Peñíscola busca convertirse en Patrimonio de la Humanidad para atraer más turismo
La ciudad seguirá el ejemplo de Ibiza, que recibió la distinción por contar con otra de las mejores fortificaciones del Mediterráneo
Peñíscola quiere que la peña de ciudad sea Patrimonio de la Humanidad. El Ayuntamiento se ha propuesto que la obtención de la declaración sea una de las acciones que busquen dinamizar, crear nuevos recursos turísticos y poner en valor su casco antiguo.
La medida forma parte del plan de dinamización presentado el viernes, que contiene propuestas y acciones que han sido consensuadas con los empresarios. Entre éstas destaca la candidatura del bien patrimonial al Consejo del Patrimonio Histórico, un órgano consultivo en el que están representados Estado y comunidades autónomas, según explicó el responsable de Think Solutions, firma redactora del documento.
Este órgano estatal es el encargado de elevar al Gobierno central la lista de bienes aspirantes agrupados por etapas y corrientes culturales, justificando su valor, y comparándolo con otros bienes similares nacionales o extranjeros. Una vez seleccionados los aspirantes, las autoridades enviarán sus expedientes al Centro de Patrimonio Mundial antes de las sesiones del mes de junio.
Morella trabaja desde hace años en conseguir que su ciudad y sus murallas sean reconocidas como Patrimonio de la Humanidad. Por el momento, el municipio ha mejorado muchas calles, ha puesto en valor sus murallas y su patrimonio, y ha recogido miles de firmas de apoyo de sus visitantes.
En 2009 el catálogo de ciudades Patrimonio de la Humanidad consta de un total de 890 sitios, de los cuales 689 son culturales, 176 naturales y 25 mixtos, distribuidos en 148 países. El objetivo es catalogar, preservar y dar a conocer sitios de importancia cultural o natural excepcional para la herencia común de la humanidad.
En la evaluación del expediente interviene la Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), que eleva sus recomendaciones al Comité del Patrimonio de la Humanidad.
Peñíscola pretende así incorporarse a la exclusiva lista que incluye a la Alhambra, la mezquita de Córdoba, el Escorial, las obras de Gaudí, el Acueducto de Segovia o el arte rupestre del Mediterráneo, porque si consiguiera el título, obtendría también una promoción y valor añadido como destino turístico y cultural.
Y es que argumentos históricos no faltan. Por Peñíscola han pasado desde reyes árabes a órdenes militares cristianas. En esa localidad se asentaron, probablemente, los fenicios procedentes de Tiro y poco después los griegos de Zacinto. Más tarde llegaron por mar cartagineses, romanos, bizantinos y árabes. Peñíscola, colonia griega y romana, fue un importante puerto por el que entraban manufacturas como cerámica, telas y armas que los colonizadores intercambiaban por el vino y aceite de oliva de los íberos que poblaban las sierras del litoral.
Entre los años 1294 y 1307 fue construido el actual castillo sobre los restos de la alcazaba árabe. Los promotores fueron frey Berenguer de Cardona, maestre de la Orden del Temple en Aragón y Cataluña y frey Arnaldo de Banyuls, comendador de Peñíscola. El Cisma de Occidente marcó la historia de la Iglesia con la presencia simultánea de dos Papas. Desautorizado, el Papa Luna se autoexilió a Peñíscola donde entraba el 21 de julio de 1411 asentando allí la sede pontificia en lo que fue el Cisma de Occidente.
En la actualidad es una de las villas de realengo del Reino de Valencia, al igual que Morella, Burriana, Xàtiva o Alzira. Sus murallas renacentistas fueron construidas por Giovanni Battista Antonelli, y están consideradas una de las más relevantes fortificaciones del Mediterráneo junto a las de Ibiza, ciudad que recibió la distinción de Patrimonio de la Humanidad por sus murallas renacentistas y el conjunto histórico intramuros de Dalt Vila; la necrópolis fenicio-púnica y Ses Feixes, un área natural y muestra de organización agrícola tradicional en la zona de protección.
Así, la 'Ciutat en el Mar' de Peñíscola podría tener en la Serra d'Irta y su zona húmeda otros valiosos apoyos que se suman al potencial de su casco histórico.
