El exobispo belga Roger Vangheluwe, que confesó haber abusado sexualmente de un sobrino menor de edad entre 1973 y 1986, admitió ayer, en su primera aparición en público en los últimos meses, que también cometió ese delito contra otro de sus sobrinos.
Vangheluwe apareció ante las pantallas del canal flamenco VT4 como un hombre derrotado y abatido, vestido sin los hábitos religiosos y con una voz pausada y cansada, pero emitió su confesión sin aparente remordimiento.
Ante la sorpresa general, el exobispo de Brujas admitió que cometió abusos sexuales contra otro de sus sobrinos, entonces también menor de edad, quien previamente ya le había denunciado.
En sus declaraciones admite abusos sexuales sobre dos sobrinos. Vangheluwe relató en directo cómo los abusos, que se cometieron durante las visitas de su familia, llegaron a convertirse en una práctica "habitual". Afirmó en la entrevista que nunca se ha considerado un pederasta. "No tengo para nada la impresión de ser un pederasta. Fue como una pequeña relación. No tenía la impresión de que mi sobrino se opusiera, al contrario", comentó el exobispo en la entrevista.
Según el obispo destituido, jamás pensó en el impacto de sus actos, que calificó de meros "hechos superficiales": "No era consciente de que eso tenía tal impacto en mi sobrino. Creía que eran cosas superficiales", dijo Vangheluwe.
Lo ocurrido "no tenía nada que ver con la sexualidad", aseguró y añadió que jamás se ha sentido atraído por los niños y que, en el caso de sus sobrinos, "lo que existía era intimidad". Vangheluwe se declaró arrepentido por los hechos, que se prolongaron durante trece años en uno de los casos y cerca de dos años en el otro.
En un intento de defensa, el exobispo aseguró que no sabía que actuaba de forma incorrecta a pesar de que acordó con los familiares que no pondrían en evidencia este tema. "Naturalmente, sabía que no estaba bien, lo confesé varias veces", dijo y seguidamente reconoció que dio dinero a su víctima.
Bélgica está conmocionada con las 'explicaciones' exculpatorias del exobispo de Brujas: los políticos y editorialistas del país han manifestado su indignación por las nuevas revelaciones de Vangheluwe.
El primer ministro belga, Yves Leterme, declaró que considera que lo ocurrido "supera los límites de lo aceptable" y ha pedido a la Iglesia que "asuma sus responsabilidades" para poner punto final al asunto. También el ministro belga de Justicia, Stefaan De Clerck, ha hecho un llamamiento a la Iglesia a resolver la situación lo antes posible.
La diputada socialista Karine Lalieux subrayó que fue la entrevista "más repugnante que he leído". La diputada emitió un informe recientemente en el que "demuestra que la Iglesia quiso sofocar su responsabilidad", y denuncia "las seudosanciones" de la Iglesia y la "protección" de la que benefició al exobispo, que "tiene un sentimiento de una total impunidad".
Roger Vangheluwe, de 74 años de edad, exobispo de la diócesis de Brujas, ciudad al noreste de Bélgica, fue destituido por el papa Benedicto XVI en abril de 2010 cuando salió a la luz el escándalo de los abusos sexuales a uno de sus sobrinos. Este lunes el Vaticano dijo que castigó al exobispo, que abandonó Bélgica hace una semana y se encontraba refugiado en un monasterio en la región del Loire, con un retiro a Francia para recibir "tratamiento espiritual y psicológico".
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