La Junta concluye la inversión de 1,1 millones en restaurar el templo del siglo XV
El rector de La Encina, junto a representantes de la Junta, Fierro y Moreno.
Estará abierta día y noche para que los peregrinos pueda sellar su credencial incluso si caminan de madrugada. La iglesia de San Andrés, a los pies del Castillo de Ponferrada y salvada de la ruina por una inversión de más de un millón de euros de la Junta de Castilla y León, albergará una oficina jacobea para atender a los romeros que caminen a Santiago. El centro de información funcionará en las dependencias de la sacristía del templo edificado entre los siglos XV y XVII y cuyas obras de restauración, ejecutadas en dos fases, acaban de concluir con el acondicionamiento del interior del edificio.
La iglesia, cuya primera fase de restauración permitió que acogiera el final de la muestra de Las Edades del Hombre en el 2007, reabrirá al culto para centrarse en la evangelización de los jóvenes y albergar exposiciones y conciertos de temática religiosa, según explicó ayer el rector de la Basílica de La Encina, a cuya parroquia pertenece el templo, Antolín de Cela. La sacristía, sin embargo, cuenta con el espacio suficiente como para convertirse en oficina de información y asistencia a los peregrinos y en centro juvenil, añadió De Cela.
Después de años de abandono y con la iglesia clausurada por decreto del anterior obispo de Astorga, que temía que las bóvedas pudieran derrumbarse, el templo de San Andrés volverá a acoger además las celebraciones religiosas que le eran propias y que se habían trasladado a la Basílica de La Encina. Es el caso de las novenas, del Día de San Blas o la celebración del Sagrado Corazón de Jesús.
La atención a los peregrinos «a cualquier hora», según De cela será a partir de ahora una función nueva. No en vano, el rectorado de La Encina ha sellado este Año Xacobeo unas cincuenta mil credenciales de romeros. La parroquia de La Encina, sin embargo, tendrá que arreglárselas sin el Obispado de Astorga para encontrar el dinero que permita abrir el centro jacobeo y juvenil. La Diócesis ya ha informado a De Cela que no disponen de fondos y que tienen que priorizar la restauración de templos a los que es necesario cambiar cubiertas o proteger de las humedades en lugares como La Cabrera. El Consejo Económico del Rectorado de la Encina ya está pensando en solicitar un crédito a Caja España para financiar el proyecto.
Las Edades del Hombre, al menos, han permitido salvar un templo que sin ser Bien de Interés Cultural, se encuentra entre los más antiguos de la comarca y ofrece una de las estampas más reconocidas de Ponferrada. Las humedades, las piedras de una casa vecina que se derrumbó sobre sus muros, y el alarmante agrietamiento de sus bóvedas añadidas en los siglos XVII y XVIII a la primitiva estructura medieval, habían cercado al histórico templo a finales de la década pasada. De Cela, que ayer bendijo las paredes del templo tanto como a quienes han trabajado para recuperarlo, recordó que la celebración de la muestra artística sobre arte religioso hizo posible que la Junta de Castilla y León se involucrara en su restauración. El rector de la Encina tuvo palabras de agradecimiento especialmente para el consejero de Fomento, Antonio Silván, pero también para el presidente de la Junta y el propio alcalde de Ponferrada.
Pendiente de rehabilitar su retablo y de colocar el mobiliario y las cruces, el jefe del Servicio Territorial de Fomento, Ignacio Santos, se encargó ayer de recibir las obras dirigidas por el arquitecto Álvaro Riesco y ejecutadas por la empresa Tricsa. A Santos le acompañó el teniente de alcalde, Juan Elicio Fierro, que calificó la restauración como «un hito más en la recuperación integral del casco antiguo».
La segunda fase de las obras, financiadas dentro del programa Arquimilenio, ha supuesto una inversión de 454.000 euros para dotar al templo de calefacción y sistema eléctrico, entre otros acabados.
@Carlos Fidalgo, (Ponferrada)/Diariodeleon.es