El Centro de Interpretación de la Cultura Andalusí (CICA) es un espacio museístico imprescindible para conocer la Algeciras del periodo islámico, que ahora se pone en valor
Hace dos semanas que se inauguró el Centro de Interpretación de la Cultura Andalusí (CICA) de Algeciras, un espacio museístico para conocer la historia de la ciudad durante el periodo islámico, cuando fue una plaza tan importante como asediada. Se trata de una visita más que aconsejable para saber de dónde proviene la localidad y para recuperar su cronología de aquellos siglos, ahora puesta en valor.
El centro expone más de una veintena de piezas, reproducciones de las originales, que se muestran en el museo municipal y que fueron halladas en distintas excavaciones en el municipio. La mayoría están datadas entre el siglo XIII y XIV. En la entrada tres de ellas saludan al visitante, un ataifor (plato para comer), una jarrita para beber y unas pinzas de depilar. A la derecha queda una pantalla táctil para conocer las diferenes rutas histórico-culturales que discurren por la provincia de Cádiz.
A continuación es imprescindible permanecer cinco minutos para contemplar un audiovisual tan didáctico como ameno que se proyecta de forma ininterrumpida. En él se relata la historia de Algeciras durante la etapa islámica y se descubren aspectos tan interesantes como que la ciudad fue asediada en el siglo IX por vikingos, que los astilleros del lugar fueron la base de la flota andalusí o que uno de los patios de la Alhambra fue expresamente construido para celebrar la reconquista musulmana de la plaza, destruida por los nazaríes en 1379.
El siguiente espacio está dedicado a la necrópolis que el visitante tiene bajo sus pies, bajo los cimientos del edificio Blas Infante, el cementerio más grande de la Algeciras medieval, con enterramientos de hasta 700 años de antigüedad. Al lado se exponen estelas funerarias y una mqabriya (lápidas piramidales) almorávide. También se recrean a tamaño natural enterramientos que llaman mucho la atención.
Algunas otras piezas que se pueden ver en la planta baja del CICA son una sorprendente espada de juguete de plomo, una daga, puntas de flecha y lanza y un bolaño como los que se observan enfrente, en el parque arqueológico meriní.
La visita continúa en el piso superior. A través de una ventana se ven las ruinas meriníes. Se baja la mirada, donde una imagen ofrece cómo fueron hace siglos, esa parte del sistema de fortificación de la ciudad. La localidad se muestra en dos planos, de 1736 y uno actual, sobre el que se superponen por dónde transcurrirían las murallas en ambas épocas.
Hay variedad. También se pueden encontrar, por ejemplo, una reproducción de un perfil estratigráfico de una excavación de 2004 de la calle Rocha, un panel con una cronología de Al-Andalus y otro con la historia del Estrecho u otra pantalla táctil por la que se despliegan información e imágenes de las plantas de fortificación de hace siglos (entre el XII y el XV) de localidades de la comarca (Gibraltar, Tarifa, Castellar y Jimena) y la provincia (Vejer, Medina Sidonia y Jerez).
El ámbito doméstico completa la interesante ruta por el CICA. A modo de juego se descubren cómo eran en la antigüedad utensilios como hornillos o cazuelas y hasta se recrea una cocina andalusí como las de las casas que se descubrieron en 2006 en la calle Emilio Castelar.
Para terminar, una sala para talleres y una pequeña biblioteca.
@D. C./EuropaSur
Hace dos semanas que se inauguró el Centro de Interpretación de la Cultura Andalusí (CICA) de Algeciras, un espacio museístico para conocer la historia de la ciudad durante el periodo islámico, cuando fue una plaza tan importante como asediada. Se trata de una visita más que aconsejable para saber de dónde proviene la localidad y para recuperar su cronología de aquellos siglos, ahora puesta en valor.
El centro expone más de una veintena de piezas, reproducciones de las originales, que se muestran en el museo municipal y que fueron halladas en distintas excavaciones en el municipio. La mayoría están datadas entre el siglo XIII y XIV. En la entrada tres de ellas saludan al visitante, un ataifor (plato para comer), una jarrita para beber y unas pinzas de depilar. A la derecha queda una pantalla táctil para conocer las diferenes rutas histórico-culturales que discurren por la provincia de Cádiz.
A continuación es imprescindible permanecer cinco minutos para contemplar un audiovisual tan didáctico como ameno que se proyecta de forma ininterrumpida. En él se relata la historia de Algeciras durante la etapa islámica y se descubren aspectos tan interesantes como que la ciudad fue asediada en el siglo IX por vikingos, que los astilleros del lugar fueron la base de la flota andalusí o que uno de los patios de la Alhambra fue expresamente construido para celebrar la reconquista musulmana de la plaza, destruida por los nazaríes en 1379.
El siguiente espacio está dedicado a la necrópolis que el visitante tiene bajo sus pies, bajo los cimientos del edificio Blas Infante, el cementerio más grande de la Algeciras medieval, con enterramientos de hasta 700 años de antigüedad. Al lado se exponen estelas funerarias y una mqabriya (lápidas piramidales) almorávide. También se recrean a tamaño natural enterramientos que llaman mucho la atención.
Algunas otras piezas que se pueden ver en la planta baja del CICA son una sorprendente espada de juguete de plomo, una daga, puntas de flecha y lanza y un bolaño como los que se observan enfrente, en el parque arqueológico meriní.
La visita continúa en el piso superior. A través de una ventana se ven las ruinas meriníes. Se baja la mirada, donde una imagen ofrece cómo fueron hace siglos, esa parte del sistema de fortificación de la ciudad. La localidad se muestra en dos planos, de 1736 y uno actual, sobre el que se superponen por dónde transcurrirían las murallas en ambas épocas.
Hay variedad. También se pueden encontrar, por ejemplo, una reproducción de un perfil estratigráfico de una excavación de 2004 de la calle Rocha, un panel con una cronología de Al-Andalus y otro con la historia del Estrecho u otra pantalla táctil por la que se despliegan información e imágenes de las plantas de fortificación de hace siglos (entre el XII y el XV) de localidades de la comarca (Gibraltar, Tarifa, Castellar y Jimena) y la provincia (Vejer, Medina Sidonia y Jerez).
El ámbito doméstico completa la interesante ruta por el CICA. A modo de juego se descubren cómo eran en la antigüedad utensilios como hornillos o cazuelas y hasta se recrea una cocina andalusí como las de las casas que se descubrieron en 2006 en la calle Emilio Castelar.
Para terminar, una sala para talleres y una pequeña biblioteca.
@D. C./EuropaSur