Sin dejar de admirar la labor que ha desempeñado el Padre Manel con los más desfavorecidos y continuar pensando que es una buena persona, no tenemos más remedio que, en esta ocasión y en el tema del pago del aborto de las adolescentes por parte del Padre Manel, que no pudo convencerlas de lo contrario, pensar que no obró de acuerdo a como debe obrar, no ya un sacerdote, sino cualquiera que se posicione, como él hace, en contra del aborto.
Nunca debió pagar esos abortos; si no pudo convencer a las niñas de no hacerlo, lo que tocaba era orar para que no las pasara nada si continuaban con su intención de abortar, pero no colaborar con esos asesinos pagando de su bolsillo el aborto de las adolescentes.
Si el Padre Manel entendió que debía pagar los abortos, también debería haber entendido que acto seguido debía presentar su renuncia al sacerdocio y no continuar, como continuó, como si nada hubiera pasado. Ese debería haber sido el pago que el Padre Manel debería no efectuó, pués una persona inteligente, como es el Padre Manel, sabía a ciencia cierta que desde su posición no podía abonar el importe de los asesinatos de dos bebés sin que a su vez esa acción no tuviera ninguna consecuencia para él. De esa manera se hubiera evitado la expulsión, la excomunión o lo que quiera decretar el cardenal Sistach, que además está obligado a llevar a cabo la excomunión del Padre Manel si quiere que veamos que la Iglesia mide a todos por el mismo rasero.
Creemos que el Padre Manel podrá desde fuera de la Iglesia continuar con su admirable labor por el más necesitado, pero tendrá que ser desde fuera, pues con su acción, y pese a sus múltiples buenas obras, se ha convertido en cómplice de los asesinos de bebés, esa gentuza multinacional que gana dinero efectuando crímenes en el interior del vientre de las mujeres abortistas, algo con lo que el Padre Manel no debería haber colaborado al pagar ese dinero por los abortos de las adolescentes, por mucho peligro que viera.
Nos duele hablar así de una persona que ha hecho tanto bién a sus semejantes y que seguramente continuará haciéndolo, pero con el pago de los abortos, el Padre Manel nos ha decepcionado a muchísimos antiabortistas que pensamos como él en otros temas, pero que nunca compartiremos esa opción que tomó al ser incapaz de convencer a las niñas para que no abortaran. Debería abandonar el sacerdocio y evitarnos el ver como lo excomulgan.
padre Manel Pousa. (Enric Bruguera)
Sistach vuelve a llamar la atención al padre Manel al publicar su biografía
Manel Pousa explica que tiene una "amiga especial" con quien no convive ni mantiene relaciones
El autor reafirma que en el libro sobre el cura está "todo bien explicado"
El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha vuelto a convocar al sacerdote Manel Pousa para llamarle la atención, molesto por la publicación de Pare Manel. Més a prop de la terra que del cel (Angle Editorial), donde explica, entre otras cosas, que tiene una "amiga especial" con quien no convive ni mantiene relaciones sexuales.
Sistach le ha citado para hablar con él sobre el texto y "tomar las decisiones pertinentes" --como informa el arzobispado en un comunicado sin aludir a ningún pasaje--, tiempo después de que el mismo arzobispo le lanzara una "advertencia" por haber costeado el aborto a una joven para evitar una muerte por desangramiento, según relata el libro.
El sacerdote, que se proclama antiabortista, apoya solo el celibato voluntario, defiende el sacerdocio femenino, y ha accedido a presidir en la cárcel ceremonias religiosas paralelas a la unión civil de los presos homosexuales que se lo han pedido.
Apoyo de personalidades
Escrito por el periodista Francesc Buxeda, el libro --a la venta desde finales de febrero-- explica el trabajo para los marginados que ha hecho popular al sacerdote, que preside una fundación a la que han apoyado artistas como Joan Manuel Serrat, Tortell Poltrona, Sergi López, el Tricicle y el desaparecido Pepe Rubianes. En declaraciones a Europa Press, Buxeda ha reafirmado el contenido de todo el texto al constatar que "para cualquier duda, lo mejor es remitirse al libro, donde todo está bien explicado".
Manel Pousa (1945) tiene su parroquia en el barrio barcelonés de La Trinitat, donde ha convertido la rectoría en casa de acogida para reinsertar ex presos; visita cárceles catalanas; ayuda a niños de barrios conflictivos de Barcelona y a sus familias, y recauda fondos privados y públicos para su fundación.
@Solo del texto a partir de la letra grande, Europa Press