Hombre, Sr. Arzobispo, no es cuestión de ser paleto, que gracias a muchos paletos se llenan las iglesias de los pueblos, (cuando se llenan), es cuestión de RESPETO, y usted ha tenido muy poco utilizando ese epíteto de forma tan despectiva.
No todos pueden nacer en La Moraleja o en el Barrio de Salamanca de Madrid, incluso no todos pueden nacer en la Ciudad Imperial de la que usted es Arzobispo, pero en Toledo hay muchos pueblos, y mucha gente viviendo en ellos; tradicionalmente se ha llamado paleto al de pueblo, y siempre ha sido de manera despectiva. Resulta extraño el uso de ese epíteto en un Arzobispo que pide para la visita del Papa el respeto de los demás; no sea usted así, que está faltando al respeto a mucha gente y usted debería dar ejemplo, claro que no todo en "sus dominios" se mide por el mismo rasero, ¿verdad?, pero haga un esfuerzo y procure no provocar, claro que a lo peor es lo que busca para poder continuar "largando" sobre la presunta persecución de la Iglesia por parte del gobierno español, legítimo, por otra parte, ya que si usted habla de que en España la mayoría somos católicos, algun católico habrá que votara al actual gobierno para tener esa mayoría, que digo yo. Claro que usted eso lo arregla pronto, "el que votó a Zapatero es un cateto".
Dios mío, uno no se sorprende nada cuando lee y relee lo de la expulsión del Templo a latigazos a aquellos que con permiso de los entonces líderes del mismo lo contaminaban. ¿Llamaría también usted a Nuestro Señor PALETO? No sea tan prepotente y no juzgue, que para ridículo el que hacen algunos de su clasista cuerda discriminando a cristianos según pertenezcan a una Orden o a otra, incluido usted.
Lean ustedes sus desafortunadas declaraciones si quieren:
El arzobispo de Toledo pide que “no seamos paletos” en las críticas a la visita del Papa.
El Arzoispo de Toledo, Braulio Rodríguez
El arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez, ha advertido hoy de que “estamos haciendo el ridículo mundial” con las críticas que está habiendo a la organización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y ha abogado por que “no seamos paletos” y por dialogar sobre una base real.
A preguntas de los periodistas sobre las críticas que está recibiendo la organización de la JMJ, Rodríguez ha dicho que ha estado en bastantes eventos de este tipo en todas las partes del mundo y en ninguna parte ha visto lo que está pasando en España.
Ha asegurado que no es verdad que la financiación de la JMJ sea pública, pero ha matizado que en el caso que lo fuera: “hay que decir que los católicos, que pagamos impuestos igual que todos los demás, somos inmensa mayoría en España”.
Rodríguez ha lamentado que cuando hay toda una serie de problemas de paro y muchas familias que no tienen ningún recurso “parece que eso lo tiene que arreglar el Papa no viniendo a la Jornada Mundial de la Juventud o queriendo de algún modo decirle al Papa que él es el culpable de todas las cosas que suceden en España”.
En este sentido, ha sentenciado “que a uno no le gusta la Jornada Mundial ni le gusta el Papa, pues muy bien, pero no insulte usted y no diga cosas que no son verdad”.
Según el arzobispo primado “lo que no se puede es, porque no se esté de acuerdo con la forma en la que se han organizado las Jornadas Mundiales, deducir que todos los problemas se resolverían si no se abrieran los colegios a los miles de jóvenes que van a venir de todo el mundo”.
“Eso es tan absolutamente desmesurado, tan realmente ridículo, que yo no puedo estar si no en el fondo indignado”, ha indicado.
Rodríguez ha demandado: “que digan por dónde tienen que ir, que protesten lo que tengan que protestar, pero que se procure que sea una jornada donde verdaderamente todos podamos decir lo que tengamos que decir”.
“Por qué van a tener más razón los librepensadores, los ateos, los de las alternativas laicas que otros”, se ha preguntado Rodríguez, quien ha recordado que “estamos en un país libre y tenemos todos que cumplir una Constitución y no creo que nos hayamos salido de ella”.
Asimismo, ha precisado: “tampoco en muchas otras ocasiones, ellos, quienes fueran, han pedido permisos para hacer toda una serie de cosas que a los demás nos pueden molestar y sin embargo lo aceptamos como unas cosas normales de una vida social, donde todos estamos intentando resolver los problemas”.
En este contexto, se ha mostrado partidario de “dialogar sobre una base real” y ha puntualizado: “los obispos no somos toda la Iglesia y lo que hay detrás o delante es una realidad muy profunda, con fallos, con pecados -quién no los tiene-, pero que ha dado muestras de una solidaridad que ya me gustaría a mí que muchos de los que van a protestar ese día lo fueran”.
@Menos del título del post y la introdución, EFE