Astronomía
Tema: Charla sobre la astronomía medieval y el mito de que la Tierra era plana.
Ponente: Jesús Maíz (IAA).
Dónde y cuándo: En el Instituto de Astrofísica de Andalucía, 19 horas.
La mayor parte de la sociedad medieval ya sabía que nuestro planeta es esférico.Cristóbal Colón siempre ha sido asimilado por la historia como un personaje visionario y osado que convenció a los Reyes Católicos de que la Tierra era redonda, y de que resultaba más fácil llegar a las Indias atravesando el Atlántico y dando la vuelta al globo terráqueo. Una verdad a medias, según explica el investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), Jesús Maíz, quien ofrece esta tarde (19 horas) una conferencia en la sede del instituto para explicar el verdadero caso del descubridor de América.
Fue en 1486 cuando Colón se reunió con los reyes para proponer una nueva ruta comercial hacia la isla de Cipango (nombre con el que se reconocía a Japón). Según la creencia popular, el marinero tuvo que luchar contra el tribunal de la Inquisición para convencerlo de que la Tierra no era plana, sino redonda, y por tanto navegar en la dirección inversa llevaría hasta el mismo punto de destino. Aunque no consiguió persuadir a la Inquisición, sus ideas fascinaron a la reina, que le concedió permiso para zarpar, o al menos así lo entiende la mayoría de la sociedad.
Una leyenda urbana
El experto del IAA explica que el hecho de que en la Edad Media la población considerase que la Tierra era plana es un mito. Filósofos, científicos y teólogos anteriores como Aristóteles, Ptolomeo, San Agustín, San Isidoro de Sevilla o Santo Tomás, algunos de los más influyentes en el período medieval, ya habían vaticinado que nuestro planeta era una esfera.
Además, no se ha descubierto ningún comentario en las cartas de Cristóbal Colón que aludiera a que hubiera tenido que convencer a nadie de que la Tierra era redonda, y la mayoría de las fuentes científicas que se conservan de la Edad Media ya reconocen la esfera terrestre. Jesús Maíz destaca que la reina Isabel convocó una comitiva formada por especialistas en astronomía y en geografía para estudiar el viaje que proponía Colón, no por monjes de la Inquisición.
Esta comitiva se basó especialmente en los datos de Ptolomeo, que ya en el año 100 calculó algunas latitudes y longitudes del planeta terrestre.
En base a este información, los consejeros de la reina decretaron que la isla de Cipango, a donde Colón quería llegar atravesando el Atlántico, se encontraba a más de 20.000 kilómetros de distancia, no a 5.000 como pensaba el aventurero. De manera que el cálculo del navegante era erróneo. No obstante, los Reyes Católicos apoyaron la iniciativa.
El investigador explica que lo que sí es cierto es que hubo dos autores medievales, Lactancio y Cosmas Indicopleustes, que divulgaban que la Tierra era plana en su obra. Aunque los pensadores y científicos más influyentes de la época hacía ya mucho tiempo que estudiaban nuestro planeta como una esfera.
La imaginación de Irving
En este sentido, ¿por qué Colón ha sido inmortalizado por la historia como uno de los visionarios que se atrevió a demostrar que la Tierra era redonda con su barco? Jesús Maíz encuentra la respuesta en Washington Irving. Este escritor estadounidense viajó en varias ocasiones a España y se fascinó con la historia de Colón. «Escribió un libro sobre la vida y los viajes del navegante que era mitad verdad, mitad ficción», añade el investigador del IAA.
En el siglo XIX se vivieron grandes conflictos entre la ciencia y la religión, y obras como la de Irving vinieron como anillo al dedo, con personajes atrevidos y aventureros, como Colón, que desafiaban al conservadurismo religioso. Maíz señala que fue así como el descubridor del Nuevo Mundo fue inmortalizado por la historia como uno de los primeros marineros en declarar que la Tierra era redonda.
No obstante, Maíz añade que éste es un secreto a voces, y que basta con indagar un poco en la historia o incluso meterse en la wikipedia para comprobar que en la Edad Media eran muy pocos los que creían que la Tierra era plana, y que Cristóbal Colón no tuvo que convencer a nadie de ello. Al contrario, el navegante partió con unas coordenadas equivocadas, aunque su error sirvió para que se descubriera un nuevo continente.
