
Una teoría sobre las cruces halladas en Los Remedios vincula la ermita con las peregrinaciones de Tierra Santa

Dos teorías tan válidas como enfrentadas explican el hallazgo de varias cruces de aspecto circular, similares a las que acompañan al mito templario, aunque sin ningún tipo de vinculación con los monjes guerreros. La primera de ellas identifica estas pinturas como las llamadas cruces de consagración del templo. La segunda, más arriesgada, vincula la ermita con las peregrinaciones de Tierra Santa. Dos ideas profundamente encontradas y sepultadas bajo las paredes de un templo que no deja de hablar de su pasado.
Según reconocen los responsables del proyecto cultural «Zamora Románica», la defensa de las denominadas cruces de consagración es la más sencilla de sostener. De hecho, el delegado de Patrimonio de la diócesis, José Ángel Rivera de las Heras, defiende sin ambages esta postura. Así, los dibujos estarían vinculados a la fundación del edificio, que en sus primeros momentos de vida se consagraban con óleo para dibujar a continuación estos símbolos. «Aún se sigue haciendo en iglesias nuevas. Tras ungir los muros, se dibujaban cruces con forma de Malta o "patada"», afirma Rivera de las Heras.
Sin embargo, los profesiones del proyecto cultural reconocen tener un dilema sobre esta postura y una alternativa, que ha tomado cuerpo en otros edificios románicos de la Comunidad. Lo asevera Sergio Pérez, historiador vinculado a las actuaciones del plan financiado por la Junta de Castilla y León. En el estudio del románico del norte, Pérez se encontró con «ejemplos idénticos» a los hallados en la ermita de Los Remedios.
Según esta perspectiva, estas cruces de aspecto templario y de color rojo sobre fondo blanco tendrían su origen en la época medieval y estarían encadenadas a la celebración de los conocidos «Vía Crucis», esto es, una reproducción de las catorce estaciones de Jesús camino del Monte Calvario con la cruz a cuestas. Sin embargo, sobre esta idea hay dos problemas de complicada solución.
El primero de ellos es que los técnicos sólo han conseguido hallar tres dibujos, lo que hace pensar en que restaría una decena para consolidar esta teoría. Sergio Pérez reconoce que «hemos buscado en otros lugares del templo, pero no logramos encontrar ninguna más». Tal vez podrían estar sepultadas en lugares no inspeccionados y aparecer como lo hicieron las primeras: por pura casualidad. Porque las cruces no estaban a la vista. Es más, la recuperación realizada ha constado de eliminar las diferentes capas repintadas sobre el dibujo original.
El segundo gran problema reside en las fechas. Si las pinturas están fechadas en la recta final de la Edad Media y el ritual del Vía Crucis es una costumbre moderna -del siglo XVIII en adelante-, hay algo que no casa. El historiador de «Zamora Románica» traza una versión alternativa: que estas cruces estuvieran relacionadas con las «Vías Sacras», esto es, «una especie de culto previo a los viacrucis» que resolvería el problema de la fechas. «Desde los primeros siglos del Cristianismo se instaura la costumbre entre los peregrinos a Jerusalén de rezar en ciertos puntos del camino al Calvario, y existen testimonios escritos de peregrinos del siglo XII sobre esa «Vía Sacra» que recuerda la Pasión», recuerda Sergio Pérez. Esta segunda teoría demostraría la «propagación de esta "devoción" por parte de peregrinos a Tierra Santa antes de que en el siglo XIV se establezca por los franciscanos el "Vía Crucis" con esta denominación y sus respectivas estaciones definidas y que se generalice en época moderna» y que podría haber traído algún peregrino hasta la ermita de Los Remedios.
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