No puedo estar de acuerdo con la postura de los indignados frente a la vista de Bendicto XVI, y no puedo estar de acuerdo por que, aunque muchas de sus reivindicaciones son de mi agrado, en este caso no puedo compartirlas, y no por ser católico, que lo soy, soy católico aunque pienso que otra Iglesia Católica es posible, sino por lo que conlleva de falta de respeto hacia una persona que es la máxima figura terrenal para millones de católicos en el mundo, y eso se merece un respeto, tan solo por eso. Si a ello sumamos que es un Jefe de Estado que viene de visita a nuestro pais, y que aunque no viene como Jefe de Estado no por ello deja de serlo, el trato debe de ser exquisito.
¿Que no está el pais para gastos? Ya lo sabemos, y en la visita del Papa trabajan cientos de voluntarios, y genera dinero para la hostelería, para la venta de souvenirs, para los comerciantes en general, para los museos, etc. en general para toda la ciudad. Y eso significa contratos de trabajo (temporales, pero contratos), que tanta falta hacen. Y eso significa proyección de la ciudad a todo el mundo.
Todavía recuerdo las críticas de la visita a Marbella de la Primera dama de EEUU el año pasado, y hoy todo es agradecimiento por su visita, ya que este año es el de mayor turismo estadounidense en la zona, de manera que han salvado la temporada gracias a ello.
Pero lo fundamental es el respeto a una religión y a su, discutido o no, lider, y si ese respeto falla, falla todo.
Bienvenido Benedicto XVI, y que los indignados se piensen bien lo que hacen, porque entre los miles de indignados de este pais también hay muchos católicos.