La iglesia de Santiago de Callapa, en La Paz,(Bolivia), sufrió un hurto. Los ladrones destruyeron las imágenes para extraerles los anillos. Además, rompieron un brazo del Tata Santiago para quitarle el sable. Se llevaron cuadros.
La iglesia de Santiago de Callapa, en la provincia Pacajes de La Paz, sufrió la madrugada del viernes 29 de julio su duodécimo robo. La denuncia fue hecha pública el lunes. Según las autoridades del lugar, los ladrones se llevaron en esta ocasión dos cuadros coloniales, un marco bañado en plata, tres anillos de oro de imágenes del templo y el sable del Tata Santiago, patrono del pueblo.
“Los ladrones ingresaron a la iglesia días después de celebrarse la fiesta patronal de la comunidad. Le han roto los brazos a la imagen del apóstol Santiago para quitarle el sable y han roto los dedos de las vírgenes para quitarles los anillos”, explicó Cristóbal Ramos, alcalde del municipio paceño de Santiago de Callapa.
Sobre estos destrozos, Ramos explicó que se consiguió financiamiento para que los técnicos del Ministerio de Culturas restauren las piezas patrimoniales.
Desde 1981, el templo de Santiago de Callapa ha sufrido una docena de robos. “Se sabe que incluso antes de ese año ya habían ingresado a robar piezas”. Ninguno de estos casos de hurto fue aclarado hasta el momento.
Las autoridades de ese municipio informaron a la Unidad de Catalogación del Ministerio de Culturas sobre el último robo. Esta oficina envió un equipo de profesionales hasta el lugar para registrar el hecho y así denunciar a la Interpol y al Arzobispado de La Paz. Ramos indicó que también se hizo la denuncia en las fiscalías de la provincia.
La iglesia de Santiago de Callapa fue construida a finales del siglo XVI y fue declarada Monumento Nacional por el Estado. Este templo tuvo, según inventarios realizados en los años 80, unas 70 piezas de arte colonial.
El penúltimo robo que sufrió el templo fue el 2006. “Además de denunciar este hecho, nosotros nos hemos movilizado para dotar de mayor seguridad al templo”, explicó la autoridad.
Entonces se colocó una reja de acero que rodeó todo el templo, candados y alarmas, entre otros implementos. “Este robo lo realizaron con mucha maestría. Han cortado las alarmas y me imagino que han sacado las rejas con una palanca”, señaló.
Dijo que desde el 2006 la Alcaldía designó un ítem para que un portero se encargue del cuidado y vigilancia del templo. “Nos dijo que el día del robo hizo su ronda hasta la una de la madrugada y que luego se durmió”.
La iglesia de Santiago de Callapa, en la provincia Pacajes de La Paz, sufrió la madrugada del viernes 29 de julio su duodécimo robo. La denuncia fue hecha pública el lunes. Según las autoridades del lugar, los ladrones se llevaron en esta ocasión dos cuadros coloniales, un marco bañado en plata, tres anillos de oro de imágenes del templo y el sable del Tata Santiago, patrono del pueblo.
“Los ladrones ingresaron a la iglesia días después de celebrarse la fiesta patronal de la comunidad. Le han roto los brazos a la imagen del apóstol Santiago para quitarle el sable y han roto los dedos de las vírgenes para quitarles los anillos”, explicó Cristóbal Ramos, alcalde del municipio paceño de Santiago de Callapa.
Sobre estos destrozos, Ramos explicó que se consiguió financiamiento para que los técnicos del Ministerio de Culturas restauren las piezas patrimoniales.
Desde 1981, el templo de Santiago de Callapa ha sufrido una docena de robos. “Se sabe que incluso antes de ese año ya habían ingresado a robar piezas”. Ninguno de estos casos de hurto fue aclarado hasta el momento.
Las autoridades de ese municipio informaron a la Unidad de Catalogación del Ministerio de Culturas sobre el último robo. Esta oficina envió un equipo de profesionales hasta el lugar para registrar el hecho y así denunciar a la Interpol y al Arzobispado de La Paz. Ramos indicó que también se hizo la denuncia en las fiscalías de la provincia.
La iglesia de Santiago de Callapa fue construida a finales del siglo XVI y fue declarada Monumento Nacional por el Estado. Este templo tuvo, según inventarios realizados en los años 80, unas 70 piezas de arte colonial.
El penúltimo robo que sufrió el templo fue el 2006. “Además de denunciar este hecho, nosotros nos hemos movilizado para dotar de mayor seguridad al templo”, explicó la autoridad.
Entonces se colocó una reja de acero que rodeó todo el templo, candados y alarmas, entre otros implementos. “Este robo lo realizaron con mucha maestría. Han cortado las alarmas y me imagino que han sacado las rejas con una palanca”, señaló.
Dijo que desde el 2006 la Alcaldía designó un ítem para que un portero se encargue del cuidado y vigilancia del templo. “Nos dijo que el día del robo hizo su ronda hasta la una de la madrugada y que luego se durmió”.