Personalidades leonesas piden la vuelta de los tesoros a San Isidoro
Durante siglos la colegiata ha sido víctima de los expolios.
El Museo Arqueológico Nacional o el CSIC poseen joyas que se sacaron a la fuerza de la basílica
Según las actas capitulares de la Basílica Real de San Isidoro, en 1869 entró el gobernador civil de León, con varios guardias civiles armados, para llevar por la fuerza extraordinarias piezas medievales. Casi ciento cincuenta años después, los leoneses siguen clamando por su devolución.
Según las actas capitulares de la Basílica Real de San Isidoro, en 1869 entró el gobernador civil de León, con varios guardias civiles armados, para llevar por la fuerza extraordinarias piezas medievales. Casi ciento cincuenta años después, los leoneses siguen clamando por su devolución.
El abad emérito de la institución, Antonio Viñayo, relata que se despojó entonces a San Isidoro de seis valiosísimas arquetas medievales, algunas calificadas entre las mejores del mundo en su época, como el crucifijo de Don Fernando y Doña Sancha, pieza emblemática del Museo Arqueológico Nacional, un códice con ilustraciones del siglo XIV, entre otras.
Las actas cuentan el robo: el 4 de diciembre de 1868 se presentó el administrador de Hacienda de León acompañado de un notario y varios oficinistas para incautarse de la extraordinaria librería, cuadros y efectos de la colegiata, a lo que se opusieron los integrantes del Cabildo, porque no tenía autoridad sobre estos materiales, sin embargo, los intrusos se apoderaron de las llaves de la librería y el cuarto del propio abad. El 25 de enero de 1869, se personó en la Colegiata el gobernador civil acompañado del administrador de Hacienda, efectivos de policía y tres guardias civiles armados, que se ubicaron en puntos estratégicos para impedir entradas y salidas del edificio. El gobernador llamó al abad y al bibliotecario, que estaban reunidos en el cuarto del abad con los demás capitulares, les retiró la única llave de la librería y se hicieron cargo de libros y otros efectos, sellando la puerta y poniendo en ella un candado.
La lista de los saqueadores. A continuación los intrusos, en la sacristía y la capilla de Santo Martino, hicieron un inventario con la Cruz de Don Fernando y Doña Sancha y las cajas de reliquias, que se recogieron en una alacena; al día siguiente prosiguió el expolio con los cuadros. Las actas capitulares reflejan que el 9 de diciembre de 1869 se incautaron de un arca de ágata y plata de estilo latino bizantino; otra arqueta que había en el interior de la primera; otra arca mudéjar de plata; una caja de marfil de estilo visigodo, con las bienaventuranzas; otra caja de estilo mudéjar con forma ovalada y precintos de marfil; el crucifijo de marfil de Don Fernando y Doña Sancha; un códice del siglo XIV con ilustraciones y una tabla con pintura de la coronación de la Virgen. El despojo sigue hiriendo la conciencia colectiva: Viñayo declaró a Efe que en la primera visita institucional de los reyes a la abadía ya les presentó esta reivindicación, en un pequeño discurso. «Luego el Rey se acercó a mí para decir que haría lo que pudiese», dijo el abad, quien recuerda cómo antes se daba la disculpa de que «allí (en Madrid) estaban más seguros, cuando la realidad es que el Museo Nacional ha estado más en precario que San Isidoro». Para el abad, la reivindicación se ha planteado «muchas veces y en muchos tonos» y por su parte, si tuviera la posibilidad, la volvería a repetir.
Para Juan Pedro Aparicio, comisario del 1100 aniversario del Reino de León, hay que exigir al gobierno la devolución. El alcalde de León, Francisco Fernández (PSOE), también apoya la demanda. En el mismo sentido se expresó Javier Chamorro, vicealcalde de la ciudad, (UPL). Julio Cayón, portavoz del PP en la capital leonesa fue rotundo: «Todo lo que proviene de la basílica y que no está ahora allí debería volver a sus orígenes para su custodia, exposición y estudio; es bueno y justo». Para la historiadora Margarita Torres hubo antaño una «recopilación» artística de los gobiernos, hasta Franco, que ya está asumida por todos; pero estaría bien que vinieran (las piezas) aquí al menos para alguna exposición.
@Tomás Álvarez/Diario de León