MIENTRAS NOS QUEDE LA PALABRA, SIEMPRE HABRÁ DEFENSA PARA LA IGLESIA CATÓLICA.

Cada vez es más peligroso decir que eres católico, cada vez es más peligroso serlo. A los ataques de los fanáticos musulmanes hay que sumar ahora el de los fanáticos hindues, y es que el trabajo con los más humildes que lleva a cabo la Iglesia Católica en esos paises, lejos de provocar la vergüenza de los dirigentes religiosos de otras religiones por mantener a sus pueblos en estados de miseria y esclavitud, defendiendo siempre al poderoso, la envidia les lleva a proclamar fatuas y proclamas contra misioneros y misioneras, voluntarios católicos que ofrecen hasta su vida por esos abandonados del mundo.

Pero no solamente es en la India o en los paises musulmanes donde la persecución a la Iglesia Católica es constante y casi rutinaria. En occidente, en España, por ejemplo, la persecución y discriminación contra la Iglesia y sus fieles es generada casi en su cien por cien por el gobierno, un gobierno que proclama su respeto a la libertad de ideas, de creencias, pero que no duda en actuar contra esa libertad religiosa, pero solamente en una dirección, contra un solo frente, el católico.

Cada vez más vemos como la impunidad a los asesinos abortistas, las campañas animando a utilizar productos y prácticas proabortistas, las subvenciones a esos grupos antivida, la persecución a la educación católica en las escuelas, la represión y abolición del crucifijo en los actos oficiales, etc., etc.

Y luego están "los intelectuales". Aquellos que en su ignorancia y mezquindad gozan hablando de los horrores causados por la Iglesia en el pasado. Mezclando a la Santa Iglesia con dictadores asesinos y condenados por la misma Iglesia, donde se dan ejemplos de verdaderos mártires modernos enfrentados con las únicas armas de la oración y el ejemplo de conducta personal a esos criminales. Pero es igual, meterse con la Iglesia vende, se cotiza, da caché, aunque a nosotros ese caché, esa etiqueta es de subnormales profundos, rencorosos sin donde caer muertos, politicastros de conductas delictivas que luego no dudan en robar y estafar a sus administrados, (ver los centenares de escándalos políticos en España).

Y abusan, abusan porque dan con la humildad y el perdón de la Iglesia, que no duda en poner la otra mejilla cuando la golpean, la persiguen y asesinan a sus miembros. Pero no todos tenemos el don de perdonar tan facilmente, de poner la otra mejilla. No todos estamos dispuestos a ver como se ataca a nuestra institución más querida y quedarnos cruzados de brazos.

Ya hay grupos católicos que rezan y se manifiestan frente a las clínicas abortistas, o que se manifiestan en favor de la libertad educacional que permita recibir la educación religiosa en la enseñanza pública sin tener que volver a recurrir a las catacumbas. Ya hay grupos activos que llevan por delante su bandera del catolicismo, sin importar las críticas o las persecuciones, grupos que desde Fratertempli siempre encontrarán todo el apoyo y toda la ayuda posible. Grupos que pueden contar con nuestras páginas para utilizar su derecho a oponerse a todas esas leyes contra natura, contra esos gobiernos permisivos y alentadores del asesinato a través del aborto, contra todos esos pseudodemócratas revanchistas cuyo único objetivo es la destrucción del catolicismo. Lo llevan claro mientras uno solo de nosotros quede en pie y pueda hablar, lo llevan claro.