Huesos humanos afloran bajo el suelo de un templo
La aparición de huesos humanos en las tareas para renovar la solería de la iglesia de Nuestra Señora de la Natividad de Villanueva de la Reina se ha convertido en motivo de conversación vecinal. El párroco, Alberto Jaime Martínez, le resta importancia y destaca, en cambio, otros hallazgos.
Para Martínez, que no duda en calificar las obras como “las más importantes de los últimos siglos” en el templo villanovero, la localización de huesos es “natural” pues durante siglos, en todos los municipios, fueron generales los enterramientos en las iglesias. De hecho, precisa que, a unos metros, en el exterior, la reforma acometida por el Ayuntamiento en una plaza también ha sacado a la luz fragmentos óseos. Además, subraya que los restos se guardan en sacos con la idea de volver a inhumarlos en el monumento cuando acaben las labores, que son ejecutadas por una empresa de la pedanía alcalaína de Mures. Quiere dejar claro que el proceso se hace con total cuidado y respeto. Sobre la naturaleza de la intervención, el sacerdote explica que consiste en rebajar el suelo sesenta centímetros para colocar otro de mármol. La iniciativa se financia con aportaciones de los habitantes de Villanueva. La patrona, Santa Potenciana, ha sido trasladada hasta una vivienda particular con motivo de la iniciativa para evitar su deterioro durante los trabajos, que muy pronto entrarán en su etapa final.
La operación permitió constatar que había tres solerías superpuestas: la de la posguerra, otra del siglo XIX y una tercera del XVII. Para el párroco lo realmente importante radica en los hallazgos de elementos arquitectónicos subterráneos, entre los que se cuenta un osario. En este sentido, menciona una especie de cripta gótica con un arco ojival de ladrillo y los basamentos de las columnas que dejan clara la dimensión del patrimonio que atesora el inmueble.
Alberto Jaime Martínez Pulido fue el impulsor de las tareas que dejaron al descubierto, hace un año y medio, la existencia de una estructura mudéjar de enorme valor arquitectónico dentro del templo medieval y renacentista que se conocía hasta el momento. Según los estudiosos, en la zona se encontraba el castillo del municipio, a sólo unos metros del cauce del río Guadalquivir, en un emplazamiento estratégico para la defensa y el control militar del territorio circundante.
El conjunto mereció el estudio de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía por su importancia. Entre los elementos localizados en 2009 estaba un pozo que, según las hipótesis actuales, era un pasadizo que comunicaba con la fortificación.
@ (Menos del título y la fotografía) Diario Jaen.es