ORDEN DE LOS POBRES CABALLEROS DE CRISTO DEL TEMPLO DE JERUSALEM.
ORDEN DEL TEMPLE
Cuatro años les han hecho falta a José Luis Montes y Jose María Quesada para recorrer y recopilar en un libro la historia y el patrimonio artístico de la Real Parroquia de San Ginés, una iglesia que, desde su inauguración en el siglo XI, ha sido escenario y testigo de momentos clave de la vida madrileña.
En sus once capillas se han escrito algunos de los capítulos más ilustres de la vida cultural, política e histórica de Madrid; entre sus paredes se ha conservado un rico patrimonio artístico que incluye obras de El Greco, Giordano y Alonso Cano, y desde su creación ha formado parte de la vida cotidiana de los madrileños.
La Real Parroquia de San Ginés, su historia, sus archivos y sus colecciones están recogidas ahora en un libro-catálogo que, según uno de sus autores, Jose María Quesada, dibuja un templo que "fue, es y será reflejo de la vida de la capital".
Quesada y el párroco de San Ginés, José Luis Montes, firman esta obra que aborda la evolución de la iglesia desde que fue fundada en 1085 bajo el reinado de Alfonso VI tras la reconquista de Madrid, hasta el presente, casi diez siglos de actividad que han recabado en documentos como los cartularios de la Catedral de Toledo, el Códice de Juan Diácono y el Archivo Histórico Nacional, entre otros.
El catálogo, que se ha editado con el patrocinio de la Fundación Ramón Areces, repasa en su primer capítulo los grandes eventos que albergó San Ginés, como el bautizo de Francisco de Quevedo o la boda de una de las hijas del rey Felipe II.
Recuerda además la especial notoriedad que obtuvo a raíz del cambio de capital del Reino desde Toledo a Madrid en 1562 y desvela cómo la iglesia sobrevivió a saqueos, robos y hasta dos incendios.
La segunda parte está dedicada al análisis de cada una de las obras que atesora, 17 piezas de gran valor de los siglos XVI, XVII y XVIII, entre las que destacan dos lienzos de Luca Giordano, una escultura de Juan de Mena, el "Cristo de la Humildad" de Alonso Cano y "La purificación del templo" firmada por El Greco.
Por último, Montes y Quesada se detienen en los "tesoros" que encierra la sacristía, en cuyas cajoneras se conservan valiosos documentos, como las partidas de bautismo de Quevedo y del único hijo del pintor Francisco de Goya.
@EFE
En sus once capillas se han escrito algunos de los capítulos más ilustres de la vida cultural, política e histórica de Madrid; entre sus paredes se ha conservado un rico patrimonio artístico que incluye obras de El Greco, Giordano y Alonso Cano, y desde su creación ha formado parte de la vida cotidiana de los madrileños.
La Real Parroquia de San Ginés, su historia, sus archivos y sus colecciones están recogidas ahora en un libro-catálogo que, según uno de sus autores, Jose María Quesada, dibuja un templo que "fue, es y será reflejo de la vida de la capital".
Quesada y el párroco de San Ginés, José Luis Montes, firman esta obra que aborda la evolución de la iglesia desde que fue fundada en 1085 bajo el reinado de Alfonso VI tras la reconquista de Madrid, hasta el presente, casi diez siglos de actividad que han recabado en documentos como los cartularios de la Catedral de Toledo, el Códice de Juan Diácono y el Archivo Histórico Nacional, entre otros.
El catálogo, que se ha editado con el patrocinio de la Fundación Ramón Areces, repasa en su primer capítulo los grandes eventos que albergó San Ginés, como el bautizo de Francisco de Quevedo o la boda de una de las hijas del rey Felipe II.
Recuerda además la especial notoriedad que obtuvo a raíz del cambio de capital del Reino desde Toledo a Madrid en 1562 y desvela cómo la iglesia sobrevivió a saqueos, robos y hasta dos incendios.
La segunda parte está dedicada al análisis de cada una de las obras que atesora, 17 piezas de gran valor de los siglos XVI, XVII y XVIII, entre las que destacan dos lienzos de Luca Giordano, una escultura de Juan de Mena, el "Cristo de la Humildad" de Alonso Cano y "La purificación del templo" firmada por El Greco.
Por último, Montes y Quesada se detienen en los "tesoros" que encierra la sacristía, en cuyas cajoneras se conservan valiosos documentos, como las partidas de bautismo de Quevedo y del único hijo del pintor Francisco de Goya.
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