ALCALDE Y XUNTA ENFRENTADOS POR LOS ORÍGENES DE NOIA

Una excavación saca a la luz restos romanos

Los notables restos aparecidos en Taramancos (Noia). Xornal Certo

Descubren un importante poblado con mucho material arqueológico

El regidor pide más tiempo para aumentar la superficie de la excavación

La cercana construcción de una carretera amenaza el entorno del yacimiento

La Xunta destaca que el proceso con estas obras está regulado por ley

Los restos confirmarían el origen romano de Noia, que tiene pocos vestigios

Xurxo Salgado
Santiago de Compostela

La historia de un pueblo está en juego. En las últimas semanas, un total de 18 personas trabajan a contrarreloj en un yacimiento arqueológico, situado a 300 metros de la costa de Noia, que podría haber destapado los orígenes romanos de esta localidad.

Los primeros trabajos de la excavación que se está llevando a cabo en la parroquia de Taramancos, en la zona donde va a ir parte de la vía de alta capacidad que cruzará la ría de Noia, ya revelan datos interesantes. Se trata de un poblado –los arqueólogos aún no quieren hablar de castro- que contiene importante presencia de restos romanos, principalmente, 'tégulas' –tejas- romanas.

De confirmarse este origen romano del yacimiento -algo que tendrán que evaluar los investigadores en las próximas semanas en función del material que obtengan- tendría una gran importancia histórica para Noia. En esta localidad apenas se encuentran vestigios de origen romano en el casco histórico, a pesar de que hay quien sitúa en ella la llegada de los restos del Apóstol Santiago en el siglo I d.C.

Críticas

Y, precisamente, estos restos y la discusión sobre el origen de la localidad han levantado una nueva polémica que enfrenta al alcalde, el socialista Rafael Guerrero, con la Xunta. El regidor ha criticado duramente a la Xunta por "no valorizar" un yacimiento que contiene importantes elementos para conocer la historia y el origen del ayuntamiento y por querer continuar las obras del vial "a toda costa".
"Hay datos muy importantes que pueden volver a reescribir la historia de Noia ya que se trataría del único yacimiento romano que se encuentra en el municipio", asegura Guerrero en declaraciones a ELMUNDO.es. Por eso, pide a la Xunta que amplíe el tiempo de las excavaciones.

Sin embargo, las obras que se están llevando a cabo en el castro son de "urgencia". Es decir, van ligadas a la construcción de la vía de alta capacidad. Y, por eso, los arqueólogos trabajan a contrareloj para documentar los restos ya que el sitio va a ser destruido por las obras del puente. En este sentido, ya han informado de sus descubrimientos a la Dirección Xeral de Patrimonio.
"El problema es cómo funciona la Xunta, que prefiere cargarse un yacimiento tan importante como este sin haberlo investigado bien", asegura. Por eso, ha reclamado a Patrimonio más tiempo para investigar la totalidad del poblado y no sólo un fragmento del mismo, como ocurre en la actualidad.

Regulado por ley

Sin embargo, fuentes de la Xunta consultadas por ELMUNDO.es aseguran que este tipo de obras están reguladas por ley y no cabe, por lo tanto, ninguna polémica o mal interpretación. Así, apuntan que son excavaciones sufragadas por la Xunta para documentar todo lo que allí se encuentre antes de que una obra pública -en este caso una carreterra- pueda afectarle. "Además se realiza un Estudio de Impacto Arqueológico antes de cada obra y se actúa en aquellos yacimientos que resulten de interés como ha sido este caso", destacan. "Sí, pero según la propia Lei do Patrimonio, deben completar los trabajos en toda la excavación y no sólo en una parte", insiste el regidor.

Hasta el momento, los únicos vestigios romanos documentados en Noia fueron unos pequeños restos de cerámica encontrados durante la rehabilitación de un edificio en una calle del centro de la localidad y en una de sus antiguas puertas. Los trabajos en el poblado de Taramancos, a pesar de haber comenzado hace menos de un mes, ya han dado frutos.
En el yacimiento se ha encontrado un importante depósito de conchas con ostras, berberechos y algo de almeja. Son los conocidos como 'concheiros', que también se han documentado en otros castros como los de Neixón, en Boiro, o los de Baroña, en Porto do Son, y que aportan importante información sobre la alimentación de nuestros antepasados.

Además de las 'tégulas', también se han descubierto un molino de granito, posibles restos medievales y algunas estructuras que están llamando mucho la atención a los arqueólogos, aunque no aventuran, por el momento, ninguna hipótesis hasta un estudio más pormenorizado.

Además de restos materiales, el equipo de investigadores también ha recogido la tradición oral relacionada con el lugar. De esta forma han descubierto la existencia de historias y 'cantigas' que hablan de una ciudad sumergida en la que se escondería oro.



@Xurxo Salgado (Santiago de Compostela)/El Mundo.es