Vista de las excavaciones de San Vítor. // J.Regal
Una vez concluidas las excavaciones en el lugar arqueológico de San Vítor, en San Lourenzo de Barxacova (Parada do Sil), el equipo de arqueólogos que dirige Eduardo Breogán Nieto concluye que los restos encontrados podrían formar parte de la necrópolis alto medieval más extensa del noroeste peninsular y que los restos de cerámica de cocina encontrados, demuestran que hubo un asentamiento en la zona.
El equipo de Breogán Arqueología concluyó las excavaciones, realizadas por iniciativa del Concello de Parada do Sil y financiadas por la dirección Xeral de Patrimonio y las conclusiones confirman la importancia del hallazgo.
Con la apertura de tres sondeos en la explanada, se confirman las sospechas de expansión de las tumbas, por un área mucho mayor de la conocida, según Breogán Nieto, "encontrándonos casi con seguridad con una de las necrópolis más grandes del noroeste peninsular para el período alto y pleno medieval".
La extensión lleva a los arqueólogos a relacionar esta necrópolis con un núcleo de habitación próximo en esta época, que podría situarse en el propio San Lourenzo o en un enclave aún por descubrir.
Según el director de las excavaciones, "la sospecha viene dada por la presencia en el expolio de la necrópolis, de cerámica de cocina, lo que es un indicador indiscutible de que hubo asentamiento".
Además, y entre las novedades de esta última fase, está la aparición de restos óseos cuyo análisis antropológico "está en curso por expertos y a la espera de los análisis radio carbónicos y del remate del estudio del material recogido, se barajan nuevas teorías sobre el yacimiento".
Entre el material cerámico se encuentran fragmentos de cerámica romana tardía, que "nos estaría hablando de la antigüedad máxima del supuesto núcleo próximo, y cerámica pintada de los siglos XII -XIII, relacionada directamente con las tumbas", indica Eduardo Breogán.
Además, la concentración de "tégula" en el entorno de la roca, "podría estar en relación con una estructura de época romana destinada al control del cañón del Mao, como vía de acceso natural hacia las Riberas del Sil", añade el arqueólogo, quien, mientras continúan los trabajos de registro de restos, no descarta ampliar la zona de prospección a áreas próximas.
@M.J.A./ElfarodeVigo.es