Tema: Charla sobre la astronomía medieval y el mito de que la Tierra era plana.
Ponente: Jesús Maíz (IAA).
Dónde y cuándo: En el Instituto de Astrofísica de Andalucía, 19 horas.
La mayor parte de la sociedad medieval ya sabía que nuestro planeta es esférico.Cristóbal Colón siempre ha sido asimilado por la historia como un personaje visionario y osado que convenció a los Reyes Católicos de que la Tierra era redonda, y de que resultaba más fácil llegar a las Indias atravesando el Atlántico y dando la vuelta al globo terráqueo. Una verdad a medias, según explica el investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), Jesús Maíz, quien ofrece esta tarde (19 horas) una conferencia en la sede del instituto para explicar el verdadero caso del descubridor de América.
Fue en 1486 cuando Colón se reunió con los reyes para proponer una nueva ruta comercial hacia la isla de Cipango (nombre con el que se reconocía a Japón). Según la creencia popular, el marinero tuvo que luchar contra el tribunal de la Inquisición para convencerlo de que la Tierra no era plana, sino redonda, y por tanto navegar en la dirección inversa llevaría hasta el mismo punto de destino. Aunque no consiguió persuadir a la Inquisición, sus ideas fascinaron a la reina, que le concedió permiso para zarpar, o al menos así lo entiende la mayoría de la sociedad.
Una leyenda urbana
El experto del IAA explica que el hecho de que en la Edad Media la población considerase que la Tierra era plana es un mito. Filósofos, científicos y teólogos anteriores como Aristóteles, Ptolomeo, San Agustín, San Isidoro de Sevilla o Santo Tomás, algunos de los más influyentes en el período medieval, ya habían vaticinado que nuestro planeta era una esfera.
Además, no se ha descubierto ningún comentario en las cartas de Cristóbal Colón que aludiera a que hubiera tenido que convencer a nadie de que la Tierra era redonda, y la mayoría de las fuentes científicas que se conservan de la Edad Media ya reconocen la esfera terrestre. Jesús Maíz destaca que la reina Isabel convocó una comitiva formada por especialistas en astronomía y en geografía para estudiar el viaje que proponía Colón, no por monjes de la Inquisición.
Esta comitiva se basó especialmente en los datos de Ptolomeo, que ya en el año 100 calculó algunas latitudes y longitudes del planeta terrestre.
En base a este información, los consejeros de la reina decretaron que la isla de Cipango, a donde Colón quería llegar atravesando el Atlántico, se encontraba a más de 20.000 kilómetros de distancia, no a 5.000 como pensaba el aventurero. De manera que el cálculo del navegante era erróneo. No obstante, los Reyes Católicos apoyaron la iniciativa.
El investigador explica que lo que sí es cierto es que hubo dos autores medievales, Lactancio y Cosmas Indicopleustes, que divulgaban que la Tierra era plana en su obra. Aunque los pensadores y científicos más influyentes de la época hacía ya mucho tiempo que estudiaban nuestro planeta como una esfera.
La imaginación de Irving
En este sentido, ¿por qué Colón ha sido inmortalizado por la historia como uno de los visionarios que se atrevió a demostrar que la Tierra era redonda con su barco? Jesús Maíz encuentra la respuesta en Washington Irving. Este escritor estadounidense viajó en varias ocasiones a España y se fascinó con la historia de Colón. «Escribió un libro sobre la vida y los viajes del navegante que era mitad verdad, mitad ficción», añade el investigador del IAA.
En el siglo XIX se vivieron grandes conflictos entre la ciencia y la religión, y obras como la de Irving vinieron como anillo al dedo, con personajes atrevidos y aventureros, como Colón, que desafiaban al conservadurismo religioso. Maíz señala que fue así como el descubridor del Nuevo Mundo fue inmortalizado por la historia como uno de los primeros marineros en declarar que la Tierra era redonda.
No obstante, Maíz añade que éste es un secreto a voces, y que basta con indagar un poco en la historia o incluso meterse en la wikipedia para comprobar que en la Edad Media eran muy pocos los que creían que la Tierra era plana, y que Cristóbal Colón no tuvo que convencer a nadie de ello. Al contrario, el navegante partió con unas coordenadas equivocadas, aunque su error sirvió para que se descubriera un nuevo continente.
@GUILLERMO PEDROSA /El IDEAL