Fue el domingo en Salzburgo, adonde nació el compositor
La Fundación Mozarteum de Salzburgo, Austria, presentó a la prensa este domingo dos obras que habrían sido compuestas por Wolfgang Amadeus Mozart cuando tenía siete u ocho años. Se trata del primer movimiento de una composición concertante y un preludio para piano.
Esas obras forman parte del conocido manuscrito titulado Libro de música de Nannerl que compiló Leopold Mozart, padre de Amadeus. Pero a diferencia del resto de las partituras del manuscrito, en esas piezas no figuraba el nombre del compositor.
Tras detenidos estudios musicológicos y analíticos se pudo confirmar con un importante margen de certeza, que tales creaciones fueron resultado del talento improvisado que Mozart manifestó a muy temprana edad, y que luego su padre pautó en la notación pentagramada tradicional. Vale recordar que este niño prodigio, que asombraba a todos por singular destreza con el piano, todavía no dominaba los elementos de la notación musical. Por tanto, su padre se encargaba de traducir al papel sus exploraciones sonoras.
La Fundación Mozarteum de Salzburgo, Austria, presentó a la prensa este domingo dos obras que habrían sido compuestas por Wolfgang Amadeus Mozart cuando tenía siete u ocho años. Se trata del primer movimiento de una composición concertante y un preludio para piano.
Esas obras forman parte del conocido manuscrito titulado Libro de música de Nannerl que compiló Leopold Mozart, padre de Amadeus. Pero a diferencia del resto de las partituras del manuscrito, en esas piezas no figuraba el nombre del compositor.
Tras detenidos estudios musicológicos y analíticos se pudo confirmar con un importante margen de certeza, que tales creaciones fueron resultado del talento improvisado que Mozart manifestó a muy temprana edad, y que luego su padre pautó en la notación pentagramada tradicional. Vale recordar que este niño prodigio, que asombraba a todos por singular destreza con el piano, todavía no dominaba los elementos de la notación musical. Por tanto, su padre se encargaba de traducir al papel sus exploraciones sonoras.
De este estreno mundial en Salzburgo, ciudad natal de Mozart, participaron las autoridades de la prestigiosa Fundación Mozarteum, y el pianista austriaco Florian Birsak fue el encargado de interpretar las dos obras. Allí se enfatizó que este descubrimiento servirá a los especialistas para profundizar en el período de gestación de los principales rasgos estilísticos del lenguaje mozartiano.
Los investigadores se basaron en varios elementos clave para concluir que Mozart fue el creador de estas dos piezas. Para Ulrich Leisinger del Mozarteum, "ni el estilo de la composición, ni la escritura volátil, con errores, apuntan a la autoría de Leopold". A lo que agregó: "Es mucho más probable que Wolfgang Amadeus hubiera tocado esta composición al piano para su padre, que la anotó para Wolfgang, todavía inexperimentado en materia de notación musical, y luego la corrigió".
Robert D. Levin, pianista y profesor de la Universidad de Harvard, y quien realizó el acompañamiento orquestal para el concierto, explicó que el joven Mozart quería mostrar "todo lo que podía hacer`` al componer esas piezas. "Lo que el compositor espera del intérprete, con pasajes veloces, manos cruzadas y saltos alocados, es más que un poco loco``.
Estas declaraciones, recogidas por varios medios en todo el mundo, cuentan en realidad parte de la historia o quizás sus aspectos más vistosos. Para poder comprobar una autoría a partir de un manuscrito anónimo se requiere un trabajo de análisis y proyección muy profundo. Esto implica una detenida reconstrucción estilística, tanto de otras composiciones del entonces niño Mozart como de su talentoso padre, y estudios musicológicos de contexto muy profundos. En estos últimos es dable pensar que los investigadores también tuvieron en cuenta el desarrollo que en esa época tenía la técnica pianística, a partir de lo cual sí se podrían sostener las valoraciones de Levin sobre el inmaduro lenguaje de Mozart.
Un paradigma de lo clásico
La musicología histórica reconoce a Wolfgang A. Mozart como uno de los paradigmas de la llamada estética clásica o del clasicismo. Este período de la historia de la música occidental es identificado (para Europa centro-occidental) durante el siglo XVIII. Mozart se destacó por la brillantez con que abordó los diseños formales, marcados fundamentalmente por su equilibrio, la inventiva melódica y los ricos juegos armónicos. Con esas herramientas, el compositor de Salzburgo creó más de 600 obras en géneros camerísticos, sinfónicos, operísticos y concertantes. Ese inmenso repertorio fue compuesto durante una vida intensa, llena de conflictos, pasiones, que terminó misteriosamente cuando el compositor tenía sólo 35 años. De allí han salido una inmensa cantidad de músicas que el canon musical sancionó como de "repertorio obligado". Obras que tienen que estar sí o sí en los programas de solistas, conjuntos de cámara u orquestas sinfónicas. Lo mismo ocurrió con los otros dos íconos o figuras paradigmáticas del clasicismo, como fueron Haydn y luego Beethoven
@ALEXANDER LALUZ