El jesuita que anticipó en 15 años el hipertexto digital, Roberto Busa, murió ayer a los 97 años de edad en la residencia de la Compañía de Jesús en Gallarate, en la ciudad de Varese, situada en el norte de Italia, según informó el periódico vaticano "L' Osservatore Romano".
El término "hipertexto", conjunto estructurado de informaciones unidas entre sí por conexiones dinámicas consultables en el ordenador a golpe de ratón, fue acuñado por el americano Ted Nelson en 1965, pero Busa ya se había mostrado interesado en 1949 en un sistema para archivar y relacionar conceptos a raíz de sus investigaciones sobre la obra de Santo Tomás de Aquino.
Ese año, el jesuita empezó a analizar la ingente producción del filósofo medieval, que constaba de 118 volúmenes y de la que hasta entonces había llegado a rellenar a mano más de 10.000 fichas.
En su afán por encontrar una manera de conectar ideas y confrontarlas con otras fuentes, se entrevistó con el presidente de la IBM, Thomas Watson, al que conminó a encontrar una manera para hacer que las máquinas realizaran este servicio.
Según "L' Osservatore Romano", Watson, resignado, se comprometió a buscar una manera para hacer lo que el jesuita le pedía, pero con la condición de que el nombre de IBM siguiera siendo "International Business Machines" y no "International Busa Machines".
Watson financió posteriormente la obra magna del jesuita, el "Index Tomisticus", que ocupó cuarenta años de la vida del religioso desde 1951 y en la que, en 56 volúmenes (que también se pasaron a Cd-Rom), desgranó la bibliografía de Santo Tomás y de otros 61 autores más.
Busa fue compañero de seminario de Luciano Albiani, el futuro papa Juan Pablo I, de quien fue amigo y confidente, antes de ingresar en la orden de los jesuitas.
Asimismo, fue profesor de robótica e inteligencia artificial en la Universidad Politécnica de Milán y hablaba ocho lenguas.
Un premio constituido en su honor está considerado como la mayor distinción en el campo de la aplicación de la tecnología y la informática en la investigación humanística.
"L'Osservatore Romano" resaltó que Busa solía decir que "una mente que sepa escribir programas es ciertamente inteligente, pero una mente que sepa escribir programas que escriban otros a su vez, se encuentra a un nivel de inteligencia superior".
(Agencia EFE)
El término "hipertexto", conjunto estructurado de informaciones unidas entre sí por conexiones dinámicas consultables en el ordenador a golpe de ratón, fue acuñado por el americano Ted Nelson en 1965, pero Busa ya se había mostrado interesado en 1949 en un sistema para archivar y relacionar conceptos a raíz de sus investigaciones sobre la obra de Santo Tomás de Aquino.
Ese año, el jesuita empezó a analizar la ingente producción del filósofo medieval, que constaba de 118 volúmenes y de la que hasta entonces había llegado a rellenar a mano más de 10.000 fichas.
En su afán por encontrar una manera de conectar ideas y confrontarlas con otras fuentes, se entrevistó con el presidente de la IBM, Thomas Watson, al que conminó a encontrar una manera para hacer que las máquinas realizaran este servicio.
Según "L' Osservatore Romano", Watson, resignado, se comprometió a buscar una manera para hacer lo que el jesuita le pedía, pero con la condición de que el nombre de IBM siguiera siendo "International Business Machines" y no "International Busa Machines".
Watson financió posteriormente la obra magna del jesuita, el "Index Tomisticus", que ocupó cuarenta años de la vida del religioso desde 1951 y en la que, en 56 volúmenes (que también se pasaron a Cd-Rom), desgranó la bibliografía de Santo Tomás y de otros 61 autores más.
Busa fue compañero de seminario de Luciano Albiani, el futuro papa Juan Pablo I, de quien fue amigo y confidente, antes de ingresar en la orden de los jesuitas.
Asimismo, fue profesor de robótica e inteligencia artificial en la Universidad Politécnica de Milán y hablaba ocho lenguas.
Un premio constituido en su honor está considerado como la mayor distinción en el campo de la aplicación de la tecnología y la informática en la investigación humanística.
"L'Osservatore Romano" resaltó que Busa solía decir que "una mente que sepa escribir programas es ciertamente inteligente, pero una mente que sepa escribir programas que escriban otros a su vez, se encuentra a un nivel de inteligencia superior".
(Agencia EFE)