El Concello de Muxía solicita a la Consellería de Cultura que se devuelvan al monasterio de Moraime dos pilones medievales que fueron retirados de allí en los años 60 por orden de Carmen Polo, la esposa de Francisco Franco, y que presumiblemente se encuentran en el pazo de la familia en Meirás (Sada).
El Ayuntamiento muxián se enteró recientemente de este asunto por el cura y abogado Celso Alcaina, que conocía un acta levantada por el antiguo párroco de Moraime, José Barrientos, donde se detallan los hechos, que también fue remitida al conselleiro de Cultura. Según este informe, los dos pilones eran de granito, uno fue destinado a pila bautismal y el otro contenía el agua bendita dentro de la iglesia hasta el año 1945.
Por esas fechas fueron retirados del templo y quedaron en el patio de la casa rectoral al ser sustituidos por otros más modernos. En el acta cuenta que alrededor de 1960 Carmen Polo visitó la parroquia de San Julián de Moraime "y pidió las dos pilas para llevarlas al Pazo de Meirás, advirtiendo al párroco que obtuviese los permisos correspondientes".
Sin embargo, al día siguiente apareció en el lugar un camión "cuyos ocupantes manifestaron que venían por encargo de la aludida señora para llevar las pilas, lo que así hicieron, no habiendo dejado por tanto tiempo para obtener los permisos", tal como detalla el párroco en el acta levantada ante notario en el año 1980.
El cura les permitió llevarse las pilas, aunque inmediatamente se puso en contacto con el arzobispo de Santiago para comunicarle lo sucedido. Poco después fue llamado por el vicario de la Diócesis y decidieron que, "a pesar de la oposición a la concesión del permiso, si este se hubiese solicitado oportunamente, no reclamar en aquel momento las pilas, dada la identidad de la persona que las había tomado y su especial posición", según se relata en el informe.
También se especifica que las dos pilas eran bien conocidas por los feligreses de la parroquia y existe numerosa documentación que demuestra su existencia.
Ahora el Concello de Muxía confía en recuperar estos bienes para ser restituidos al monasterio de Moraime "en aras del interés común de los vecinos y visitantes de este Concello y velando por la protección del Patrimonio que todos tenemos derecho a disfrutar", tal como se especifica en el escrito remitido por el alcalde al conselleiro de Cultura.