
El Ayuntamiento desmontará parte de la muralla afectada por las grietas en Santa Cruz
Los Bomberos afirman que los sillares se retirarán para evitar desplomes y se reutilizarán para reconstruir el torreón una vez que se asegure la zona
El Ayuntamiento desmontará parte de la muralla del Castillo afectada por grandes grietas en el barrio de Santa Cruz ante el riesgo de que pueda desplomarse, como confirmaron ayer fuentes del Patronato de la Vivienda y de Bomberos. Los sillares que comenzarán a retirarse del torreón dañado en los próximos días serán almacenados para poder reconstruir el muro una vez que se asegure la zona, indicaron. Esta decisión se ha tomado después de que la gran fisura que apareció en la tarde del jueves, de uno 25 centímetros, se abriera todavía más durante la noche.
De momento, las obras que se están llevando a cabo en el Portón de Santa Cruz, justo debajo del muro donde han aparecido las grietas, seguirán paralizadas, como mínimo, hasta el próximo miércoles, según informó ayer el gerente del Patronato Municipal de la Vivienda, Gaspar Mayor. No obstante, los vecinos de la zona podrán seguir en sus casas ya que el análisis realizado por los Bomberos y los propios técnicos municipales ha descartado que exista peligro para sus viviendas, aseveró.
Según Mayor, aunque en un principio se pensó que la grieta fue provocada por los trabajos para la construcción de un aparcamiento en la zona del Portón, el incidente se produjo en realidad cuando se realizaba una cata previa para mejorar la cimentación del torreón afectado. Explicó que la construcción está asentada sobre un terreno constituido por material de relleno y durante la restauración a la que se sometió la muralla hace unos años ya se detectó el problema. Por este motivo, dentro de las obras que se realizan para reparar el Castillo se había reservado una pequeña partida para acometer también esta mejora, según afirmó.
El arquitecto responsable de aquella actuación y también de la restauración actual del Castillo, Marius Bevià, estuvo ayer analizando la situación sobre el terreno. Las obras del aparcamiento se paralizaron ante el peligro de desprendimiento de algunos elementos sobre los trabajadores, por lo que se decidió su paralización hasta el próximo miércoles, cuando se presentará a los Bomberos un plan para ejecutar estos trabajos con seguridad.
Los Bomberos afirman que los sillares se retirarán para evitar desplomes y se reutilizarán para reconstruir el torreón una vez que se asegure la zona
El Ayuntamiento desmontará parte de la muralla del Castillo afectada por grandes grietas en el barrio de Santa Cruz ante el riesgo de que pueda desplomarse, como confirmaron ayer fuentes del Patronato de la Vivienda y de Bomberos. Los sillares que comenzarán a retirarse del torreón dañado en los próximos días serán almacenados para poder reconstruir el muro una vez que se asegure la zona, indicaron. Esta decisión se ha tomado después de que la gran fisura que apareció en la tarde del jueves, de uno 25 centímetros, se abriera todavía más durante la noche.
De momento, las obras que se están llevando a cabo en el Portón de Santa Cruz, justo debajo del muro donde han aparecido las grietas, seguirán paralizadas, como mínimo, hasta el próximo miércoles, según informó ayer el gerente del Patronato Municipal de la Vivienda, Gaspar Mayor. No obstante, los vecinos de la zona podrán seguir en sus casas ya que el análisis realizado por los Bomberos y los propios técnicos municipales ha descartado que exista peligro para sus viviendas, aseveró.
Según Mayor, aunque en un principio se pensó que la grieta fue provocada por los trabajos para la construcción de un aparcamiento en la zona del Portón, el incidente se produjo en realidad cuando se realizaba una cata previa para mejorar la cimentación del torreón afectado. Explicó que la construcción está asentada sobre un terreno constituido por material de relleno y durante la restauración a la que se sometió la muralla hace unos años ya se detectó el problema. Por este motivo, dentro de las obras que se realizan para reparar el Castillo se había reservado una pequeña partida para acometer también esta mejora, según afirmó.
El arquitecto responsable de aquella actuación y también de la restauración actual del Castillo, Marius Bevià, estuvo ayer analizando la situación sobre el terreno. Las obras del aparcamiento se paralizaron ante el peligro de desprendimiento de algunos elementos sobre los trabajadores, por lo que se decidió su paralización hasta el próximo miércoles, cuando se presentará a los Bomberos un plan para ejecutar estos trabajos con seguridad.

En un principio, según el gerente del Patronato, se baraja la posibilidad de invertir el orden de los trabajos y emprender las obras de cimentación del torreón antes de seguir con el aparcamiento. Como medida de seguridad, ayer una máquina estuvo trabajando para terminar de cimentar la base sobre la que se asienta la muralla con el fin de consolidarla y evitar desprendimientos.
"Por sí sola no se va a mover, si lo hace es por fenómenos externos como los micropilotajes que causaron las primeras grietas [en junio] o las catas ahora", aseveró Mayor. Preguntado por qué pasaría en caso de que cayera una fuerte tormenta, indicó que "probablemente no ocurriría nada, como máximo se desprendería alguna piedra, pero no pasaría nada porque la zona está vallada y no hay nadie trabajando en las obras de abajo".
"No voy a consentir riesgos"
El jefe del Parque Municipal de Bomberos, Juan Calvo, también estuvo inspeccionando la zona durante la mañana y explicó a los vecinos la decisión de "desmontar manualmente parte de la muralla para poder continuar con seguridad con las obras que realiza debajo el Patronato de la Vivienda". El responsable de este Cuerpo fue muy claro: "No voy a consentir riesgos". Al respecto, señaló que el torreón no se puede apuntalar y que lo más efectivo es desmontar las piedras con riesgo de desprenderse y que "una vez se asegure la zona será reconstruida" con los mismos sillares. "Esta noche [por la del jueves] se ha abierto más la grieta, por lo que hemos acordado desmontarla para evitar un desplome", argumentó en declaraciones a este diario.
De momento se mantiene cortada la calle de acceso a Santa Cruz, lo que ha obligado a trasladar las veladas de música clásica que durante todos los sábados del mes de agosto estaban previstas en la ermita, según informó el edil de Cultura, Miguel Valor. A partir de hoy tendrán lugar en el Centro Municipal las Artes de la plaza de Quijano.
En un comunicado se explica que el cambio se produce pese a que los técnicos competentes, así como los Bomberos, han analizado la situación y han determinado que el riesgo para las personas es mínimo
@S.ESCRIBANO/D. NAVARRO/Información.es
@fotografías: Pilar Cortés