Judíos aprecian posición del Papa sobre muerte de Cristo .
La afirmación del papa Benedicto XVI de que no se puede acusar a "los judíos" por la muerte de Cristo, aunque confirma la posición oficial de la Iglesia católica, fue juzgada como un "gesto positivo" por Israel y varias organizaciones judías.
En su último libro, "Jesús de Nazaret", el Papa sostiene que los judíos no fueron culpables de la muerte de Cristo, lo que suscitó numerosas reacciones, en particular de representantes judíos.
El Vaticano dio a conocer fragmentos de la obra, que saldrá el 10 de marzo, en la que el Papa rechaza la culpa colectiva de los judíos en la condena de Jesucristo y reconoce que esa interpretación ha tenido "fatales" consecuencias para ese pueblo durante siglos.
"Lo felicito por haber rechazado vigorosamente, en su nuevo libro, la falsa acusación que sirvió de base al odio contra el pueblo judío durante siglos", escribió el primer ministro Benjamin Netanyahu en una carta enviada este jueves al Papa.
La histórica declaración Nostra Aetate, adoptada al término del Concilio Vaticano II (1962-1965), exoneró a los judíos como pueblo de la acusación de deicidio, un tema que el Papa analiza con profundidad y que repudia personalmente.
En el libro, que ha sido traducido a varios idiomas, entre ellos español, Benedicto XVI se interroga sobre los acusadores.
"Ahora debemos preguntar: ¿Quiénes fueron exactamente los acusadores de Jesús?", escribió el Papa, agregando que el evangelio de San Juan simplemente dice que fueron "los judíos".
"Pero el uso que hace Juan de esta expresión no indica de ninguna manera -como puede suponer el lector moderno- al pueblo de Israel en general, ni mucho menos", subraya.
Se refiere, según el pontífice alemán, a un grupo preciso y limitado: "la aristocracia del Templo", explica Benedicto XVI, renombrado teólogo.
Las anticipaciones del libro suscitaron reacciones en todo el mundo, en particular en la comunidad judía.
"La mayoría de los fieles de la Iglesia Católica no tiene la menor idea de lo que hay en los documentos del Vaticano, pero cuando el Papa hace un comentario, uno tiene la certeza de que millones de personas en todo el mundo podrán leerlo", estimó el rabino David Rosen, encargado del diálogo interreligioso en el Comité Judío Estadounidense (AJC).
"No es una novedad pero si constituye un señal positivo para el pueblo judío, porque se demuestra que Benedicto XVI no entiende los Evangelios como la base de algún tipo de antisemitismo o antijudaísmo", comentó a la AFP el vaticanista Marco Politi, colaborador del diario Il Fatto.
Para la Unión Estadounidense de Sobrevivientes del Holocausto, se trata de un "momento clave" para las relaciones entre las dos grandes religiones, mientras el Congreso Judío Internacional lo calificó de "paso esencial".
Para expertos en asuntos del Vaticano, como Politi y Sandro Magister, al reafirmar personalmente el Papa ese principio se apaciguan los ánimos de los judíos, irritados con Benedicto XVI tras haber levantado en el 2009 la excomunión al obispo ultraconservador y negacionista Richard Williamson.
"Es bueno repetir que los judíos no son los culpables de la muerte de Jesús, sobre todo porque el antisemitismo ronda en algunos sectores cristianos", aseguró Magister, quien indicó entre ellos algunas corrientes árabe-cristianas de Tierra Santa.
"Son declaraciones claras y explícitas que tienen mucho peso", reconoció Magister.