Vértigo, luces y fuego se hicieron presentes en el gran desfile alegórico por los 200 años de la nación sudamericana.
Buenos Aires. Un buque con inmigrantes navega la Plaza de Mayo en Buenos Aires, emergen tótem ancestrales, una Carta Magna pende en llamas, la Argentina se arroja desde varios metros de altura, todo es parte del desfile alegórico con 2 mil artistas que recrean 200 años de historia.
La puesta de vanguardia fue el cierre a cinco días de festejos por el Bicentenario de la revolución, a los que asistieron más de un millón de personas en cada jornada para convertirse en las celebraciones populares más masivas desde el retorno de la democracia en 1983.
A la conmemoración que presidió la presidenta, Cristina Fernández, arribaron como invitados especiales los mandatarios: Hugo Chávez (Venezuela), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), José Mujica (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), Sebastián Piñera (Chile) y Fernando Lugo (Paraguay).
También acudió el ex mandatario hondureño depuesto por el golpe de Estado de junio de 2009, Manuel Zelaya.
“Esto es emocionante. Sólo hay banderas argentinas; somos un pueblo pacífico”, dice emocionada Elena, de 54 años, venida desde su natal Tucumán (noroeste) junto a su marido para asistir a los festejos en la capital argentina, epicentro de las fiestas que se replicaron en todo el país.
Ícono argentino
El lunes fue reabierto, tras cerca de cuatro años de cierre, el teatro Colón de Buenos Aires, uno de los más simbólicos de América Latina. Más de 2,700 invitados, entre ellos unos 300 de pie, presenciaron la reapertura de este coloso, en cuya remodelación el gobierno de la ciudad ha invertido unos $100 millones.
La reapertura del emblemático teatro Colón constituyó el acto más importante de la Alcaldía de la capital. Argentina culminó ayer cinco días de festejos por el 200 aniversario de la Revolución del 25 de mayo de 1810 que abrió paso a la independencia en 1816.