@J. MAURA/LasProvincias.es
La ciudad seguirá el ejemplo de Ibiza, que recibió la distinción por contar con otra de las mejores fortificaciones del Mediterráneo
Peñíscola quiere que la peña de ciudad sea Patrimonio de la Humanidad. El Ayuntamiento se ha propuesto que la obtención de la declaración sea una de las acciones que busquen dinamizar, crear nuevos recursos turísticos y poner en valor su casco antiguo.
La medida forma parte del plan de dinamización presentado el viernes, que contiene propuestas y acciones que han sido consensuadas con los empresarios. Entre éstas destaca la candidatura del bien patrimonial al Consejo del Patrimonio Histórico, un órgano consultivo en el que están representados Estado y comunidades autónomas, según explicó el responsable de Think Solutions, firma redactora del documento.
Este órgano estatal es el encargado de elevar al Gobierno central la lista de bienes aspirantes agrupados por etapas y corrientes culturales, justificando su valor, y comparándolo con otros bienes similares nacionales o extranjeros. Una vez seleccionados los aspirantes, las autoridades enviarán sus expedientes al Centro de Patrimonio Mundial antes de las sesiones del mes de junio.
Morella trabaja desde hace años en conseguir que su ciudad y sus murallas sean reconocidas como Patrimonio de la Humanidad. Por el momento, el municipio ha mejorado muchas calles, ha puesto en valor sus murallas y su patrimonio, y ha recogido miles de firmas de apoyo de sus visitantes.
En 2009 el catálogo de ciudades Patrimonio de la Humanidad consta de un total de 890 sitios, de los cuales 689 son culturales, 176 naturales y 25 mixtos, distribuidos en 148 países. El objetivo es catalogar, preservar y dar a conocer sitios de importancia cultural o natural excepcional para la herencia común de la humanidad.
En la evaluación del expediente interviene la Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), que eleva sus recomendaciones al Comité del Patrimonio de la Humanidad.
Peñíscola pretende así incorporarse a la exclusiva lista que incluye a la Alhambra, la mezquita de Córdoba, el Escorial, las obras de Gaudí, el Acueducto de Segovia o el arte rupestre del Mediterráneo, porque si consiguiera el título, obtendría también una promoción y valor añadido como destino turístico y cultural.
Y es que argumentos históricos no faltan. Por Peñíscola han pasado desde reyes árabes a órdenes militares cristianas. En esa localidad se asentaron, probablemente, los fenicios procedentes de Tiro y poco después los griegos de Zacinto. Más tarde llegaron por mar cartagineses, romanos, bizantinos y árabes. Peñíscola, colonia griega y romana, fue un importante puerto por el que entraban manufacturas como cerámica, telas y armas que los colonizadores intercambiaban por el vino y aceite de oliva de los íberos que poblaban las sierras del litoral.
Entre los años 1294 y 1307 fue construido el actual castillo sobre los restos de la alcazaba árabe. Los promotores fueron frey Berenguer de Cardona, maestre de la Orden del Temple en Aragón y Cataluña y frey Arnaldo de Banyuls, comendador de Peñíscola. El Cisma de Occidente marcó la historia de la Iglesia con la presencia simultánea de dos Papas. Desautorizado, el Papa Luna se autoexilió a Peñíscola donde entraba el 21 de julio de 1411 asentando allí la sede pontificia en lo que fue el Cisma de Occidente.
En la actualidad es una de las villas de realengo del Reino de Valencia, al igual que Morella, Burriana, Xàtiva o Alzira. Sus murallas renacentistas fueron construidas por Giovanni Battista Antonelli, y están consideradas una de las más relevantes fortificaciones del Mediterráneo junto a las de Ibiza, ciudad que recibió la distinción de Patrimonio de la Humanidad por sus murallas renacentistas y el conjunto histórico intramuros de Dalt Vila; la necrópolis fenicio-púnica y Ses Feixes, un área natural y muestra de organización agrícola tradicional en la zona de protección.
Así, la 'Ciutat en el Mar' de Peñíscola podría tener en la Serra d'Irta y su zona húmeda otros valiosos apoyos que se suman al potencial de su casco histórico.
@J. MAURA/LasProvincias.es