Vecinos muestran el documento encontrado en un local anexo a la sacristía. // Bernabé/Javier Lalín
La localización por azar de un documento del siglo XIX que otorga indulgencias a los devotos de San Claudio ha motivado a los vecinos de la parroquia silledense de Oleiros para divulgar su historia. Sus poco más de un centenar de residentes crearán una asociación vecinal, que tendrá entre otros cometidos, el de reivindicar los valores patrimoniales de una zona con una población muy envejecida que quiere transmitir su legado a los jóvenes para que puedan divulgarlo.
Los vecinos de la parroquia silledense de Oleiros se resisten a que la despoblación de la aldea acabe arrastrando y enterrando su rico patrimonio artístico, religioso y natural. Como en muchos casos los vestigios y los atractivos rurales se esfuman o ni siquiera se conocen si sus propios moradores no se encargan de darlos a conocer. Esto es precisamente lo que los poco más de un centenar de vecinos no quieren que ocurra y por ello han decidido crear una asociación "para dinamizar la parroquia y que la gente joven tome nota y sepa todo lo que tenemos aquí", dice Félix Iglesias.
El interés por rescatar el patrimonio de Oleiros partió casi por azar. Una vecina localizó por casualidad en una dependencia anexa a la sacristía de la iglesia un documento de 1886 que ahora será restaurado para exponer una copia del mismo en el templo. Se trata de una bula firmada por el obispo de Lugo Gregorio María que otorga indulgencias por 40 días a los feligreses que recen un padrenuestro ante la reliquia de San Claudio. "Queremos digitalizarlo para mostrar luego una copia, porque nunca habíamos tenido constancia de documentos como este y para la parroquia es muy importante", apunta la vecina María José Suárez. La reliquia, que está custodiada por un vecino en su casa, es la parte de un hueso de la mano del santo y tiene un notable valor para los feligreses "porque es especialmente avogoso para los niños, mucho más que para los mayores", comenta una feligresa. El vestigio más preciado de la parroquia solamente se lleva al templo el 30 de septiembre, coincidiendo con las fiestas patronales y representa para los vecinos algo más que un motivo meramente cristiano. En la iglesia, que presenta un buen estado de conservación, había otros elementos singulares como pilas bautismales que también fueron retirados temporalmente coincidiendo con las oleadas de robos en templos registradas en Galicia en los últimos años. El padre Amador, del santuario de A Saleta (Siador) oficia misa todos los sábados a las 18 horas desde el fallecimiento del párroco Ramón Fernández Boullosa, a mediados de enero.
Xan Petadas
Entre los elementos singulares que tiene la iglesia de San Miguel de Oleiros destaca su tímpano, donde se conserva todavía una representación de la Lucha entre Sansón y el león, basado en la lectura bíblica. Algunos vecinos estiman que la creación podría ser del siglo XII, pero su estado de conservación no es demasiado bueno. También destaca en el atrio un sepulcro medieval antropomórfico que atribuyen a Xan Petadas. La tradición oral cuenta que allí está enterrado un acaudalado vecino de la parroquia y así es conocida la sepultura.
@ALFONSO LOÑO - SILLEDA/Faro de Vigo.es