Los vecinos de Fresnillo de las Dueñas, (Burgos) descubren el contenido de sus normas más antiguas, datadas en el año 1095
La iglesia de Fresnillo se quedó pequeña para conocer los detalles que escondía este documento histórico.
En pleno verano cultural, la iglesia parroquial de Fresnillo acogió ayer una actividad inusual. Además de la misa dominical, el párroco celebró un bautizo y, a continuación, los bancos se llenaron para descubrir una parte importante de la historia de la localidad: su fuero, fechado el 28 de enero de 1095 y otorgado por el conde García Ordóñez, alférez de Alfonso VI en la época del Cid Campeador, y marido de doña Urraca, hija del señor de Haza.
El promotor de esta actividad fue Evilasio González, un enamorado de la historia de su localidad que, una vez que sus obligaciones laborales le han permitido dedicarse a esta afición, consiguió una traducción del fuero más antiguo de todo el sur de la provincia de Burgos, anterior al de Silos, Roa y Covarrubias. Aunque ya se conocía la existencia de este documento, el mayor problema al que se enfrentó fue la traducción del mismo para conocer su contenido. «Está escrito en latín, pero un latín bastante rato, porque lo escribió un hombre que pensaba en castellano antiguo, de ahí la dificultad; hasta que contacté con un hombre que es profesor del seminario de Burgos y con Luis Martínez, profesor de Historia Medieval de la UBU, que lo ha visado», explicó Evilasio González.
Entre las curiosidades que se enmarcan en este fuero, destaca que, según la historia del Derecho en España, aparece por primera vez legislación sobre temas de violación, «habla de que el que forzara a la hija de un hombre sin ella quererlo le impone una sanción de 300 sueldos de multa» o del derecho de asilo a los homicidas, «si se refugiaban en Fresnillo no les podían hacer nada». Fuera de los asuntos legales, el fuero recoge la herencia de bienes hasta la séptima generación, en una época en la que la propiedad correspondía al señor de la tierra, y establece condiciones para vender los bienes, «obligando al vendedor y al comprador a estar al menos un año viviendo en pueblo, lo cual se justificaba haciendo que saliese humo por la ventana todos los días durante un año».
Además, Fresnillo tuvo hasta que Alfonso X El Sabio lo derogó el fuero, privilegios monetarios porque de la recaudación del montazgo «que era el impuesto por pasar con reses por los montes, en Fresnillo la mitad de los ingresos sería para el pueblo y la otra mitad para la corona», los soldados de a pie estaban exentos de acudir a la llamada a filas y los vecinos de la localidad podían nombrar a su propio juez y sayón, no dejando al representante del rey ni al delegado del obispo no sólo no actuar en el municipio sino ni siquiera entrar en su territorio.
@Eduardo GórrizI.M.L./Diario de Burgos