Hoy es el día grande de Galicia, del Año Jacobeo y de España, pues es el día de Santiago. Hablemos pues hoy de Santiago, de ese santo que quiso la propaganda de la época que la imagenería lo mostrara en lo alto de un caballo blanco luchando contra "los moros".
¿De verdad se puede creer que un santo que fue apóstol lucharía contra alquien espada en mano y a lomos de un caballo, o fue tan solo la representación imaginativa que defendería las incursiones contra el infel por parte de aquellos que sin dudarlo ni un momento fueron capaces de exterminar en nombre de Dios a todo bicho viviente, pasando por todo ser humano diferente en sus cualidades, que todo el muindo las tiene, al fiel y leal aguerrido seguidor de tan batallador apóstol?
Recordemos que el grito de Santiago y cierra Españla se utilizó hace relativamente poco tiempo para defender al pais patrio de las conspiraciones judeomasónicas que por lo visto atenazaban a España desde antes del 36, de 1.936.
Resdulta un poco extraño que aquel seguidor de Jesús que vió como era reprendido Pedro por desenvainar la espada y cortar de un tajo la oreja de uno de los esbirros fariseos que iban a detener a Nuestro Señor, se apareciera ante los ojos de los aguerridos españoles, (tendremos que seguir suponiendo que los musulmanes, aunque de padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, etc. nacidos en España, no eran españoles aun después de 800 años. Vamos, como si a los españoles de raza gitana de hoy les negáramos la identidad española porque hace siglos sus antecesores vinieron de Oriente), espada en mano y luchando denodadamente por conseguir la expulsión de esa otra España musulmana.
Eso ha sido una constante en la historia de España, la lucha entre españoles por diferencias entre unos y otros, y dura todavía, e incluso lo exportamos al "Nuevo Continente", donde esas independencias, por otro lado lógicas, no fueron sino auténticas guerras civiles, entre independentistas nietos y bisnietos de españoles y europeos contra nietos y bisnietos de españoles y europeos nacionalistas. Lo raro es que allí no se presentara en plena batalla Santigo en su caballo blanco para apagar la legítima aspiración de independencia.
Algo así podría pasar ahora entre Colombia y Venezuela, que teniendo más en común que en diferencias podrían acabar en guerra entre ellas, (Dios no lo permita y no se vaya más allá de la ruptura de relaciones que luego se pueden reanudar), aunque aquí no se presentará Santiago, pues para eso ya invocan unos y otros, (más unos que otros), al libertador Bolivar, y cualquier día nos despertaremos con la noticia que Bolivar se apareció por la frontera patrullando con espada en mano montado en un caballo blanco y los presidentes de cada nación podrán al grito de Bolivar y cierra Venezuela o Bolivar y cierra Colombia entregar a la muerte injusta de la guerra a sus habitantes, vecinos y amigos fronterizos, a los que esas maneras de distraer la atención sobre los verdaderos problemas les debería dar igual y no caer en la lucha fraticida y cruel que parecen buscar sus dirigentes, a la antigua usanza, como cuando aquí, en España, se expulsó al "moro infiel" y al "cerdo judío" al grito de Santiago y cierra España.
Ojalá hoy, día de Santiago, alguien lo vea bajado del caballo y sin espada, repartiendo ramas de olivo, y seamos capaces de olvidar esas épocas tristes y vergonzosas donde nos matamos unos contra otros sin saber realmente porqué, solo por obedecer órdenes y por un mal entendido patriotismo, casi como ocurre ahora.