lugar, más tarde, en una burda maniobra en la que 'colaboró' el Ayuntamiento de entonces, se hizo creer que apareció el busto decapitado del llamado 'Guerrero de Baza'. Fue a finales del mes de octubre de 1995.
¿Después de la Dama, qué?
Destacados especialistas en el mundo ibérico coinciden en señalar que no todo acabó con el descubrimiento de la Dama de Baza. Todos señalan la necesidad de volver a excavar e investigar no sólo el Cerro del Santuario, sino también otros yacimientos de la zona arqueológica de Basti, en la que se incluyen Cerro Cepero (donde está la antigua ciudad de Basti), Cerro Santuario, Cerro Largo y Cerro Redondo. Toda ella fue declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía. Pero han pasado 39 años y se continúa sin realizar investigación sistemática alguna, salvo en Basti y la que se realizó de emergencia debido al trasvase Negratín-Almanzora.
Actos conmemorativos
Por estos días, el Ayuntamiento de Baza organiza de forma rutinaria la denominada Semana de la Dama. Un evento que surgió hace unos años como una manera de conmemorar el aniversario del descubrimiento de la famosa escultura. Pero también para organizar charlas, congresos, publicaciones, e incluso reivindicar el regreso de la Dama de Baza, aunque sea de forma temporal. Una de las actividades que cada año se organizan es una visita guiada a los yacimientos, entre ellos a Cerro Santuario, que está totalmente abandonado y presenta una imagen desoladora, y por lo general muestra numerosas evidencias de que se sigue expoliando clandestinamente.
El año pasado, por estas fechas, se anunció una campaña de investigación que estaría dirigida por el profesor Andrés Adroher, y que se tenía que haber realizado a lo largo de cuatro o cinco meses desde el pasado mes de septiembre. Las excavaciones no se realizaron, y este año tampoco están previstas. Así lo han confirmado a IDEAL tanto el delegado de Cultura, Pedro Benzal, como el propio Adroher. Benzal habla de «proyecto sistemático a varios años», pero la realidad es que no hay dinero para realizar la campaña que tenía que haberse realizado entre septiembre y diciembre del 2009.
La Junta de Andalucía tiene concedida una subvención de 50.000 euros, cuando se necesita, como mínimo, una cantidad de 120.000 euros. El equipo investigador no está dispuesto a poner dinero de su bolsillo, sobre todo tras la experiencia vivida hace muy pocos años en Basti. Las administraciones públicas tienen, en plena crisis, la excusa perfecta para no invertir dinero en excavaciones. El Ayuntamiento se comprometió la pasada legislatura a consignar en sus presupuestos dinero para aportar y colaborar en las campañas de excavaciones.
Pero todo quedó en una promesa, aunque es al Ayuntamiento de Baza a quien más le interesa que se excave, pues está ampliando el museo y a la vez construyendo un Centro de Interpretación junto a los yacimientos. Por tanto, cualquier pieza arqueológica que pudiera aparecer sería muy bien recibida tanto en el museo como en el CIYA.
Hace un año, Andrés Adroher explicaba la necesidad de excavar en Cerro Santuario, sobre todo pensando en el CIYA. «También desde el punto de vista científico, porque la excavación de Presedo ya es vieja y ahora estamos en condiciones de sacar mucha más información que hace 39 años», relata.
Las excavaciones programadas y no realizadas tienen entre sus objetivos el recuperar la información de la distribución de las tumbas, porque la topografía que publicó Presedo Velo no es totalmente exacta.
Hace 39 años, la Dama de Baza y casi todos los hallazgos encontrados en las diferentes tumbas de la necrópolis aparecieron gracias a un mecenas, Pere Duran Farell, que tenía derecho a quedarse con las piezas, según el Artículo 8 de la Ley de Excavaciones de 1911, el Artículo 15 de su reglamento de 1912 y el Artículo 45 de la Ley de Patrimonio Artístico Nacional de 1933. El Estado podía quedarse con lo que le interesara, previa indemnización al dueño del terreno y al arqueólogo.
Hoy las leyes han cambiado: la Junta de Andalucía decide dónde se excava y cuándo. En el caso de Baza, hace 39 años que no se interviene en los yacimientos arqueológicos de Cerro Santuario, a pesar de que los expertos coinciden en señalar que hay más piezas arqueológicas y una valiosa información científica.
Las pocas veces que los investigadores han podido trabajar en la ciudad de Basti han sacado interesantes conclusiones, entre ellas que la ciudad también fue visigoda. La riqueza arqueológica es tal que lo normal sería que cada año varias decenas de equipos de investigadores trabajaran en algunos de los cientos de yacimientos de la comarca. Sin contar los paleontológicos, que esa es otra historia.
@JOSÉ UTRERA, (BAZA). / El Ideal.es (de Granada)